A ver, ¿dónde está escrito que todos los coches deben ser deportivos? Es decir, ¿quién obliga a un auto que apenas supera los cuatro metros de largo o a un SUV que no cabe en un solo carril a serlo? Porque hoy no hay marca que no utilice este adjetivo en la descripción del diseño, las prestaciones o el enfoque de sus productos. La palabra “deportivo” ya está muy gastada.
El Hyundai Sonata 2018 se pone al día con líneas que justamente obedecen a esta línea pasional del diseño, pero en todo lo demás se convierte en un sedán que renuncia a sus cualidades deportivas… y eso es una gran noticia, porque de su poca preocupación por una conducción velocista nace una total preocupación por el confort. Difícilmente encontrarás un sedán más entregado a la comodidad como lo es el Sonata. Al menos cuando hay un motor atmosférico bajo el cofre.
A nuestro garaje llegó el facelift del Hyundai Sonata, impulsado por un motor atmosférico de 2.4 litros y vestido con todos los elementos propios del modelo más equipado de la gama —quitando el 2.0 litros turbo de la lista. El Limited Navi es una opción a considerar si se busca confort, equipamiento y comodidad. ¿Dónde se coloca el Sonata en el segmento D en México hoy? Lo hemos puesto a prueba.
Un diseño más impactante para un sedán muy apacible
Quizá lo veas más deportivo por ese frente agresivo o por la trasera rematada al estilo de un coupé, pero Hyundai no utiliza este adjetivo en ni un solo renglón del comunicado del nuevo Sonata. Se queda con una apariencia más asertiva, que estrena faros, parrilla, calavera y fascia como una evolución estética profunda de la generación actual, pero que cambia poco en términos mecánicos.
La mayoría de las modificaciones se centran en un manejo más confortable. Respecto al modelo anterior, la rigidez de las barras de torsión de la dirección incrementa un 12% para mejorar la respuesta al volante, mientras que el nivel de insonorización y el trabajo de la suspensión trasera mejoran con el fin de incrementar la comodidad a bordo.
Hyundai se propuso crear un sedán muy cómodo y lo logró. La marcha del Sonata es muy sedosa, con poco cabeceo y una gran destreza para filtrar irregularidades. La dirección, a mi gusto, sufre de un exceso de asistencia si lo evaluamos desde un punto de vista deportivo; desde el confort, se agradece el apoyo en maniobras de estacionamiento y condiciones de tráfico pesado.
Su motor atmosférico de cuatro cilindros de 2.4 litros desarrolla 185 hp y 178 lb-pie de par, suficientes para cargar con el peso del vehículo sin calma, pero sin prisa. No sobran ni faltan caballos, salvo en rebases o incorporaciones, donde nos acabaremos la zona alta del tacómetro y seguiremos sintiendo que hizo falta algo de empuje, común en vehículos de esta talla con configuraciones mecánicas de este tipo.
Quizá el tema por resolver no se encuentre en las prestaciones, sino en el rendimiento de combustible, y es que durante la semana que lo estuvimos conduciendo fue muy fácil disparar el consumo. Promediamos 8.9 km/l, con recorridos que marcaban un alarmante 6.7 km/l en la computadora y otros más relajados —aunque no sorprendentes— 10.7 km/l con la ciudad vacía.
El equipamiento correcto para no ser un tope de gama
No es el Hyundai Sonata más costoso que te puedes comprar, pero el Limited Navi ya tiene más que suficiente para trayectos diarios. De su equipamiento sobresalen monitoreo de punto ciego, cargador inalámbrico para smartphone, compatibilidad con Android Auto y CarPlay, navegador, faros de LED, espejo retrovisor electrocromático, climatizador automático, llave inteligente y techo panorámico.
Por sus dimensiones y su etiqueta de 456,700 pesos quizá nos quede a deber sensores de proximidad delanteros o incluso una cámara de visión de 360 grados, un sistema de sonido de mejor calidad —lleva 6 bocinas que suenan a Accent— y quizá acabados de mejor calidad. Su selección de materiales y el ajuste de los ensambles no defraudan, pero califican como modestos a lado de lo que hay en un Honda Accord, un Mazda6 o un Volkswagen Passat.
Un modelo que debería verse más en la calle, aunque la competencia es difícil
Pensando en el cliente ejecutivo que busca un sedán cómodo, el Hyundai Sonata es una opción muy interesante, quizá opacada por una propuesta similar dentro de la casa: el KIA Optima, que por una etiqueta similar, la misma plataforma e incluso el mismo propulsor es capaz de ofrecer un puñado extra de amenidades, como sonido Harman Kardon o asientos con ventilación.
A lado de un Toyota Camry, un Volkswagen Passat o un Nissan Altima, el Sonata apunta interesante, sobre todo por su conducción tan confortable. Una apuesta más firme de Hyundai por la tecnología de seguridad le daría un plus en el segmento donde sólo Chevrolet, Honda y Nissan incluyen alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia, entre otras asistencias.
8.0
A favor
- La marcha es muy cómoda. De lo más refinado de su segmento.
- El diseño llama la atención.
- Buen nivel de equipamiento.
En contra
- Prestaciones justas.
- Es fácil disparar el consumo.
Hyundai Sonata Limited Navi
$456,700
- Motor: 4 cilindros de 2.4 litros
- Potencia máxima: 185 hp @ 6,000 rpm
- Par máximo: 178 lb-pie @ 4,000 rpm
- Transmisión: Automática de 6 velocidades
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / Disco
- Peso: 1,521 kg
- Velocidad máxima: N.D.
- Aceleración de 0 a 100 km/h: N.D.
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,855 mm
- Cajuela: 461 litros
- Consumo en ciudad: 8.9 km/l
- Consumo en carretera'': N.D.
- Consumo combinado'': N.D.
- Emisiones de CO2: 189 g/km
- Capacidad del tanque: 70 litros
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