El Mazda 3 por fin lleva el motor que merece. No es que 186 hp le quedaran apretados, pero el diseño, los acabados y el manejo de esta generación se antojaban para algo más potente. La marca escuchó nuestras súplicas, y aunque no revivió el apellido Mazdaspeed como nos hubiera gustado, sí añade una versión Signature y motor turbo a la gama del Mazda 3 en México. Lo tuvimos a prueba.
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El Mazda 3 no tardó en convertirse en uno de los compactos más deseados. Durante su lanzamiento, hace casi ya 2 años, dio mucho de qué hablar: que si es una maravilla, que si está sobrevalorado, que si es premium, que si no… y aquí lo cierto es que no ha pasado desapercibido, y que va en sintonía con la filosofía de la marca, que es darle un sabor muy sofisticado a absolutamente todo.
No voy a profundizar demasiado en el diseño, porque a estas alturas ya lo conoces bien. Estos rasgos minimalistas le consiguieron el premio World Car Design of the Year hace algunos meses, dejando atrás en la competencia al Peugeot 208 y al mismísimo Porsche Taycan.
Como nuevo tope de gama, el Mazda 3 Signature recibe elementos exclusivos, como los rines de 18” pintados en negro brillante y carcasas de espejo en el mismo acabado. El color Polymetal Gray que ves en las fotos ahora es exclusivo de las versiones turbo —sin costo adicional; antes también se podía solicitar para las demás versiones.
No le interesa competir contra Golf GTI ni ningún otro hot-hatch
El apellido Signature en Mazda no es sinónimo de deportivo, aunque sí de rápido. Este Mazda 3 es fiel al enfoque de la marca hacia la comodidad, sin pelearse con diversión al volante. Sé que suena a conceptos un tanto opuestos, pero déjame explicarlo.
Este motor turbo es de 2.5 litros y desarrolla 227 hp y 310 lb-pie de par. Va asociado a una transmisión automática de seis velocidades y a un sistema de tracción integral. Sí, sobre el papel suena a un digno competidor del Golf GTI y merecedor de llamarlo hot-hatch, pero en la práctica persigue otros fines.
Para empezar, el chasis del Mazda 3 turbo es casi idéntico al de cualquier otro Mazda 3, y eso es bueno al hablar del equilibrio entre comodidad y precisión. Todas las reacciones en este auto son sutiles. Dirección, suspensión, cambios de marcha e incluso aceleración se realizan con mucha suavidad y sensación sedosa.
Con esto no me refiero a que sea un auto aburrido. Es cierto que la mayoría de los modelos que apuestan por el confort terminan anestesiado la conducción, pero Mazda encontró el modo de que la suavidad se combine con reacciones instantáneas, mucha comunicación a manos del conductor y un magnífico paso por curva. El auto se siente bien pegado al asfalto en todo momento.
Al final es un auto ágil y sumamente controlable, pero sin una puesta a punto deportiva que lo haga distinto al resto de la gama. Mantiene ajustes de amortiguación y tacto de dirección muy parecidos al de 186 hp, e incluso conserva el eje trasero con barra de torsión. Según nos explican en Mazda, el desarrollo de esta suspensión tuvo contemplada desde un principio la introducción del motor turbo.
El motor turbo no es explosivo, aunque sí emocionante
El chasis tiene su mérito, aunque el responsable de que el Mazda 3 Signature nos haga sonreír es, evidentemente, el motor. Su cilindrada es igual a la del Mazda 3 de 186 hp, y es curioso porque usualmente las versiones turbo llevan motores más pequeños. En este caso no.
El motor turbo del Mazda 3 es bastante peculiar. Su aceleración es muy lineal, sin la clásica patada que avisa la entrada del turbo. No se siente explosivo, pero sí emocionante. Llegar a 100 km/h le toma sólo 6.1 segundos... y sí, eso es menos de lo que tarda un Volkswagen Golf GTI.
Desde los primeros kilómetros en ciudad, sorprende que no hay turbolag. Para lograrlo, Mazda desarrolló un turbocargador de presión dinámica con dos entradas: unas chicas que siempre van abiertas, y otras grandes con una válvula de mariposa que abren poco cuando vamos debajo de 2,000 rpm. A tener menos apertura, los gases entran más rápido para alimentar al motor; al superar 2,000 revoluciones, abren más para tener todo el flujo de gases.
Un punto clave al volante del Mazda 3 Signature es la tracción integral y el reparto vectorial de par, que consiguen un paso por curva mucho más neutral. A ratos da la impresión de que el auto gira sobre su propio eje. Es cierto que añade casi 130 kg, pero el peso va colocado en el lugar correcto y eso beneficia al centro de gravedad. Además, las 310 lb-pie le facilitan mucho cargar con su propio peso y el de los pasajeros.
Quizá me hubiera gustado una transmisión más rápida. La de seis velocidades que incluye es efectiva, pero sus cambios de marcha no son tan rápidos como una de doble embrague. A cambio tenemos mayor confort en el día a día y, sobre todo, más fiabilidad.
También se echa de menos un selector de modos de manejo. En Mazda están orgullosos de la puesta a punto de su chasis, y tienen motivos para estarlo, sin embargo, una dirección que se suavice o endurezca al gusto del conductor le sentaría bastante bien. Hay un modo Sport que sólo modifica el comportamiento de la transmisión, para mantenerse a revoluciones altas.
Finalmente, hablemos de consumo. No es un auto para ahorrar combustible, aunque su rendimiento de gasolina tampoco es muy diferente al del Mazda3 de 186 hp. En ciudad promediamos 8.7 km/l. Por cierto, su tanque es 3 litros más pequeño.
Un interior que brilla por diseño y calidad
Sé que ya se ha hablado mucho de que si Mazda es o no premium, y a estas alturas no hay mucho que pueda agregar. Lo que sí diré es que la cabina del Mazda 3 se coloca en lo más alto del segmento compacto y que incluso es capaz de convencer a quienes se bajan de un modelo de marca premium. Todo es acolchado, e incluso perillas y botones tienen un tacto de calidad.
Que Mazda quiera pintar su raya respecto al resto de las marcas de volumen no sólo se nota en la selección de materiales, sino en la variedad de colores a elegir en la cabina. A lo largo de la gama del Mazda 3 encontraremos combinación de cuero café, blanco o rojo —exclusivo de la pintura Polymetal Gray.
El equipamiento está basado en el tope de gama con motor de 186 hp. Lo único que agrega es espejo lateral izquierdo electrocrómico, un detalle de sabor premium. Lo demás se mantiene sin cambios: asiento del conductor con ajuste eléctrico, memoria para posición de espejos y asiento, head-up display, climatizador automático tizona, quemacocos, llave inteligente, monitor de punto ciego, sensor de luz y de lluvia y faros de LED dirigibles.
El sistema de infotenimiento tiene una pantalla de 8", es compatible con Android Auto y Apple CarPlay y lleva un sonido Bose de 12 bocinas simplemente espectacular, el mejor entre las marcas de volumen y al nivel de varias premium. Hay que especificar que la pantalla no es táctil; Mazda cree que eso distrae al conductor y por eso se controla mediante una perilla. Me hubiera gustado mantener el control táctil, aunque fuese sólo con el vehículo detenido, para acceder más rápidamente a algunos menús.
En términos generales, la cabina del Mazda 3 Signature convence, aunque hay aspectos a mejorar, sobre todo en la parte de atrás. La banca trasera es algo reducida en espacio para cabeza y piernas comparado con la media de la categoría, además no lleva salidas de aire acondicionado ni puertos USB de carga.
Un Mazda 3 tan cómodo como siempre, rápido como nunca
Los fanáticos pedían un Mazdaspeed 3 y Mazda terminó dándoles un Mazda 3 Signature. Al final, el motor turbo no estuvo dispuesto a divorciarse del halo de comodidad sobre el que Mazda ha construido su nueva identidad, y eso tiene ventajas al perseguir un mayor volumen de ventas. Cerrarse a un hot-hatch lo acotaría exclusivamente a quien busca un deportivo.
No es un rival directo del Golf GTI ni le interesa serlo. Es un compacto centrado en el refinamiento, que utiliza el motor turbo para ir tan rápido como un Golf GTI... o incluso más, pero no tan duro.
8.8
A favor
- Es rápido, pero sigue siendo cómodo.
- La combinación de colores y texturas en la cabina es espectacular.
- Está muy bien equipado.
En contra
- Poco espacio en los asientos traseros.
- Para bien o para mal, no es un Mazdaspeed.
- No hay puertos USB para la banca trasera.
Mazda 3 Hatchback Signature
$529,900
- Motor: 4 cilindros turbo de 2.5 litros
- Potencia: 227 hp @ 6,000 rpm
- Par: 310 lb-pie @ 2,000 rpm
- Transmisión: Automática de 6 vels.
- Tracción: Integral
- Frenos: Disco / disco
- Peso: 1,538 kg
- Velocidad máxima: 215 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 6.1 s
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Barra de torsión
- Longitud: 4,459 mm
- Cajuela: 350 litros
- Consumo en ciudad: 8.7 km/l
- Consumo en carretera: N.D.
- Consumo combinado: 14.9 km/l
- Capacidad del tanque: 48 litros
- Fabricado en: Japón
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