Suzuki Swift 1.2 GLX, a prueba: hay poca potencia, pero mucho poder de convicción

Todos hablan maravillas del Suzuki Swift. Incluso nosotros lo coronamos campeón en nuestra comparativa de subcompactos. El Boosterjet brilla por la magia de un propulsor divertido y eficiente, pero la mayoría de las versiones en México echan mano de un motor más modesto: un 1.2 litros atmosférico.

A nuestro garaje llegó un Suzuki Swift GLX, el intermedio de la gama y el más equipado que te puedes llevar con este motor. Lo estuvimos conduciendo un buen puñado de días para descubrir si 82 hp son suficientes para plantar cara a competidores hasta 50% más potentes. ¿Te quedas a saber si el Swift es igual de bueno en todas sus versiones?

La apariencia no discrimina al motor

Da igual si bajo su diminuto cofre hay un motor turbo de tres cilindros o uno atmosférico de cuatro. Por fuera, el Swift GLX luce idéntico al más costoso de la gama. La iluminación LED, los rines de 16 pulgadas en dos tonos y los paquetes de personalización son una constante en ambas versiones. La única evidencia es que en el GLX no hay una placa que diga Boosterjet sobre la tapa de la cajuela.

No hay velocímetro digital y la aguja del análogo no transmite mucha precisión.

La cabina sigue el mismo principio y comparten hasta el equipamiento. Con esta nueva generación se nota un esfuerzo de Suzuki por levantar la apariencia al interior de su auto; basta mirar la forma de los controles del aire acondicionado o el diseño del volante. La selección de materiales y su armado son los que todavía tienen un amplio margen de mejora.

Todos los plásticos a bordo del Suzuki Swift son rígidos y algunos son de apariencia económica, como el que cubre la guantera y la superficie del tablero. Los ensambles tampoco son los más sólidos: hemos probado Swift con 10,000 km y ya tienen ruidos cerca del cuadro de instrumentos. Nuestra unidad de prueba, con menos de 100 km, ya adolecía de crujido en las ventanas si no se encontraban totalmente arriba o abajo.

El equipamiento es muy completo, pero es difícil ignorar que no lleva ESC.

Pero si hablamos de equipamiento, el Swift GLX recupera su atractivo. Por poco menos de 250,000 pesos nos estamos llevando a casa un coche con faros de LED, sensor de luz, climatizador automático, infotenimiento compatible con Android Auto y CarPlay, llave inteligente, controles al volante e incluso navegación. Quizá no hubiera sido mucho pedir algún sensor de reversa o una cámara de visión trasera, pero en general califica como completo.

Entre lo que tiene y lo que no, la mayor ausencia se encuentra en su equipo de seguridad. Cumple en protección para pasajeros al ofrecer seis bolsas de aire —el GLS se conforma con dos—, pero por no llevar motor turbo, Suzuki decidió que este Swift no debía incluir control electrónico de estabilidad y eso lo deja en una posición incómoda frente a competidores como Hyundai Accent Hatchback, SEAT Ibiza o KIA Rio, que lo llevan de serie.

No se extraña un motor más grande

En lugar del motor turbo de tres cilindros, el Suzuki Swift GLX utiliza un bloque de cuatro cilindros de 1.2 litros de 82 hp y 83 lb-pie —sí, compartido con Ignis. Sus cifras suenan a poco y parece estar lejos de los 120 hp que llegan a ofrecer sus rivales, pero lo compensa inteligentemente con una construcción muy (muy) ligera. El Swift pesa sólo 890 kg, muy por debajo de los 1,100 kg que marca la media de su categoría.

Así, con poco peso que arrastrar, la potencia está muy bien aprovechada y el auto se mueve como si llevara un motor más grande. Hay suficiente energía para incorporaciones y rebases gracias a la buena cantidad de par disponible desde bajas revoluciones. Desde las 2,000 vueltas comienza a sentirse suficiente impulso y pronto se nos olvida que sólo hay dos dígitos de potencia.

El comportamiento es sensacional. El Swift es divertido de conducir y el motor no extraña una cifra de tres dígitos.

Me gustó el tacto de la palanca de velocidades y el escalonamiento de la transmisión. En quinta, a 80 km/h, el Swift GLX va justo a 2,000 revoluciones, de manera que hay suficiente poder para mantener el impulso sin necesidad de forzar el motor y conseguir un promedio de consumo de 17.4 km/l en ciudad. En carretera sí hay que mantener más altas las revoluciones para conseguir buenos ritmos y quizá una sexta velocidad en la caja le ayudaría a relajar la marcha a velocidades crucero, pero para lo que fue pensado —entornos urbanos— se lleva muy bien.

Sorprende lo bien que le queda el motor de 1.2 litros, pero lo extraordinario recae en su manejo. La dirección es rápida, el recorrido de la suspensión es corto y en todo momento el auto se siente bien pegado al piso, invitando a ir más y más rápido en la siguiente curva. Hay poco peso que transferir, así que el comportamiento es ágil.

El Suzuki Swift GLX es difícil de ignorar, pero le quedan asuntos por resolver

El Suzuki Swift sorprende por su manejo. Jamás creí que un coche de tan poca potencia pudiera llegar a ser así de divertido y escurridizo entre las calles de la ciudad, pero en Suzuki siguieron correctamente el principio de Lotus —guardando la escala, por supuesto— y crearon un producto muy atractivo, pero no inmune a críticas.

Su espacio interior está por debajo de la media del segmento y quizá a su cliente objetivo no le importe, pero la ausencia de control electrónico de estabilidad sí puede ser un foco rojo en pleno 2018. El Suzuki Swift me gusta, incluso con este motor, y lo recomiendo desde el punto de vista de manejo y ahorro, pero el recorte en seguridad ya me hace pensarlo una o dos veces si miro antes un Rio o un Ibiza.

8.3

Calidad7
Equipamiento8
Seguridad7.5
Motor8
Comportamiento9.5
Consumo10
Espacio interior7
Cajuela7
Comodidad9.5
Precio9

A favor

  • El consumo de combustible es muy bajo.
  • Buen equipo de confort y tecnología.
  • No le sobra potencia, pero tampoco le falta.
  • El manejo: muy divertido.

En contra

  • Algunos plásticos interiores se sienten económicos.
  • Los ensambles tienen margen de mejora.
  • No hay control electrónico de estabilidad.
  • Banca trasera y cajuela justas en espacio.

Suzuki Swift GLX TM

$247,990

  • Motor: 4 cilindros de 1.2 litros
  • Potencia máxima: 82 hp @ 6,000 rpm
  • Par máximo: 83 lb-pie @ 4,500 rpm
  • Transmisión: Manual de 5 vels.
  • Tracción: Delantera
  • Frenos: Disco / Disco
  • Peso: 890 kg
  • Velocidad máxima': 180 km/h
  • Aceleración de 0 a 100 km/h': 11.9 s
  • Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
  • Suspensión trasera: Barra de torsión
  • Longitud: 3,840 mm
  • Cajuela: 265 litros
  • Consumo en ciudad: 17.4 km/l
  • Consumo en carretera': 26.5 km/l
  • Consumo combinado': 22.2 km/l
  • Emisiones de CO2: N.D.
  • Capacidad del tanque: 37 litros

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