Una llamada de emergencia a las autoridades de Redlands, en California, fue todo menos lo que se imaginaban: un auto había caído al fondo de la alberca de un gimnasio.
Un conductor perdió el control de su vehículo y condujo directamente al interior de un gimnasio, donde su auto terminó en la piscina del complejo deportivo.
“Afortunadamente, nadie resultó herido, pero esto pudo haber sido una tragedia”, dijo la Patrulla de Carreteras de California en un post de Facebook donde informó del accidente.
Videos que circularon en internet muestran al vehículo negro en el fondo de la alberca antes de ser retirado por una grúa. De acuerdo con las imágenes, el coche destrozó un ventanal y parte de una pared a su paso.
Según detalles reportados por USA Today, al momento del accidente no había nadie usando la piscina, y solamente el conductor del auto resultó con heridas leves que fueron tratados en la escena. El percance todavía sigue en investigaciones por parte de las autoridades.
La semana pasada ocurrió un incidente similar en Estados Unidos, pero intencional. Un hombre atravesó un concesionario de autos tras quedar inconforme con la compra de un coche, y la agencia se negó a regresar su dinero. En venganza, se estrelló contra el negocio.
Imagen: California Highway Patrol