Cuando paso por una gasolinera y veo a un coche eléctrico detenido en una isla, un montón de preguntas inundan mi mente. Luego recuerdo que los motivos de su visita pueden ser una simple revisión de la presión de los neumáticos o para rellenar el depósito del líquido limpiaparabrisas. La protagonista del video que verás a continuación, en cambio, no tenía más intención que llenar el —imaginario— tanque de un Model S con combustible.
La mujer que conducía este Tesla pasó un buen rato buscando el inexistente tapón de combustible. En algún momento encontró la toma de corriente, escondida al costado de la calavera izquierda, pero ni la peculiar forma del enchufe le hizo entender que se trataba de un vehículo eléctrico.
El video fue grabado por una persona que, pacientemente y sin ánimo de ayudar, esperaba a que la mujer se diera cuenta por sí misma. Al final, ha sido un trabajador del mismo establecimiento quien se acercó a ella para informarle que su vehículo no recarga combustible porque es eléctrico.
No se sabe si era la propietaria del Tesla Model S, si se lo prestó algún conocido o si se trataba de un vehículo rentado —que, en todo caso, se le debió haber informado el tipo de propulsión. Lo que queda claro es que al coche eléctrico le queda un gran camino por recorrer para que su uso sea tan natural, que no hagan falta explicaciones adicionales.