Nissan Juke, prueba (parte 2)

Los tres modos de conducción del Nissan Juke le permiten adaptarse a diferentes circunstancias. Para el denso tráfico de la ciudad, el modo Eco ayuda a mantener ajustado el consumo, pero cuando es necesario ganar velocidad con rapidez —por ejemplo, para rebases—, la anestesiada respuesta del acelerador hace más notorio el turbolag.

En estos casos, el modo Normal es la opción. La transmisión trabaja a un régimen cercano a las 3,000 revoluciones, la dirección mantiene su suavidad, pero el acelerador es más sensible a la respuesta. En modo Sport, la dirección se vuelve ligeramente más dura, la caja CVT es más indulgente con los cambios y el acelerador responde al nivel de un hot-hatch deportivo.

Lo anterior repercute directamente en los consumos. El motor es tan elástico, que en modo Eco y sin tráfico se pueden lograr consumos 15.2 km/l, pero al entrar en la selva urbana y exprimir las ventajas de su motor turbocargado, el promedio se reduce a 8.6 km/l.

Un habitáculo con chispa

Por dentro, el Nissan Juke no es menos extrovertido. El habitáculo mezcla detalles al color de la carrocería en la consola central, lo que añade un toque chic. El diseño también apuesta por el vanguardismo, con curvas modernas y un par de pantallas, la táctil para controlar todo el sistema de infotenimiento y la pequeña para visualizar dos tipos de información: los modos de conducción y el aire acondicionado. Para ahorrar espacio en el tablero, el Juke utiliza los mismos botones para controlar estas dos funciones.

Las dos grandes áreas de oportunidad en el habitáculo del Juke son la ergonomía y la sensación de calidad. Aunque fue concebido para un cliente preocupado por el diseño, no deja de tratarse de un crossover, por lo que agradeceríamos más espacios para guardar objetos. Asimismo, la calidad de los materiales podría ser mayor considerando que la etiqueta rebasa los 300 mil pesos. No están mal armados, de hecho no existen ruidos que lo pongan en evidencia, pero los plásticos son duros al tacto y también brillosos.

Otro punto que mejoraríamos sería la disposición de la pantalla secundaria del tablero. La información que presenta es muy útil, pero su posición no es la más adecuada; colocarla entre los dos relojes del cuadro de instrumentos sería, a nuestro parecer, lo más acertado.

El equipamiento, muy bueno

El nivel de equipamiento es realmente completo. Ofrece comodidades como climatizador automático, asientos forrados en piel, quemacocos eléctrico, computadora de viaje, equipo eléctrico, control de velocidad crucero, mandos de audio al volante, rines de 17 pulgadas y un completo sistema de infotenimiento que ya incluye el sistema Nissan Connect con compatibilidad con redes sociales, sistema de navegación, reproductor de CD, MP3, entrada auxiliar, puerto USB, manos libres vía Bluetooth y seis bocinas. En el apartado de seguridad encontramos frenos ABS, controles de tracción y de estabilidad y seis bolsas de aire. Si nos ponemos exigentes, nos hubiera gustado contar con faros de xenón.

En materia de habitabilidad, no hay nada sorprendente. El Nissan Juke no es tan pequeño como podría aparentarlo por fuera, ni tan espacioso como la media de crossovers del segmento. El espacio no falta, pero tampoco sobra en ninguna de las plazas. No se le puede reprochar nada porque no defrauda y al final su cliente objetivo no tiene como prioridad el espacio interior.

¿Su argumento? El diseño

Actualmente no son pocos los rivales del Nissan Juke en México. Compite contra ejemplares como el Peugeot 2008, el Chevrolet Trax, el Suzuki S-Cross y el Ford EcoSport, pero vienen en camino los rivales de Honda —HR-V— y Mazda —CX-3—, más los que sigan apareciendo.

Su etiqueta, sin embargo, lo posiciona como un ejemplar de corte más premium. Arranca en 331,000 pesos, pero la unidad probada tiene un precio de 342,500 pesos, colocándose como uno de los más costosos del segmento, pero también uno de los mejor equipados, de los más ágiles y el del diseño más significativo. Si la calidad de materiales aumentara, el Nissan Juke tendría incluso argumentos para hacer frente a ejemplares como el MINI Countryman.

8.2

Diseño exterior9
Diseño interior8
Calidad7
Habitabilidad7
Cajuela9
Motor9
Comportamiento8
Seguridad9
Comodidad8.5
Precio7

A favor

  • Un rostro diferente de los crossover
  • Respuesta del motor
  • Nivel de equipamiento

En contra

  • Los plásticos del interior son duros
  • La caja CVT no suelta por completo la rienda del motor
  • Un mejor diámetro de giro facilitaría muchas maniobras

En Motorpasión México | Nissan Juke, prueba (parte 1)

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