Este evento organizado por Ford de México a finales de cada año está cumpliendo su tercera edición y se está convirtiendo en toda una tradición en la que la marca invita a sus clubes de autos más importantes para que puedan disfrutar con sus autos de un día libre en pista y al mismo tiempo se ha convertido en un escaparate para presentar los últimos modelos de la marca americana como lo hizo en esta ocasión con las dos versiones de Mustang con las que pudimos intimar brevemente.
Vayamos por tamaño, de chico a grande y empecemos con la versión EcoBoost de 2.3 litros. ¿Un Mustang con motor 4 cilindros? Sí, aunque los más puristas no logren concebirlo, existe y lo hace de gran manera. En el papel, el motor 2.3 litros, mismo que usan modelos como Lincoln MKC, pudiera quedarse corto pero la potencia ofrecida es de 310 HP (10 HP más que la versión V6) y la entrega de potencia es tan divertida como todo auto con motorización turbocargada solamente que la única opción de transmisión que se ofrece es una automática de 6 velocidades; haría falta una manual para contar con una mejor experiencia de manejo.
Estéticamente el auto cuenta con las mismas líneas y detalles que caracterizan a toda la gama de Mustang, su rines son de 18 pulgadas y en el interior equipa asientos de piel y la tercera generación del sistema Sync que promete ser más eficiente que las anteriores.
Pasando a la cereza del pastel, y del evento, la versión Shelby GT350 del Mustang es toda una pieza que provoca sensaciones interesantes. Desde su brutal apariencia que grita y pone en claro sus capacidades con grandes tomas de aire, rines de aleación ligera en acabado oscuro que esconden el gran sistema de frenos Brembo de seis pistones adelante y cuatro atrás, hasta los cuatro escapes y el alerón trasero que seguramente será lo que la mayoría de la gente verá en las calles y autopistas.
El motor, un V8 atmosférico de 5.2 litros entrega 526 HP y un torque de 429 lb-pie. Su transmisión es manual de 6 velocidades con la cual se pueden sentir de manera pura todas las sensaciones de manejo que es capaz de entregar este auto que, lejos de entregar una brutal aceleración, es capaz de afrontar curvas y caminos revirados con tal facilidad que es difícil pensar que realmente es un Shelby.
En el interior todo está orientado al "confort" que se necesita para un auto tan potente como éste. Sus asientos Recaro no son los más cómodos pero sí los más efectivos en pista y al practicar un manejo deportivo, su sistema de infoentretenimiento no es el más llamativo y en su lugar está la opción de seleccionar hasta cuatro distintos modos de manejo empezando por el normal, deportivo, pista o nieve; también se incluyen las Track Apps que miden y ofrecen información de fuerzas G, vuelta en una pista, aceleración de 0 a 400 metros, 0 a 100 km/hr, entre otros.
Si bien es cierto que poder sentir las capacidades de estos autos en pista y en situaciones controladas es una experiencia en la que podemos exprimirle todo su potencia a sus motores, esperamos con muchas ganas poder compartirles pronto una prueba de manejo en situaciones "normales" de cada uno de estos autos, tanto del EcoBoost de cuatro cilindros, como del Shelby GT350 y sus descomunales 526 HP.
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