Después de que gracias al Covid-19, las 500 millas de Indianápolis de pospusieron en agosto pasado, finalmente este próximo 30 de mayo del presente año, una de las disciplinas del deporte motor con mayor tradición en Norteamérica regresará para el beneplácito de sus seguidores y con ello un nuevo Pace Car para celebrarlo.
Así es, el deportivo americano por excelencia continúa al frente del convoy, solo que ahora con un toque diferente. El Chevrolet Corvette C8 en su variante convertible será en auto guía en la edición número 105 de la Indy 500. - Ahí les van algunos números - en 1978 fue la primera vez en la que Corvette fungió cómo Pace Car en Indianápolis, y en 43 años ha intervenido un total de 32 veces, siendo esta, la segunda aparición de un convertible desde el año 2008.
Regresando al Vette en cuestión, este luce un color Blanco Ártico, con detalles en color amarillo y negro, este último para algunas molduras y rines. Para mejorar su aerodinámica, cosa que es necesaria, porta algunas piezas como difusor frontal, estribos laterales y por supuesto un poco discreto alerón trasero. Obviamente también hay presencia de stickers alusivos a la competencia y un sistema de luces como lo tendría cualquier Pace Car.
Mecánicamente no presenta modificación alguna fuera de un sistema de escape de alto rendimiento y continúa con el bloque V8 LT2 de 6.2 litros con 488 hp y transmisión doble embrague de 8 relaciones, más que suficiente para poder desempeñar su importante labor.