Para todos los que nos han preguntado acerca del KIA Forte, aquí lo tienen. Después aquel primer acercamiento que tuvimos con el compacto coreano en las carreteras de Yucatán, por fin pudimos probarlo como Dios manda; durante una semana lo condujimos para comprobar si es cierto lo que todos murmuran: ¿Es la propuesta más balanceada del segmento?
KIA parece conocer muy bien a sus clientes. Sabe que desde la sensatez, muchos de ellos buscan un sedán espacioso, cómodo, bien equipado y que no gaste mucha gasolina, pero ningún modelo es perfecto ni está exento de ‘áreas de oportunidad’. Manejemos, pues, el KIA Forte para desmenuzar cada uno de sus secretos.
El diseño sigue vigente, sí, pero cambia pronto
Cinco de la tarde, llega un KIA Forte plateado a nuestro garaje. Es curioso, el diseño del auto no parece cansado por el paso de los años, pero al verlo llegar nos es inevitable recordar que hace apenas unas semanas escribimos acerca de su renovación, que abarca más lo estético que lo mecánico. Sea como sea, el diseño Forte que encontramos hoy en los concesionarios —y del que hablamos a lo largo de la prueba— se mantiene vigente.
A lado de otros compactos, el KIA Forte muestra una cara más discreta. Se trata de un sedán sin presunciones, que no va sobre diseños aspiracionales ni porta grandes adornos —aunque sí detalles atractivos, como manijas que se iluminan en cuanto el conductor se acerca al auto. Es un modelo que busca satisfacer necesidades reales de consumidores sedientos de un producto útil.
Por eso, lo mejor del Forte se vive puertas adentro, donde encontraremos un tablero de intención deportiva que no ostenta los materiales más sofisticados del segmento ni los ensambles más sólidos, pero sí una notable sensación de calidad y un equipamiento bastante completo, compuesto por climatizador automático de doble zona, quemacocos eléctrico, vestiduras en piel, computadora de viaje, equipo eléctrico, control de velocidad crucero al volante y un sistema de infotenimiento con pantalla táctil de siete pulgadas, entrada auxiliar, conexión Bluetooth, puerto USB y cámara de reversa. Nada mal, pero creemos que aún había lugar para un sistema de navegación y, quizá, faros de xenón.
Ahora bien, cuando hablamos de espacio, el KIA Forte se coloca como uno de los sedanes más amplios de su categoría. En la banca trasera, incluso con el asiento delantero completamente recorrido, las rodillas de una persona de estatura promedio no alcanzan a tocar el respaldo, además, por la altura del techo, el espacio para cabeza es bastante generoso.
Al volante, el KIA Forte transmite seguridad y confort
Oprimimos el botón de encendido y el motor de 2.0 litros de 158 hp y 143 lb-pie cobra vida. Al primer roce con el acelerador, el KIA Forte despega sin dificultades; no hace falta revolucionarlo demasiado para conseguir la dosis de torque suficiente para arrastrar con el peso del auto y sus pasajeros. La transmisión automática de seis velocidades realiza los cambios en tiempo y forma, y aunque tenemos a nuestra disposición cambios al volante, la caja entiende con rapidez lo que queremos hacer al hundir el pie en el acelerador.
Ya con varios kilómetros detrás, encontramos nuestra parte favorita del KIA Forte: la suspensión. Pisa con firmeza, pero absorbe con suavidad, se encuentra en el punto exacto para ofrecer confort a los pasajeros y ciertas alegrías a quien se encuentre conduciéndolo. En el polo opuesto, la dirección nos parece un punto interesante de mejora; se percibe demasiado asistida, pero se controla con facilidad. Ofrece tres modos de operación: Confort, Normal y Sport. En el primero se vuelve sumamente blanda, ideal para maniobras de estacionamiento, pero no tanto para quien busca confianza al andar rápido; en modo Sport se torna más firme, tanto que llega a sentirse pesada y no tan precisa. En todas las circunstancias, el modo Normal nos parece el más adecuado.
En general, el KIA Forte se controla con gran facilidad, incluso a altas velocidades se percibe bastante estable. En maniobras de emergencia, la trasera baila poco gracias a las asistencias electrónicas que intervienen en el momento exacto para evitar sustos y mantener el control del vehículo.
Al final, hay pocas razones para no darle el sí
Le damos vueltas y vueltas a la propuesta de KIA con el Forte, y no se nos ocurre ninguna razón de peso para no comprarlo. Desde un punto de vista racional, el Forte es uno de los sedanes más atractivos de su categoría. Reúne un equipamiento muy completo, un manejo bastante agradable, buen espacio interior, altos niveles de seguridad, bajos precios de mantenimiento y una de las garantías más completas del mercado.
Si somos quisquillosos, podríamos pedir un diseño mucho más sugerente —aunque claro, para gustos, los colores—, dos rayitas más de equipamiento, ensambles más sólidos y consumos ligeramente más bajos, pero en este auto los puntos fuertes pueden más que las áreas de oportunidad. ¿Lo recomendamos? Ampliamente. ¿Es la única opción? No. En este campo también son interesantes el Mazda3 —con motor 2.5—, el Hyundai Elantra, el Ford Focus, el Toyota Corolla y, a reserva de lo buenas o malas que puedan ser sus especificaciones para México, la nueva generación del Chevrolet Cruze.
8.8
A favor
- Ofrece una relación buena valor-precio
- La puesta a punto de la suspensión
- Es bastante espacioso
En contra
- La dirección se percibe sobreasistida
- Algunos ensambles podrían ser más sólidos
- El rendimiento de combustible puede ser mejor
Ficha técnica del KIA Forte
Versión probada | SX T/A | ||
---|---|---|---|
Cilindrada | 1,999 cm³ | Tracción | Delantera |
Bloque motor | 4 cilindros | Capacidad del depósito | 50 litros |
Potencia máxima (hp @ rpm) | 158 hp @ 6,500 rpm | Consumo urbano | 9.1 km/l |
Par máximo (lb-pie @ rpm) | 143 lb-pie @ 4,800 rpm | Consumo en carretera | 16.7 km/l |
Peso | 1,318 kg | Consumo mixto | 12.9 km/l |
Velocidad máxima | N.D. | Emisiones de CO2 | N.D. |
Aceleración 0-100 km/h | 11.8 seg | Capacidad de la cajuela | 422 litros |
Transmisión | Automática de 6 vels. | Precio | $309,500 |
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