Nürburgring se ha convertido en el circuito más famoso del mundo, y no exactamente por las carreras que se llevan a cabo en el gigantesco trazado de 22 kilómetros, sino porque muchas marcas aprovechan la versatilidad de la pista para poner a punto sus autos deportivos… y no tan deportivos en muchas ocasiones.
Existen récords de vuelta para esta pista de prácticamente todos los segmentos existentes, pero el récord de vuelta para un auto de producción en general es el que todas las marcas de superdeportivos buscan, y últimamente cambia mucho más rápido que antes. El último en coronarse el campeón del circuito en esa categoría es el Lamborghini Aventador SVJ que todavía ni siquiera se presenta de manera oficial.
Hacer la vuelta más rápida en un circuito tan grande y con tantos trazados diferentes no es cosa fácil y se tiene que lograr un balance muy delicado para poder exprimir cada segundo del cronómetro, pero ¿qué se necesita para ser el más rápido en Nürburgring?
Poder
Lo primero, aunque tal vez no lo más importante, es potencia. Los últimos poseedores del récord han sido autos con mucha potencia, la gran mayoría excediendo los 500 caballos de fuerza. Sí, sabemos que hoy en día 500 caballos pueden no sonar mucho, pero créannos, es muchísimo. La potencia es sumamente importantes para las largas rectas que tiene el circuito así como para poder acelerar lo más rápido posible saliendo de una curva. Todos han recurrido a la potencia, menos uno.
Ligereza
El Radical SR8 LM se mantiene en la parte alta de la clasificación de tiempos del circuito a pesar de tener un motor con “solo” 360 caballos de fuerza. ¿Cómo lo logra? Pesando casi nada en comparación con todos los demás. El actual campeón todavía no revela sus datos técnicos de manera oficial, pero debe estar por debajo rondando los 1,500 kilos, mientras que el Radical pesa sólo 680 kilos. Sí, es prácticamente un auto de carreras, pero es legal para la calle así que sí cuenta.
Agarre
Poner toda esa potencia en el piso es la parte más complicada. El tratamiento aerodinámico es muy importantes y la manera en la que los autos modernos han logrado seguir bajando los tiempos es con la ayuda de sistemas aerodinámicos activos. Mientras que el auto está en una curva y necesita el apoyo aerodinámico, el sistema se activa y pega al auto al piso, mientras que en las rectas y zonas de alta velocidad deja fluir más aire a través de la carrocería para generar la menor cantidad de arrastre y ayudarle al auto a alcanzar su máxima velocidad más rápido.
Balance
Para lograr los mejores tiempos todo se reduce al balance. Se necesita un auto bien balanceado que cubra todos los puntos anteriores de la mejor manera, sacrificando lo menos posible en algún rubro por mejorar en otro. Al final del día un coche bien balanceado lo que da es confianza, y entre más confianza se tenga detrás del volante, más se puede empujar el auto hasta el límite.El Lamborghini Huracán Performante lograba justo eso, y parece que su hermano mayor lo ha llevado un paso más allá al aumentar la potencia y la velocidad, pero manteniendo la confianza tras el volante.
En Motorpasión México | Te ponemos al día: Estos son los 49 autos más rápidos de Nürburgring hasta hoy