Los vehículos eléctricos cada vez están cobrando mayor protagonismo alrededor del mundo, incluso, en países como Noruega, el 80 por ciento de su parque vehicular comprende autos eléctricos, sin embargo, la demanda mundial de petróleo no disminuye, tal y como Bloomberg había pronosticado en 2016, cuando en un estudio señalaron que este tipo de coches desaparecerían del mercado dos millones de barriles de petróleo al día, en 2023.
El 2023 terminó, y lo cierto es que las compañías petroleras no están precisamente en la quiebra, de hecho, la demanda mundial alcanzó un nuevo récord el año pasado, con más de 102 millones de barriles consumidos por día, casi la mitad de ellos destinados a la producción de combustibles fósiles para vehículos de combustión interna.
Esto a pesar de que la producción de coches eléctricos creció de manera exponencial. Tesla apuntaba a fabricar medio millón de unidades al año para 2020, algo que cumplió, sin embargo, ahora fabrica eso al trimestre, y se reparte el pastel a escala internacional con el gigante chino BYD. Entre los dos han fabricado casi tres millones y medio de vehículos eléctricos en 2023.
Las principales compañías petroleras como Shell y ExxonMobil, así como países productores de petróleo como Arabia Saudita, pronosticaban que los automóviles eléctricos solo representarán alrededor del 1% de todos los autos en circulación en 2040, pero la realidad es que, en 2023, esa cifra se incrementó hasta el 18 %.
La razón es que, de acuerdo con un estudio de la consultora Rystad Energy, especializada en investigación energética, con sede en Noruga, mientras las ventas de coches eléctricos no dejan de crecer, la demanda de combustible no se reduce, porque siguen existiendo demasiados camiones y autobuses con motores de combustión interna, los cuales están complicando los números necesarios para lograr la tan esperada descarbonización.
Los países que se han enfocado en fomentar el uso del coche eléctrico no han hecho lo mismo con el transporte por carretera, tanto de mercancías como de pasajeros. Retomando el ejemplo de Noruega, casi todos los camiones, camionetas y autobuses que circulan en este país son impulsados por motores de combustión, por eso, la demanda de diésel y gasolina para autobuses y camiones ha aumentado de 30,000 barriles por día entre 2010 y 2015 a 32,000 barriles por día en 2022.
En caso contrario, la demanda de combustibles fósiles para vehículos ligeros ha disminuido un 20% desde 2016, acorde con la penetración de los vehículos eléctricos e híbridos en el mercado a lo largo de todo este tiempo.