Manejar un automóvil es una actividad habitual que muchas personas realizan diariamente y que requiere de toda nuestra atención para poder hacerlo de forma segura. En los accidentes viales influyen muchos factores, como el exceso de velocidad, las distracciones o la ingesta de alcohol, aunque también existen otros aspectos que afectan nuestra capacidad de conducir, de los que no somos muy conscientes, y provocan accidentes de mayor o menor gravedad, como las alergias.
Recientemente, un estudio realizado en Estados Unidos dio a conocer un incremento de los fallecimientos en accidentes viales en días y lugares donde la acumulación de polen aumenta. Según las estimaciones del estudio, los días con más polen se traducen en un incremento del 5.8% en los accidentes mortales.
Otros datos del análisis mostraron que las condiciones meteorológicas también tienen un impacto directo sobre los niveles de polen, mientras que el efecto del polen fue más dañino los fines de semana. El polen es uno de los alérgenos más importantes y algunos estudios señalan que las épocas de polinización van a aumentar como consecuencia del cambio climático.
Además de las incomodidades propias que acarrean las alergias, pueden causar más de un susto al volante, ya que, más allá de la distracción que puedan causar los estornudos, suelen ir acompañadas de una somnolencia que afecta negativamente nuestra capacidad de reacción al volante, sin embargo, esto va ligado a antecedentes médicos más profundos.
De acuerdo con la Dirección General de Tráfico de España, la mitad de las personas que sufren alergias padecen también alteraciones del sueño. La congestión y los estornudos no nos dejan dormir bien, y si no dormimos, la consecuencia es que nuestra conducción se verá afectada.
Si eres alérgico al polen, y para contrarrestar este fenómeno mientras manejas, lo mejor es que revises si tu auto cuenta con filtro anti polen, el cual se encarga de atrapar, entre otras elementos, estas partículas. Si el filtro de tu coche no cuenta con esta característica, reemplázalo por uno que sí cumpla con ese requerimiento, ya sea con tu mecánico de confianza o cuando a tu coche le toque su próximo servicio de mantenimiento en la agencia.