No, KIA no se quiere comer todo el pastel de un solo bocado... al menos no por ahora. La firma coreana sabe bien que las conquistas llevan su tiempo, por eso antes de irse a la yugular de modelos superventas como el Nissan Sentra o el Volkswagen Jetta, quiere hacer temblar a compactos como el Toyota Corolla, el Mazda3, el Chevrolet Cruze y el Ford Focus con el KIA Forte en México. Todo a su tiempo.
En esta ocasión, tras habernos puesto al volante del KIA Sportage en Monterrey, viajamos hasta la Península de Yucatán para conducir por cientos de kilómetros un KIA Forte gris. Esas horas en carretera nos fueron suficientes para entender que este coreano tiene todo lo que busca el consumidor promedio en México. ¿Te quedas para descubrirlo?
Dime contra quién vas y te diré cómo te ves
"Pues yo lo noto un tanto parecido al Ford Focus", "oye, como que tiene pompis de Focus ¿no?" y "esas calaveras yo las he visto en algún lado..." fueron algunas de las palabras que compartimos algunos colegas durante la prueba de manejo, y es que por muy atractivo que nos resultara, el KIA Forte guarda un enorme parecido con la parte trasera del sedán compacto de Ford.
Las líneas curvas y los trazos angulosos dominan de esquina a esquina el diseño del KIA Forte. Sin ser tan llamativo como algunos otros modelos del segmento, mantiene líneas frescas y hasta detalles deportivos, como el diseño de los rines y el acabado tipo panal de la parrilla. Le ha dado un toque interesante a la discreción.
Nuestras unidades de pruebas no tenían todas las especificaciones para el mercado mexicano, pero sabemos que las versiones más equipadas del Forte llevarán calaveras LED, que le ayudarán a diferenciarse del Focus y a aparentar ser un auto más costoso de lo que en realidad es.
En constante movimiento, y no es cliché
A estas alturas ya vamos algo cansados de marcas que nos hablen de coches que se ven en movimiento aunque estén parados. Bien, pues así es el diseño del tablero del KIA Forte, y en este caso no es ningún cliche. Aunque como buen coreano su prioridad es acomodar los mandos en pro de la funcionalidad, el tablero presta bastante atención al diseño y da la apariencia de estar en movimiento gracias a las ondas que recorren la parte superior de la guantera.
Los materiales tienen su mérito. No es el referente del segmento en cuanto a sensación de calidad, pero dista de defraudar. Superficies suaves decoran las principales áreas con las que el conductor tendrá contacto diariamente, mientras que los ensambles hablan de un muy buen trabajo de manufactura; no había ninguna clase de ruidos, ni siquiera circulando en pavimento maltratado.
Sabemos que el tema de diseño es subjetivo, pero nos atrevemos a decir que el verdadero fuerte del Forte no es ése, sino el equipamiento en relación con el precio. Desde la versión de entrada, el compacto coreano ya lleva equipo de sonido con puerto USB, entrada auxiliar y Bluetooth, manos libres, controles al volante, aire acondicionado, computadora de viaje, control de velocidad crucero, equipo eléctrico, faros de niebla, ABS, control de tracción y de estabilidad, frenos de disco en las cuatro ruedas y 6 bolsas de aire. ¿Tiene tapones en lugar de rines? Sí, pero lo preferimos a haberte tenido que decir adiós a algún componente de seguridad, que sabemos cómo lo hacen otras marcas en México.
La versión intermedia es, probablemente, la más interesante. Por 277 mil pesos, suma rines, audio con pantalla táctil, cámara de reversa, llave inteligente con botón de encendido, sensores de reversa delanteros y traseros, y tres modos de conducción. Al final, el modelo más equipado añade paletas de cambio al volante, sistema mirroring (muestra la pantalla del smartphone en el display del coche) de 7", quemacocos, rines de 17" y vestiduras en piel, todo por 301,500 pesos.
Bueno, ¿y qué tal se conduce?
OK, muy bien equipado y un tanto parecido al Focus, pero ¿qué hay de su manejo? ¿Vale la pena? Sí. El KIA Forte comparte plataforma con el Hyundai Elantra, pero resuelve el tema de la dirección anestesiada y de la suspensión excesivamente blanda, consiguiendo un buen equilibrio entre firmeza y comodidad. La dirección transmite buena información al conductor y los frenos actúan con eficacia cuando es necesario.
Bajo el cofre encontremos un motor de 2.0 litros de 158 caballos de fuerza y 143 libras-pie de torque. No hace falta revolucionarlo demasiado para exprimir buena parte de su poder; de hecho, el funcionamiento de la transmisión automática de seis velocidades nos agradó bastante. No es la más rápida que hemos probado, pero cumple. En la versión de entrada está disponible con una manual de seis velocidades.
¿Qué tan fácil es comprender al mexicano?
Retomando la premisa, el KIA Forte tiene todo lo que un mexicano espera de un auto. Parece sencillo intentar entendernos como consumidores que buscamos autos espaciosos, equipados y confiables, pero la fórmula parece tener más factores que la marca ha estudiado cuidadosamente, y de los que depende su éxito en los próximos meses.
Quizá el KIA Forte no sea el benchmark del segmento —falta comprobarlo teniendo a sus rivales cara a cara—, pero resulta una compra bastante inteligente teniendo en cuenta la relación valor/precio, las gratas sensaciones de manejo y el respaldo de una marca que en otros países ha triunfado y que en el nuestro, a falta de referencias, apuesta por siete años de garantía. Más adelante, cuando estén disponibles para prensa las unidades con especificaciones mexicanas, nos pondremos al volante con todos los detalles.
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