Ideas para el mundo automotriz que no resistieron el paso del tiempo o no fueron viables

Las ideas para mejorar productos o innovar en áreas de oportunidad continuan llegando a diario, muchas veces abriéndose paso hasta la producción y con un augurado éxito tremendo, desafortunadamente, algunas al paso de los años simplemente no tienen el impacto deseado o resulta que otra opción hace la misma o mejores funciones que la original y quedan descartadas.

Hoy nos adentramos en lo que algún día se veía como una solución más que buena y hoy sólo vemos como un intento que no llegó a lo que se tenía planeado.

Mapas físicos

El saber dónde estamos y a cómo llegar a otro destino en el pasado podía llegar a ser difícil sin la ayuda de alguien que conociera la zona a bordo de nuestro auto, un mapa o recordar a la perfección las indicaciones y referencias.

Actualmente, tenemos sistemas de localización satelital integrados a nuestro auto, o incluso en nuestros smartphones. Los mapas en tales dispositivos se actualizan constantemente y ofrecen hasta información de tránsito en tiempo real.

Ahora los mapas tradicionales poco a poco quedan en el olvido, pues ocupan mucho más espacio que un dispositivo portátil, no puedes interactuar con ellos como en los digitales al buscar puntos en específico con un par de clics y el hecho de que para actualizarlos la única forma es comprar una versión nueva. Tal ha sido el efecto que para nosotros, la famosa Guia Roji se ha tenido que declarar en quiebra.

Coches con motores nucleares

Sí, leíste bien, en los 50 tras el gran desarrollo y descubrimiento de aplicaciones de la energía nuclear, hicieron que se pensara en abastecer a todas las ciudades del mundo con una fuente energética casi inagotable y que también se podrían crear transportes eficientes con tal tipo de energía. A pesar de que actualmente veamos submarinos o portaaviones propulsados con reactores de este tipo, un auto es un asunto diferente.

Varias marcas incluyendo a Ford, llegaron a pensar en esto y presentaron sus conceptos. Los del óvalo azul, lanzaron dos prototipos, el Nucleon y Seattle-ite XXI.

El gran problema con este tipo de tecnología fue el riesgo que presentaban —¡No me digas, Sherlock!—, pues en su momento se descubrió que para evitar contaminación radioactiva a los pasajeros, se tendría que llevar al menos una capa aislante de 50 toneladas y varios metros de grosor, después estaba el hecho de que un choque podría desencadenar una reacción que terminaría con una explosión bastante catastrófica a cientos de metros a la redonda.

Coches anfibios

Como en alguna película de James Bond, la idea de los coches anfibios en su momento fue popular, sin embargo, el costo de producción terminaba siendo muy alto, además de todo lo que conlleva aislar algunos componentes, el sistema para el timón, y el aumento de peso que significaba. Todo eso terminaba por darnos un coche poco ágil y poco funcional, y un bote no muy veloz y maniobrable.

Actualmente, hay quienes siguen creyendo en la idea, pero son muy pocos, los vehículos anfibios tiene más utilidad en el mundo militar. Para el uso civil, los "coches voladores" son lo que está concentrando el esfuerzo hasta de algunas marcas muy reconocidas.

Quinta rueda para estacionamiento

Este es muy interesante. En los 50 se pensó en una idea que podemos decir !increíble! y que a la fecha a muchos que conozco —a quién engaño, también para mi—, sería de gran utilidad para las maniobras de estacionamiento paralelo.

El invento consistía de una quinta rueda situada en la parte trasera del auto. Al activar su mecanismo, dicha rueda se desplegaría, levantando la parte trasera del auto y permitiendo mover tal eje a la derecha o izquierda, dejando que el auto pudiera entrar en algún lugar, con sólo dos movimientos, sin usar la reversa.

La idea no triunfó debido a que reducía el espacio de la cajuela, añadía peso, no tenía asistencia hidráulica y era un gasto innecesario, al facilitar una maniobra que en teoría no es la más complicada del mundo.

Faros escamotables

Tal vez, además de los diseños extremadamente cuadrados, es la característica más recordada de los 80, los faros escamotables o pop-up. Aunque hayan existido desde antes. Tal vez no serán una pieza tecnológica gigantesca, pero sí marcaron una época donde muchos modelos los usaban. Dichos faros podían cambiar la imagen de un auto y se pueden encontrar en coches como el MX-5 NA (primera generación) o un Lamborghini Diablo.

Se quedaron atrás debido a que no eran los más aerodinámicos, si fallaba el sistema de apertura, te quedabas sin una luz o ambas aunque sirviera el faro, y porque en caso de atropellar a un peatón, podrían causarle más lesiones.

En Motorpasión México | Tecnologías que en los 80 y 90 eran lo más exclusivo y hoy parecen lo más ordinario

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