Algunos vehículos de arranque con botón precisan algún paso extra para terminar de encenderse, como en el Mazda CX-50 protagonista de esta historia, que requiere pisar el freno. Esta instrucción al parecer es tan confusa que fue causa de una demanda por 5 millones de dólares en Estados Unidos.
La historia está documentada en una demanda recientemente admitida en el Distrito Central de California. Joshua Meltzer, un residente de ese estado, se compró una camioneta CX-50 en mayo de este año. Pero dos semanas después, su hija se vio implicada en un accidente al intentar encender el vehículo.
“Al presionar el botón de Start-Stop, la pantalla le informó que debía ‘presionar el pedal del freno para encender el auto’”, dice el documento legal.
Pero tras hacerlo, la hija del demandante cambió la marcha de Park a Drive, y el vehículo comenzó a irse hacia atrás, pues no terminó de encenderse. Según el testimonio, la mujer quiso frenar o manipular el volante, pero no logró controlar el coche.
“Temiendo por su vida, ella saltó desde el asiento del conductor”, se lee en la demanda.
El Mazda terminó chocando contra un árbol, y ahora Meltzer demanda a la empresa por lo que considera un defecto de fabricación, que es que los conductores no son informados adecuadamente sobre cómo encender sus autos. La demanda busca atraer a otras personas afectadas en todo el país y abarca a todos los modelos de Mazda desde el 2017.
¿Defecto de fábrica?
La historia ha llamado la atención por las condiciones en que se dio el caso. Nada en el CX-50 operó de manera defectuosa, dijo la marca, sino que el vehículo funcionaba correctamente. En todo caso, los frenos debieron ser presionados más fuerte para detener el auto una vez que pasó a Drive mientras seguía apagado.
La demanda de acción colectiva argumenta que la conductora no tuvo manera de saber si el motor estaba encendido o no, y por eso movió la palanca de velocidad. Por lo visto, la ausencia del ruido del motor no fue indicador suficiente en el momento previo al accidente.
Otros detalles del caso son que el dueño del auto no ha reparado el Mazda desde el día del choque, pues exige que Mazda se haga responsable. Por otro lado, reconoce que tuvo que pagar los daños en el patio del vecino donde estaba el árbol donde se estrelló el CX-50.
Mazda, como muchas marcas automotrices, ya ha recibido demandas de acción colectiva por razones más defendibles. En agosto, la empresa admitió un defecto de fábrica que causaba fugas de anticongelante, que afectaba a algunos modelos de 2016 a 2023.