Mazda CX-30 turbo, a prueba: 227 hp y AWD como aderezo para el Mazda3 de los SUV

Nota de Motorpasión México

El motor turbo de Mazda es huésped de cada vez más modelos. Lo conocimos en CX-9, llegó también a Mazda 3, Mazda 6 y CX-5, y ahora lo encontramos en el Mazda CX-30 s Grand Touring. Sus 227 hp y tracción integral prometen un toque extra de dinamismo para el SUV que ha sido protagonista de la marca en México durante los últimos meses. Lo tuvimos a prueba.

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El motor turbo no expandió la gama del CX-30 como lo hizo con el Mazda 3. En el hatchback, además de la versión s Grand Touring, nació un nuevo nivel de equipamiento llamado Signature. En CX-30 no. Gana potencia, mas no equipamiento, aunque eso no evitó que Mazda haya apostado por detalles de diseño, como rines negros de 18" y la posibilidad de llevar la pintura en color Polymetal Gray.

Un interior de alto nivel

Si eres seguidor de Mazda, probablemente sepas que la marca indica el nivel de poder con la primera letra del nombre de sus versiones, y el resto para el nivel de equipamiento. El tope de gama anterior era la versión i Grand Touring; ahora, al recibir un propulsor más potente, estamos ante la s Grand Touring.

La gran sorpresa es que el Mazda CX-30 turbo, que es el más costoso de la gama, no es precisamente el más equipado ni está al nivel del i Grand Touring. Comparten casi todo: monitor de punto ciego, infotenimiento con pantalla de 8", climatizador automático bizona, quemacocos, llave inteligente y head-up display. Las únicas dos diferencias son la ausencia de faros dirigibles y de sistema sonido Bose.

Imaginamos que se extirparon del equipamiento para no disparar más el precio. Sería la explicación más lógica. De otro modo, no entenderíamos por qué quitar el espectacular sonido Bose, que además hace mucho por el sabor premium que la marca intenta alcanzar. No es que el sistema de 8 bocinas lo haga mal, pero luego del de 12 de Bose, este nos sabe a poco.

En lo demás, el interior del Mazda CX-30 mantiene sus cualidades y defectos. Tenemos una excelente posición de manejo y acabados que lo colocan como el SUV más refinado de su categoría. Las múltiples zonas tapizadas en cuero y la combinación de detalles cromados y negro brillante elevan la sensación de calidad.

La asignatura que aún queda pendiente es el espacio. Para cumplir con el capricho del diseño exterior, Mazda tuvo que sucumbir ante plazas traseras con espacio apenas suficiente para cabeza, y una plaza central reducida —que incluso el descansabrazos delantero puede estorbarle.

También se extrañan más puertos USB. En pleno 2021, es raro encontrarse ante vehículos de nueva generación que sólo tienen dos entradas —y todas al frente, en este caso. Por cierto, Mazda ya ofrece de manera opcional un cargador inalámbrico para teléfonos.

Al volante es rápido, preciso y cómodo

Repasemos rápidamente sus números. El CX-30 s Grand Touring lleva un motor turbo de cuatro cilindros y 2.5 litros, que desarrolla 227 hp y 310 lb-pie, distribuidos en las cuatro ruedas mediante un sistema de tracción integral i-ACTIV AWD y una caja automática de seis velocidades.

Si ya sabes qué hace este motor por el Mazda3, tendrás una idea muy clara de qué esperar del CX-30. Mazda no persiguió una puesta a punto deportiva, sino una que los volviera más rápidos, sin alterar en lo absoluto el nivel de comodidad.

En ese sentido, el Mazda CX-30 gusta por su respuesta. Despega rápido, rebasa con facilidad y no presenta ni tantito turbolag. Su aceleración tan lineal recuerda a un V6 desde el primer roce del acelerador, y no a un cuatro cilindros que sólo logra imitarlo a altas revoluciones. Con una entrega de poder así de progresiva, Mazda cumple su objetivo de priorizar el confort.

En el manejo hay mucho de eso. La comodidad se refleja en un alto grado de insonorización y en una marcha sumamente refinada, con una suspensión ligeramente más firme de lo habitual en un SUV —los baches más grandes se sienten un poco más de lo usual— sin llegar a incomodar en lo absoluto.

La dirección se siente un poco más pesada de lo normal en el segmento, lo que sin duda aporta muchísimo al dinamismo y la precisión al volante del CX-30. Eso es lo que más gusta de este SUV: cumple cabalmente con el calificativo de cómodo, pero también sientes una conexión al manejar. Su respuesta siempre es ágil y precisa.

El sistema de tracción integral favorece al paso por curva, tanto por bajar el centro de gravedad, como por repartir el poder entre ambos ejes. Su comportamiento es bastante neutral y la carrocería se inclina menos de lo esperado. Ahí sorprende lo parecido que se siente al Mazda 3, con algo más de roleo, pero los mismos buenos modales que el hatchback.

El margen de mejora queda en el tacto de los frenos, que a veces necesitan un recorrido un poco más largo de lo que estamos acostumbrados, y en la transmisión. Su programación cumple; entiende perfectamente los momentos del motor y siempre lleva la aguja al lugar correcto del tacómetro. Simplemente no es tan rápida como una de doble embrague.

El punto más flojo del Mazda CX-30 turbo es el rendimiento de combustible. Entre la gran cilindrada del motor, la dosis extra de poder y el peso añadido del sistema de tracción integral, el promedio de consumo en ciudad fue de 6.9 km/l, muy alto para un motor de cuatro cilindros... e incluso elevado para un V6.

El Mazda CX-30 turbo es rápido y refinado como pocos

El CX-30 ahora se disfruta conducir aún más. Si con el motor de 188 hp ya gustaba por su sublime equilibrio entre confort y agilidad, este nuevo motor turbo añade la dosis de dinamismo que le faltaba. Sin duda complacerá a quienes por capricho quieren un SUV, sin tener que renunciar a la emoción de un hatchback.

El único factor a tener en cuenta es el precio. Sube sólo 40,000 pesos respecto al i Grand Touring, pero pierde algo de equipamiento y lo hace en una de nuestras áreas favoritas: el espectacular sonido Bose. Si no te importa mucho una mejor aceleración, quédate con esa versión. Tu cartera te lo agradecerá —sobre todo en la gasolinera.

Si sí te interesa la potencia, esta versión tiene un precio de 546,900 pesos. No es nada barato, aunque si en perspectiva vemos a un Peugeot 2008 y a un SEAT Ateca de alrededor de 150 hp con precio similar, la relación valor/precio del CX-30 no está mal.

Esta versión apunta directo a quienes desean dinamismo y refinamiento; quienes busquen espacio o asistencias de manejo tendrán que mirar hacia otras marcas. A este nivel, el CX-30 se encuentra frente a rivales más grandes, con más tecnología de seguridad en algunos casos, aunque no tan equipados ni tan divertidos de manejar.

8.4

Acabados9.5
Seguridad8.5
Equipamiento8.5
Infotenimiento9
Comportamiento9.5
Motor10
Transmisión8
Consumo5
Espacio7
Precio8.5

A favor

  • El manejo está en el punto exacto entre confort y precisión.
  • El motor es enérgico y de respuesta muy lineal.
  • La selección de materiales al interior es exquisita.

En contra

  • El consumo de combustible es alto.
  • El espacio en la banca trasera es sólo el justo.
  • No lleva los faros dirigibles ni el sonido Bose del CX-30 i GT.

Mazda CX-30 s Grand Touring

$546,900

  • Motor: 4 cilindros turbo de 2.5 litros
  • Potencia máxima: 227 hp @ 5,000 rpm
  • Par máximo: 310 lb-pie @ 2,000 rpm
  • Transmisión: Automática de 6 vels.
  • Tracción: Integral
  • Frenos: Disco / disco
  • Peso: 1,583 kg
  • Aceleración de 0 a 100 km/h: 6.6 s
  • Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
  • Suspensión trasera: Barra de torsión
  • Longitud: 4,395 mm
  • Cajuela: 572 litros
  • Consumo en ciudad: 6.9 km/l
  • Capacidad del tanque: 48 litros
  • Fabricado en: México

Agradecemos a Estacionamientos Deprisa para la realización de la sesión fotográfica. Para más información acerca de sus instalaciones, visita su página web.

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