Hace exactamente un año estaba probando un SEAT Ateca, la versión Xcellence. Hoy su gama ha crecido con la introducción de la variante FR, que atiende la estrategia de la firma española de tener dos topes de gama, uno orientado al lujo y otro a la deportividad. Así, el SEAT Ateca FR se estrena en México para esos clientes que quieren un vehículo de apariencia racing sin renunciar a las características de un SUV.
Sin interferir en lo absoluto con la mecánica, el SEAT Ateca FR recibe el atuendo deportivo propio de la casa. En lugar de utilizar piezas en plástico sin pintar para las zonas bajas, lleva todos sus componentes pintados en el color de la carrocería, lo que crea una apariencia más robusta e incluso hace pensar que viste con equipo aerodinámico, cuando lo cierto es que apenas cambian las taloneras a los costados y un par de piezas en acabado negro brillante al contorno del medallón, haciendo las veces de un alerón.
El diseño de los rines es único para esta versión. Tienen un diámetro de 18 pulgadas y van montados en neumáticos de perfil ligeramente más bajo que el resto de la gama. Si eres muy observador, notarás que el Ateca FR lleva unos de medida 215/50 contra los 215/55 de los Xcellence y Style.
El Ateca pertenece al segmento C-SUV —SUV compacto— y comparte la plataforma MQB con Volkswagen Tiguan. Su talla lo coloca como uno de los ejemplares más pequeños de su categoría. Mide 4.36 metros de largo, lo que ayuda a un diseño exterior bien proporcionado y, sobre todo, a facilitar maniobras en entornos urbanos frente a otros modelos que rozan los 4.7 metros, como Nissan X-Trail o el propio Tiguan.
Una cabina a imagen y semejanza del León
El interior también recibe un tratamiento estético discreto, que sólo lo sabrán distinguir aquellos seguidores de las siglas FR en SEAT. Se despide de las piezas café y naranjas del Xcellence y las reemplaza por plástico negro brillante o gamuza en el mismo color. Los asientos, el volante y la palanca de velocidades llevan costuras rojas, y una pequeña placa FR en la base del volante delatará que se trata del SUV con espíritu deportivo en la marca —CUPRA aparte.
Las líneas rectas que sigue el tablero van a juego con los rasgos angulosos del exterior y provienen directamente del trabajo interior del SEAT León. La ergonomía es correcta, la selección de materiales lleva mención honorífica y los ensambles son buenos a secas; nuestra unidad de prueba presentaba algunos ruidos en el panel de la puerta del conductor.
Aun con un enfoque europeo, sorprende el aprovechamiento del espacio interior y la cantidad de espacios para guardar objetos. La segunda fila goza de buen lugar para pies, piernas y cabeza en todas las plazas; a lo ancho será mejor viajar sólo con dos pasajeros, pues tres podrían llegar a ir apretados. El techo panorámico ayuda a incrementar la sensación de espacio interior.
El volumen de la cajuela es generoso —510 litros— y, omitiendo la guantera, hay buen lugar para guardar objetos al interior: revisteros en las puertas, portavasos de buen tamaño, un descansabrazos con su propio compartimiento y espacios para guardar el teléfono. Al frente hay cargador inalámbrico para smartphones y atrás hay un par de puertos USB con una rejilla de tela para colocar el teléfono mientras se recarga.
El equipamiento es casi con exactitud el mismo que en Ateca Xcellence. Pierde la cámara de visión de 360º —únicamente lleva de reversa— pero gana el cargador inalámbrico. Lo demás está compuesto por climatizador automático bizona, infotenimiento con pantalla de 8 pulgadas, compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, espejo retrovisor electrocromático, llave inteligente, una completísima computadora de viaje, paletas de cambio al volante, faros de LED, iluminación ambiental y freno de estacionamiento eléctrico.
Quizá hubiera sido interesante contar con elementos como asiento del conductor con ajuste eléctrico, monitoreo de punto ciego con alerta de tráfico cruzado trasero o algún sensor delantero de proximidad. De cualquier modo, con una etiqueta bien abajo de 500,000 pesos, su dotación de equipamiento nos parece competitiva.
Un SUV preparado para una conducción divertida
Al volante, el Ateca tiene poco de FR y no es por falta de diversión en su manejo, sino porque no hay ninguna clase de preparación deportiva que lo diferencie de cualquier otro Ateca. Su origen europeo se refleja en una suspensión más firme que en otro SUV, lo que crea ciertas sensaciones deportivas en su comportamiento, sin llegar a penalizar el confort. De hecho, nos parece lógico que SEAT decidiera mantener un buen nivel de comodidad en el Ateca FR, que por muy Fórmula Racing que sea, continúa siendo un SUV.
Su manejo es similar al de un compacto. Si tomamos como referencia al León, el Ateca se siente casi igual de ágil, aunque con el body-roll propio de una carrocería más alta y unos cuantos kilos de más. Es estable en curvas, con algo de tendencia a sobrevirar, pero muy fácil de llevar. La dirección es suave en modos Eco y Comfort, y se endurece lo suficiente en modo Sport para ayudar a una conducción más precisa.
Su propulsor también es responsable de dibujar sonrisas, sobre todo por la cantidad de par que puede desarrollar. Se trata del popular motor turbo de 1.4 litros de Grupo Volkswagen, capaz de generar 150 hp y 184 lb-pie. Por encima de 3,000 revoluciones, el motor encuentra su mejor momento. Aun con el control de tracción y bloqueo electrónico de diferencial, es común que la llanta patine si no medimos correctamente el acelerador al entrar rápido a alguna incorporación, sobre todo si es con el volante girado.
La transmisión automática de doble embrague es de siete cambios y brilla por su comportamiento multifacético. En modos Eco y Comfort busca la zona baja del tacómetro para obtener un buen rendimiento de combustible; en Sport es más tolerante con los cambios y busca mantenerse siempre por encima de 2,500 revoluciones para mitigar el pecado más grande de este motor: el retraso en la entrada del turbo.
Abajo de 2,000 revoluciones se siente falto de poder y da la sensación de que hay que hundir el pie en el acelerador para que consiga despegar. En el día a día, en ciudad, puede que no sea tan obvio; una vez que el tráfico se disipa, este efecto se vuelve mucho más notorio.
Una vez que te acostumbras, no hay razón para alarmarse. Lo cierto es que este motor es capaz de conseguir buenas cifras de aceleración —llega a 100 km/h en 8.6 segundos— y de consumo, en buena medida gracias a la transmisión y al sistema de desconexión de cilindros —puede funcionar con dos— que se activa automáticamente cuando soltamos el acelerador o apenas lo rozamos. En ciudad promediamos 11.6 km/l —la computadora marcaba un total histórico de 12.7 km/l—, muy bueno para este nivel de desempeño y para el segmento en el que se ubica.
Un SEAT Ateca para cada gusto
SEAT no quiere dejar ir ni un cliente. Que los Ateca FR y Xcellence estén disponibles con prácticamente el mismo equipamiento y exactamente el mismo precio da la posibilidad a sus clientes de elegir un vehículo de apariencia lujosa y estilo todoterreno, o bien, uno de carácter deportivo.
Quizá para satisfacer a los consumidores más ávidos de una conducción deportiva, SEAT pudo haber arriesgado con un Ateca de motor más potente y mejor preparado para la velocidad. En su mercado de origen está disponible con un motor turbo de 2.0 litros de 190 hp y suspensión trasera independiente, aunque esta configuración sólo puede llevarse con tracción integral y eso elevaría considerablemente su etiqueta en México. Al final, por los 464,900 pesos que cuesta, el Ateca aporta una apariencia deportiva en una propuesta divertida de llevar, bien dotada de equipamiento y que brilla por eficiencia.
8.6
A favor
- Es ágil. Se comporta casi como un hatchback.
- El rendimiento de combustible es muy bueno.
- Hay buenos acabados al interior.
En contra
- El start & stop es muy intrusivo.
- Hay margen de mejora para los ensambles.
- No hay una preparación deportiva real más allá del diseño.
SEAT Ateca FR
$464,900
- Motor: 4 cilindros turbo de 1.4 litros
- Potencia máxima: 150 hp @ 5,000 rpm
- Par máximo: 184 lb-pie @ 1,500 rpm
- Transmisión: Automática de doble embrague de 7 vels.
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / Disco
- Peso: 1,375 kg
- Velocidad máxima': 198 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h': 8.6 segundos
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Eje semirrígido
- Longitud: 4,363 mm
- Cajuela: 510 litros
- Consumo en ciudad: 11.6 km/l
- Consumo en carretera': N.D.
- Consumo combinado: 19.2 km/l
- Emisiones de CO2: 122 g/km
- Capacidad del tanque: 50 litros
' Cifras anunciadas por el fabricante
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