Este auto es un sueño. Por muchos años —o mejor dicho, décadas— en Clase S era el auto más avanzado de su época. Hoy ese lugar lo ocupa el Mercedes-Benz EQS, un sedán que no sólo representa la cúspide y el lujo de comodidad, sino también de inteligencia. Es un auto que me ha hecho pensar que he malgastado la expresión “auto como de ciencia ficción” en modelos que no lo merecían. ¿Queda claro lo espectacular que es? Lo tuvimos a prueba.
En video
Mercedes-Benz EQS EQS 580
$3,359,900
- Motor: Dos motores eléctricos sincrónico de imán permanente
- Potencia: 523 hp
- Par: 630 lb-pie
- Transmisión: Automática de una velocidad
- Tracción: Integral
- Frenos: Disco / disco
- Peso: 2,585 kg
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 5,216 mm
- Cajuela: 610 litros
- Consumo en ciudad: 18.9 kWh/100 km
- Autonomía: 570 km
- Capacidad de la batería: 107.8 kWh
- Fabricado en: Alemania
Por un momento pensemos que somos los ingenieros detrás del desarrollo de este auto. Mercedes-Benz nos ordena hacer el coche más avanzado hasta la fecha. ¿A qué le pondrías atención? Piénsalo unos segundos. ¿Ya? Bueno, pues la gente que desarrolló el EQS le prestó atención a cosas que no hubiéramos imaginado, como una luz de cortesía que se enciende automáticamente al estirar la mano hacia el lado del copiloto cuando estamos a oscuras. Y eso sólo por poner un ejemplo.
El Mercedes-Benz EQS se va tan lejos, que se convierte en el auto más aerodinámico de la historia. Su silueta parece trazada a partir de una sola línea de defensa a defensa, como si fuera una clase de cápsula, pero con la elegancia propia de Mercedes-Benz; un diseño tan limpio, que incluso esconde las manijas cuando está estacionado o en movimiento.
Puedo extenderme horas hablando sobre detalles curiosos, como su espectacular iluminación de LED, el acabado con miniestrellas de Mercedes-Benz en la parrilla o contarte que el cofre no abre para no contaminar su filtro HEPA, pero entretenernos tanto con su exterior sería restarle protagonismo a la verdadera joya de este auto, los interiores.
La interpretación más lujosa de la tecnología
Por mucho tiempo imaginamos que el auto del futuro sería un coche volador como el de los Supersónicos, pero la industria finalmente no siguió ese camino. En vez de esas cápsulas voladoras, terminamos haciendo coches parecidos a Robotina, y cuando esa idea se ejecuta con la destreza del EQS, realmente llegamos a la época del auto inteligente, que va más allá de simplemente conectarlo a internet.
Para empezar, Mercedes-Benz reinventa el tablero de los autos. En el EQS, el tablero en realidad no es un tablero, sino una macropantalla a la que ellos denominan HyperMBUX: una superficie de cristal de 56” compuesta por tres enormes displays, uno para el cuadro de instrumentos, otro para el sistema multimedia y uno más exclusivo para el copiloto.
La resolución es fantástica y la operación es sorprendentemente sencilla. Vibra ligeramente según las opciones que vas seleccionando y permite configurar accesos rápidos a los menús más utilizados. Tu información además queda protegida a través de un lector de huella táctil, aunque el auto también cuenta con reconocimiento facial, capaz de identificar expresiones faciales y aprender de ellas.
Gracias a esta función, el Mercedes-Benz EQS puede reconocer si estás cansado y ofrecerte una experiencia revitalizante, combinando juegos de luces, ráfagas de aire, masaje y música. Y ya hablando de masajes, el EQS ofrece diferentes programas tanto para los asientos delanteros, como para los traseros, en los que no sólo se involucran movimiento del asiento, sino también cierto tipo de masajes con calor.
El reconocimiento facial también está al servicio de la seguridad. Si el auto identifica que estás desviando la vista del frente porque estás mirando la pantalla del copiloto, en automático la apagará. También se apoya de esta función para anticiparse a tus necesidades; sus cámaras pueden leer la dirección de la cabeza, los movimientos de las manos y el lenguaje corporal para saber qué necesitas. Por ejemplo, al momento de ajustar espejos ya no es necesario seleccionar izquierdo o derecho, sólo mover las flechas. El auto ajustará el espejo al que estés mirando.
El asistente inteligente del EQS se puede vincular a dispositivos del hogar, por lo que desde un simple comando de voz puedes pedirle que encienda las luces, baje las cortinas o encienda la calefacción de tu recámara. La interfaz también reconoce quién le habla, de modo que si el copiloto dice “tengo frío” únicamente calentará su lado de la cabina. Y por cierto, hablando del A/C, cuenta con un purificador que muestra la calidad del aire dentro y fuera del auto en tiempo real.
Otras de las joyas tecnológicas del Mercedes-Benz EQS es —según la infraestructura y legislación de cada país— la posibilidad de estacionarse de manera remota. En cuanto el auto encuentra un cajón de estacionamiento, tú puedes bajarte y terminar la maniobra desde una aplicación móvil. Lo mismo para sacarlo del cajón.
Al rincón al que mires, el auto es tecnología: los faros pueden proyectar mensajes sobre el asfalto y reconocen lo que alumbran, hay un head-up display equivalente a una pantalla de 77”, la navegación tiene realidad aumentada, asistencias de conducción para lograr que prácticamente se maneje solo, el auto reconoce semáforos y los proyecta en la pantalla e incluso es capaz de memorizar la ubicación del tope en el que le pediste elevar la suspensión para que no lo tengas que repetir la siguiente vez que pases por ahí. Y esa información, además, la comparte al resto de los EQS. Aprendizaje colectivo.
Quizá lo mejor no está como tal en la tecnología, sino en la manera en la que se presenta. Lo armonioso de los sonidos, el exquisito tacto de las perillas, la espectacular iluminación ambiental y el grado de refinamiento digno de un auto de superlujo, con materiales de muy alto nivel en el rincón al que mires, con plazas traseras casi al nivel de una limusina.
El Mercedes-Benz EQS es más largo que un Clase S —sin tener en cuenta a la versión L— y tiene una enorme distancia entre ejes, cortesía de su plataforma dedicada a vehículos eléctricos de Mercedes. Puedes ir en la posición que más te acomode e incluso reclinar los asientos de manera eléctrica. En la parte trasera también hay una tablet ligada al sistema de infotenimiento para controlar el auto desde las plazas traseras.
Al volante es lo más cercano a una alfombra voladora
Así como al principio te decía que siento que malgasté la expresión “auto como de ciencia ficción” en otros modelos antes de conocer al EQS, hoy me doy cuenta que probablemente también lo hice con la expresión de “se maneja como alfombra voladora”. Con el Mercedes-Benz EQS literalmente sientes que flotas.
La manera tan silenciosa y delicada con la que se mueve este auto realmente te hace pensar que las llantas no están tocando el suelo, sino que va levantando para llevarte de aquí para allá con máxima suavidad y un nivel de aislamiento simplemente espectacular.
Para ser un auto tan grande, sorprende lo fácil de controlar, el radio de giro, la maniobrabilidad y el buen agarre en curvas. Esto se debe a que incluye de serie dirección en el eje trasero, que facilita la tarea de estacionarlo o de dar vuelta en U, y a alta velocidad permite tener un mejor paso por curva.
Aunque en teoría se trate del Clase S de los eléctricos de Mercedes, su plataforma es exclusiva. No se trata del chasis de un Clase S con motores eléctricos, sino de una arquitectura dedicada exclusivamente a la gama de vehículos eléctricos de la marca. Eso tiene sus ventajas, por ejemplo, en el aprovechamiento de espacio del que ya te hablé, pero también en la posibilidad de acomodar enormes baterías y motores eléctricos superpotentes.
El Mercedes-Benz EQS 580 que probamos cuenta con dos motores, uno en cada eje, para generar un total de 523 hp y 630 lb-pie. Todo disponible desde el primer roce del acelerador. Y aunque su aceleración realmente es emocionante, el auto reacciona con gran suavidad. En un 0 a 100 km/h puede medirse con modelos deportivos, aunque a nivel manejo busca más aislarte de cualquier perturbación; su comportamiento es extremadamente sedoso, aunque sin mucho tacto deportivo. Repito, no es un auto eléctrico de alto desempeño. O quizá sí lo es, porque el desempeño lo tiene, pero antes de darte sensaciones de deportividad, se preocupa por hacer de tu viaje uno de los más cómodos que puedes tener hoy en cualquier auto de producción.
Finalmente hablemos de autonomía. La batería responsable de alimentar al auto tiene capacidad de 107.8 kWh, una de las más altas del mercado. Con ella puede recorrer, según cifras oficiales de la marca, 627 kilómetros con una sola carga, y en la realidad tampoco queda muy lejano; bajo el consumo que obtuve podría haber recorrido alrededor de 570 km. Quizá un Clase S de potencia similar pueda recorrer tanto hoy sin pasar antes a la gasolinera.
9.8
A favor
- Todo.
En contra
- El tacto del pedal del freno aún no iguala al de un auto de combustión.
Un sedán fascinante
El Mercedes-Benz EQS es el primer sedán de lujo eléctrico y de producción masiva. Pero de lujo en serio. Su nivel de tecnología fue capaz de desafiar a mi capacidad de asombro en tiempos donde, admito, sentía que cada vez veía más de lo mismo. Este auto sienta un precedente de lo que quizá en unos 20 años será el estándar de la industria, así como el Clase S estrenó hace décadas tecnologías que hoy encontramos el modelos mucho más accesibles.
Este supersedán me dejó la tranquilidad de que en el futuro, cuando no haya motores de combustión, los autos eléctricos seguirán encontrando el modo de fascinarnos, ya sea con cámaras que reconocen nuestro estado de ánimo o con suspensiones que te hacen sentir en una nube.
Todo lo bueno en esta vida cuesta, y el Mercedes-Benz EQS tiene un precio de 2,716,900 pesos para su versión más accesible —de un solo motor y 333 hp—. La versión que probamos tiene una etiqueta de 3,359,900 pesos antes de cualquier equipamiento opcional. No es que me sobre el dinero, pero comparado con un Audi RS e-tron GT o un Porsche Taycan, el precio del EQS no suena descabellado, sobre todo mirando la experiencia tecnológica. Eso sí, si lo que buscas son sensaciones de manejo más entusiastas, Audi y Porsche llevan la delantera… en espera del lanzamiento de la versión AMG del EQS, y del modelo inédito totalmente eléctrico que está Mercedes-AMG.