Últimamente los autos antiguos “nuevos” están cobrando cierta popularidad. Hay mucha gente a la que le parece que la mejor época en cuanto ha diseño pasó hace muchas décadas, pero entiende los inconvenientes de tener un auto con tecnología antigua, por lo que prefiere alejarse de los “clásicos”, eso sin si quiera tomar en cuenta el precio que pueden llegar a tener.
Afortunadamente para quienes son fanáticos de los autos antiguos pero gustan de la tecnología moderna, existen compañías que se dedican a “actualizar” modelos viejos para traerlos al nuevo siglo pero ¿cómo le hacen para cumplir con las reglas de emisiones y seguridad si son diseños antiguos?
La respuesta es que muchas veces no las cumplen, al menos las normas de seguridad, ya que un transplante de motor generalmente es parte de la renovación, haciendo más fácil que cumplan con las reglas de emisiones.
Nuevos pero con tecnología antigua
Hay casos específicos en los que no cumplen con ninguno de los dos, pero eso no evita que se vendan por millonadas de dinero. El caso más reciente que viene a la mente es el de los 9 ejemplares “continuación” del Jaguar XKSS 1957 que se vendieron por un millón de libras esterlinas cada uno. El XKSS era la versión de calle del famoso D-Type y se planearon fabricar 25 ejemplares, pero un incendio en la fábrica de Browns Lane destruyó 9 de los ejemplares, que la marca decidió fabricar 60 años después.
Estos nueve ejemplares son copias exactas de los modelos construidos en 1957, de hecho no son copias, son los nueve modelos que faltaron en esa producción, por lo que tienen exactamente las mismas especificaciones. Esto quiere decir que no cumplen con ninguna regulación actual. De hecho Jaguar dijo que quien comprara uno de estos 9 XKSS tendría que ver por sus propios medios la manera de emplacarlo y registrarlo para poderlo utilizar en la calle.
Modernos pero no nuevos
Hay otras compañías que se dedican a “modernizar” autos antiguos, como hace Singer con los Porsche 911. En este caso, el cliente lleva su 911 coupé o targa de 1989 a 1994 con todos los papeles en regla. Al terminar la restauración el vehículo mantiene su número de identificación así como la lectura del odómetro. Para cumplir con las reglas de seguridad originales del auto, las puertas originales se mantienen ya que cuentan con los protectores para impactos laterales. Se pueden ordenar puertas de fibra de carbono, pero deben ir acompañadas de una jaula antivuelco.
Al final de todo el proceso sigue siendo un 911 de principios de la década de los 90, pero con chasis reforzado, carrocería de fibra de carbono y motor completamente renovado, pero no es un auto nuevo.
Nuevo y viejo no siempre están peleados
Algo muy parecido está haciendo la compañía inglesa David Brown Automotive con el MINI original. En este caso también se cambian algunas partes de la carrocería, se modifica el motor y se le añade equipamiento actual al auto como conectividad con teléfonos inteligentes y sistema de clima por zonas. Pero al igual que los Porsches de Singer, no son autos nuevos. La diferencia es que en este caso el cliente no lleva su MINI original sino que la marca los consigue por su lado y te los vende ya restaurados.
Lo importante de estos dos últimos casos es que no son autos nuevos, por lo que no tienen que cumplir con las más nuevas reglas de seguridad y emisiones.
Estos dos no son los únicos que hacen este tipo de trabajos de restauración y no es extraño encontrarse autos que por fuera parecen originales pero que cuentan con mecánica actual: motores con inyección de combustible y convertidores catalíticos que cumplen con las regulaciones de emisiones, frenos ABS y sistemas de asistencia electrónica, estructuras mejoradas y reforzadas para soportar mejor una accidente, etc.
Sin embargo en estos casos de restauración no es necesario que cumplan con estos reglamentos ya que se imponen únicamente a los autos nuevos, y estos son autos restaurados, no nuevos.
Muchas veces no importa qué tanto reforcemos el chasis, los autos de otra época simplemente no estaban diseñados pensando en la seguridad como lo están los autos de hoy en día, por lo que les es imposible pasar las nuevas reglas de seguridad. Afortunadamente un transplante de motor se deshace del problema de las emisiones, aparte de que generalmente convierte al vehículo en una máquina más potente, eficiente y sobre todo, confiable.
En Motorpasión México | Nada le gana a un original. Se subastará uno de los 16 Jaguar XKSS originales