Es común que los número de emergencia reciban cientos de llamadas de personas que reportan algún crimen, actos de violencia, accidentes, etcétera, sin embargo, la policía de North Yorkshire, en el Reino Unido, recibió una llamada inusual, del tipo que sus agentes nunca hubieran imaginado que escucharían.
Un hombre de 52 años llamó al 999, el número de emergencias de este país, para denunciar que había un conductor ebrio en la carretera, y resulta que el conductor ebrio era quien llamaba. La policía informó que el hombre les dijo que conducía ebrio y no sabía lo que estaba haciendo.
El sujeto continuó diciéndole al operador que estaba en el área de Knaresborough y que había tenido un fin de semana pesado. La Sala de Control de la Fuerza envió inmediatamente agentes de policía de carreteras a la zona. Cuando se le pidió más detalles sobre dónde estaba, ayudó al despachador, lo que permitió a los oficiales encontrar su camioneta negra que estaba estacionada al costado de la carretera, en solo 15 minutos.
Una vez que los oficiales lo encontraron, le realizaron la prueba de alcoholemia, la cual arrojó 123 microgramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre. Finalmente, fue arrestado bajo sospecha de conducir en estado de ebriedad y posteriormente fue puesto en libertad bajo fianza, para comparecer ante el Tribunal de Magistrados en los próximos días.