Hyundai HB20, a prueba: un hatch que busca su lugar entre Swift, Ibiza y compañía

Uno más sube al ring en la pelea de los subcompactos. El Hyundai HB20 llega a México como reemplazo del Accent, y aunque no es un modelo precisamente inédito en la gama Hyundai —porque ya tiene sus añitos en otros mercados—, sí viene con la intención de ser más competitivo que el modelo que reemplaza y una opción interesante en el terreno que hoy dominan Swift, Ibiza y Rio.

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¿De dónde salió el Hyundai HB20? De Brasil. Mientras México fabricaba su propio Accent, Brasil ya llevaba tiempo con un modelo propio. Ahora que el Accent fue descontinuado, mayormente por una decisión del resto de Norteamérica, la opción de Hyundai en México fue mirar hacia el sur y traerse este HB20, que en Brasil existe desde hace 10 años. El modelo actual se estrenó en 2019, se rediseñó hace algunos meses y se ofrece con carrocería sedán y hatchback.

Podría pensarse que el Hyundai HB20 simplemente es un Accent con otro nombre y otro rostro, y en algunos aspectos es verdad, pero en otros sí que hay diferencias notables. Vamos por partes.

El diseño luce más fresco y a tono con el resto de los lanzamientos de Hyundai. Como hemos visto, una de las claves de la marca en los últimos años es apostarlo todo a luces de LED atractivas. La trasera del HB20 dibuja una T iluminada y luce atractivo por las noches. La calavera va en una sola pieza, pero no enciende sobre la tapa de la cajuela.

A los costados hay varias líneas de estilo. Al frente veremos faros afilados y una parrilla de muy buen tamaño. Todas las versiones de esta carrocería hatchback llevan rines de aluminio de 16" con un diseño bastante elaborado. Los faros tienen una firma de LED, pero en ninguna de las versiones se incluye LED para las luces principales. Se extraña.

A simple vista, el Hyundai HB20 luce más moderno que el Accent. Incluso su equipamiento es superior —ya llegaremos a eso—, pero lo curioso es que la plataforma es diferente. El HB20 utiliza la arquitectura PB de Hyundai, es decir, la misma que el Accent anterior —el que en México se vendió como Dodge Attitude. En términos más familiares: es la misma plataforma del primer KIA Rio que llegó a México.

Su punto fuerte está en la tecnología de seguridad

Lo que encontramos a bordo del HB20 convence, aunque no nos enamora. El tablero tiene un diseño bastante funcional. La pantalla de 8" va colocada en una posición fácil de leer y los distintos controles quedan a la mano. Todo está donde esperas encontrarlo, por eso me convence.

La razón por la que no me enamora está en su apariencia. El diseño del tablero no propone demasiado y los materiales se sienten hasta cierto punto económicos. Hay mucho plástico de apariencia brillosa, pocas piezas gomosas, ruidos entre algunos ajustes de piezas y, en general, da la impresión de no alcanzar el nivel de refinamiento hacia el que hoy camina la categoría.

En Hyundai son conscientes e intentan compensarlo con equipamiento. La gama del Hyundai HB20 Hatchback está compuesta por dos versiones, y desde la más accesible incluye tecnología de seguridad de última generación. Encontraremos asistentes avanzados de manejo como freno autónomo de emergencia, alerta de atención del conductor, asistente de mantenimiento de carril con función de seguimiento de líneas y luces altas automáticas. También integra seis airbags, control de estabilidad, faros de encendido automático, cámara de reversa, llave inteligente y pantalla de 8” compatible de forma inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay.

La versión tope de gama que probamos, llamada GLS, suma calaveras y luces diurnas de LED, climatizador automático, detalles en piel, monitor de punto ciego, alerta de tráfico cruzado, asistente de descenso seguro, cargador inalámbrico y encendido remoto de motor.

Desde ese punto de vista, la propuesta me parece sumamente interesante. Quizá no vas a tener el mayor grado de refinamiento a bordo, pero sí bastante equipamiento. Aunque claro, esto tiene sus matices. Por ejemplo, agradezco que la pantalla tenga compatibilidad inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay, pero su tacto no es tan sólido como otras pantallas, y el sonido de las bocinas roza en lo básico.

Hablemos de seguridad. Tema delicado. La última vez que lo probó Latin NCAP, se llevó cero estrellas, pero el HB20 que probaron tenía sólo dos bolsas de aire y ABS. No había asistencias avanzadas ni control de estabilidad. Aquí sí se incluyen y como equipamiento de serie. La estructura en aquel momento fue calificada como estable, de modo que su baja calificación no se debía tanto al comportamiento de la carrocería al chocar, si no a la falta de equipamiento que en este caso sí se ofrece. Habría que ver cuántas estrellas le pone Latin NCAP ya con esta configuración.

Un manejo pensado para calles en mal estado

Que sea un modelo inédito en la gama Hyundai no significa que sea completamente nuevo. El HB20 fue desarrollado sobre la plataforma PB de Hyundai, una arquitectura que en algunos mercados dejó de usarse hace años, pero que en Brasil sigue vigente con este modelo.

Al volante esto se nota en una marcha que quizá no se siente tan sofisticada como la de modelos de desarrollo más reciente, incluido el propio Accent. Es sumamente cómodo y la suspensión transmite bastante robustez; si caes en un bache no temes por la integridad de tu auto. Una suspensión de batalla, por así decirlo.

A nivel sensaciones, quizá la amortiguación no aísla con la misma destreza que un Accent y en maniobras un tanto abruptas, la trasera da la sensación de ser ligera, con tendencia a flotar. Es raro, porque en algunas curvas evidentemente no perdí el eje trasero, pero me dio la sensación como si de pronto el eje trasero se deslizara.

En términos de motor vamos a encontrar casi lo mismo que en Accent y, de hecho, también que Rio. Es un motor de 1.6 litros de 121 hp y 119 lb-pie, gana algo de par y sí se siente con algo más de punch. Respecto a la media de los hatchback de esta categoría, excluyendo al turbo, la respuesta es buena. Su aceleración es un pelín mejor que la de un Ibiza, por ejemplo, aunque tampoco es radicalmente más rápido. El lado B está en el consumo, que en ciudad ronda 10.1 km/l y se puede elevar rápidamente en situaciones de tránsito pesado.

Se puede llevar con caja manual de seis cambios, o bien como en este caso, automática de seis velocidades. La transmisión de seis cambios cumple y se puede llevar manualmente, pero no tiene un modo Sport o sobremarcha.

El reto del Hyundai HB20 está en el precio

El Hyundai HB20 llegó con la firme intención de llevarse una rebanada de las ventas de Rio, Swift, Ibiza y Mazda2, pero no es fácil. Su mayor reto está en que su gama inicia en 398,900 pesos, que es más o menos donde termina la gama de sus rivales. Y esta versión GLS, de hecho, cuesta 435,100 pesos. Es cierto que tiene tecnología que la mayoría de sus competidores no, pero hay una notable brecha de precio que quizá no termine de convencer a todos al mirar refinamiento o motor. Las asistencias de manejo son importantes, pero no lo son todo, y en el balance final el HB20 quizá no quede tan equilibrado.

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