Mercedes-Benz Clase C 2022, a prueba: el mini Clase S que quiere y puede ser referente en casi todo

The best or nothing, lo mejor o nada. Es el motto de Mercedes Benz que ha tratado de plasmar en cada auto que producen, algunos con más éxito que otros, pero certero al final del día. Con el Mercedes-Benz Clase C no se puede esperar menos, porque este probablemente es uno de los pilares más importantes de su presente, pasado y seguramente del futuro de la marca. Así es el Mercedes-Benz Clase C 2022, lo pusimos a prueba.

En video

Al clase C se le llegó a conocer como el Baby Benz cuando su primera iteración en el 190 (W201) apareció, y es que por aquel entonces era el Mercedes más pequeño de la gama. Aún con sus dimensiones, llevaba todo el sello de la marca en equipo, tecnología e innovaciones; prácticamente su misión era dar la esencia del Clase S a un grupo más grande de consumidores sin que tuvieran que gastar el equivalente a una casa o departamento en un auto.

Adelantando el tiempo varias décadas después, el Clase C sigue teniendo esa fórmula como su estandarte, aunque, sinceramente de “baby” ya no le queda nada. Estamos frente a un sedán mediano de 4.7 metros de largo, con un look elegante y deportivo que al menos a mi me encanta, para nada luce aburrido como muchos otros sedanes.

Hablando más de tamaño, esta nueva generación creció 6.5 cm en su longitud total, también estiró la distancia entre ejes en 2.5 cm para más espacio en cabina, pero también para mejorar la conducción.

Por fuera el diseño fue más progresivo con trazos que se volvieron un poco más afilados y añadiendo detalles pequeños que aportan mucho a su identidad. Por ejemplo, mira las nervaduras en el cofre, la nueva forma de faros y una parrilla grande, pero no exagerada como en otros modelos. Incluso con el detalle de tener cientos de estrellas miniatura escoltando a la más grande del emblema. Esa atención al detalle me fascina.

En México por ahora solo tenemos esta versión, la C 200 Sport, y te va a incluir faros y calaveras LED, más un paquete AMG Line que le da una fascia y defensa más detalladas con un toque deportivo y rines de 18” AMG. Justo esa combinación entre elegante y deportivo que a muchos les gusta.

Un interior digno de admirar

Entrar al Clase C es toda una experiencia para los sentidos y es que al menos en términos de diseño, te llevas las formas esenciales que visten al Clase S. Sinceramente y sin temor a equivocarme, creo que este es el mejor interior de todo su segmento. Las formas, la iluminación, el cuidado al detalle simplemente un trabajo de reconocerse.

En percepción de calidad también tengo poco de que quejarme y es que tus zonas de contacto son consentidas con piel, plástico suave y algunas imitaciones de madera muy bien logradas. Claro que en este interior hay plásticos duros en las zonas bajas, pero afortunadamente son de buena calidad y al menos van suficientemente bien ajustados. Ahora, yo sé, el plástico negro brillante luce bien, pero ya me dio hasta ansiedad el imaginar cómo se va a rayar y lo rápido que va a estar cubierto de huellas digitales. Ojala en el configurador se añada pronto una opción para cubrirlo con otros materiales.

Pasando al equipo, tenemos varios detalles muy interesantes y es que en esta progresión de diseño ahora se modifica un poco la posición de algunas cosas. Frente a nosotros hay un cuadro de instrumentos digital de 10.25” de una gran definición, personalizable en vistas y con un montón de información a mostrar, lo controlas desde este volante, que creo es mi parte favorita del interior por ese diseño tan poco convencional. El control que te menciono se hace a través de paneles táctiles y si bien todo luce increíble, al operar es algo extraño, ahora que no hay botones, entonces la operación a veces requiere más precisión o repetir algunos gestos. Amo como se ve, pero en funcionamiento, me gustaba más el volante anterior.

Al centro tenemos algo de lo más relevante, se trata de la pantalla de infotenimiento de 11.9”, un visor al cerebro del coche y es que desde aquí puede hacer todo, ver navegación, tu música, conectarte a CarPlay o Android Auto también de forma inalámbrica, personalizar los modos de manejo, las asistencias, controlar el A/C e incluso crear perfiles que guardarán tus ajustes favoritos de todo lo que es personalizable aquí y que puedes activar con solo escanear tu huella digital.

A mi parecer es uno de los infotenimientos más avanzados de la industria y hasta tiene un buen asistente por voz. Ya lo conoces, el MBUX que te puede dar info o cambiar parámetros del auto solo con pedirlo incluso de una manera más natural y no tan cuadrada.

Adentrándonos en equipo tendrás cosas como, cargador inalámbrico para smartphone, asientos super cómodos y con ajuste eléctrico, volante con ajuste de altura y profundidad eléctrico, A/C automático de doble zona, la increíble iluminación ambiental, llamada de emergencia y hasta Mercedes Me, para conectar tu coche a una app y desde ahí ver su ubicación, bloquearlo o desbloquearlo, abrir y cerrar ventanas, precargar rutas de navegación, agendar servicios, entre un montón más.

El crecimiento de la distancia entre ejes le ha dado mucho más espacio en cabina, especialmente para los ocupantes de la parte trasera, donde es fácil encontrar una posición cómoda incluso para personas de 1.85 metros. Los materiales son muy buenos, aunque el hecho de tener tracción trasera hace que al centro se atraviese un túnel de transmisión algo alto y que roba espacio para la persona que vaya en el asiento central. Hablando de cajuela, tenemos una capacidad de 455 litros e incluso cuenta con apertura y cierre eléctrico.

En el apartado de seguridad, Mercedes-Benz nos ofrece una plataforma reforzada con muy buenos resultados en pruebas de choque de los organismos más demandantes como la Euro NCAP y la NHTSA. Además se acompaña de 7 bolsas de aire, frenos ABS, control electrónico de estabilidad, freno autónomo de emergencia, monitoreo de presión de llantas, cámara de reversa y sensores de proximidad.

En este caso no es malo el nivel de asistencias que tiene, pero por precio o estándares actuales de incluso marcas del segmento generalista, ya era de esperarse ver la alerta de punto ciego o el mantenimiento de carril. Sin embargo, como es tradición en las marcas premium alemanas, esos detalles se quedan en el apartado de lo opcional.

Comodidad, seguridad y confianza

Una de las mejores cualidades del Mercedes-Benz Clase C 2022 está en su manejo. Estamos frente a un sedán que siempre se siente plantado, transmite mucha seguridad y además exalta el gran trabajo que han hecho en suspensión y chasis para brindar una experiencia realmente refinada al andar.

Es más que claro que su enfoque está en la suavidad y comodidad, logrando que en carretera los vados, pavimento maltratado y demás sean casi imperceptibles, salvo por el ruido que algunos elementos llegan a crear a través de las ruedas. Sientes un nivel de estabilidad y aplomo muy peculiar, incluso a velocidades algo altas. En parte gracias a la suspensión rebajada y con el sistema Agility Control que de forma automática adapta la amortiguación y estabilización para ayudar en donde más se requiera.

En ciudad también tiene muchas de estas características que aunadas al gran trabajo de aislamiento del sonido exterior, hace que tus viajes puedan ser algo más tranquilos, así estemos pasando por el caos de la Ciudad de México. Eso sí, en entornos urbanos esa gran puesta a punto para carretera hace que de vez en cuando sientas un poco más secos los golpes en baches y que la misma suspensión ligeramente rebajada propicie que la zona central baja raspe con algunos topes altos si no se pasa con extremo cuidado.

La dirección es suave y fácil de llevar en ciudad, mientras que en carretera es progresiva y a mayor velocidad se siente más firme y nos pide girar menos el volante para dirigirlo. Bien ahí, aunque en general se siente más asistida que en otros modelos de este segmento, de nuevo priorizando la calma y comodidad que el engancharnos con la conducción.

El tren motriz me parece bueno, tenemos un cambio importante bajo el cofre y es que ahora ya no contará con un motor de 2.0 litros. En su lugar llega con un bloque turbo de cuatro cilindros y 1.5 litros, se trata de un motor con tecnología micro híbrida (Mild-Hybrid) que produce 204 hp y 221 lb-pie de par. Este poder se canaliza directo al eje trasero a través de una caja automática de 9 velocidades.

Su respuesta es suficiente, hundes el pie en el acelerador y responde rápido, pero con un impulso algo más progresivo que explosivo. No se siente lento, pero tampoco es tan dramático como sucedería en un BMW Serie 3 o en un Alfa Romeo Giulia. Como te mencionaba, su espíritu se enfoca en otras áreas antes que en una conducción adictiva, para eso está la línea AMG.

Este nuevo propulsor también se ayuda del sistema EQ Power de Mercedes-Benz que gracias a la electricidad, le puede brindar un extra de 20 hp y 147 lb-pie de par extra momentáneamente para ciertas maniobras, además de favorecer algunos sistemas como el A/C o el Start & Stop. También ayuda en la eficiencia y al menos en este caso llega a ser más notorio que en otros productos.

En términos de eficiencia en ciudad se ronda entre los 8 y 9 km/l. Sin embargo en carretera es fácil alcanzar cifras de hasta 14 km/l o incluso un poco más, que para un auto de este tamaño y peso, me parece sorprendente.

El sedán premium más equilibrado de su segmento

En este segmento los nombres presentes son realmente imponentes con montones de fortalezas y muy pocas debilidades. Tras haber conocido y manejado en su momento al Audi A4, BMW Serie 3 y Alfa Romeo Giulia, me queda claro que el nuevo Mercedes-Benz Clase C 2022 es el sedán premium a superar en casi todo aspecto. Por refinamiento, tecnología y conectividad simplemente se coloca como referente. Tal vez en el manejo Serie 3 y Giulia lo superan en sensaciones dinámicas, al menos en versiones similares a este C 200 Sport, aunque claro, es cuestión de enfoques y prioridades.