¡Vaya momentos históricos que estamos viviendo! Los últimos años a nivel mundial han estado regidos por varias crisis de todo tipo. Todo comenzó con la crisis generada por la pandemia, después varias crisis económicas y por si fuera poco una guerra en Europa entre Rusia y Ucrania. Las consecuencias han sido devastadoras en varios frentes afectando a todo tipo de industria, incluyendo claro, a la automotriz. Ahora desde Europa llegan noticias de la posible próxima crisis, la del cristal; que por supuesto afectaría a la industria automotriz.
The Wall Street Journal reporta que en Europa varias industrias están siendo fuertemente afectadas por la producción de cristal, ya que este material está elevando su precio a un ritmo alarmante. ¿La causa? El gran costo energético que tiene y su dependencia del gas natural para calentar la arena que es su componente principal. ¡Ah! y el hecho de que en Europa, la mayor cantidad de gas natural usado por ese continente viene de Rusia, quienes ante las sanciones que han recibido, han reducido o cerrado por completo el suministro de gas a varios países.
Recientemente Rusia ha dicho que por motivos de mantenimiento y reparaciones en sus conductos de gas ,cerrarían el suministro a Alemania durante algún tiempo. Declaración que varias autoridades europeas no creen que sea real, viéndolo más bien como una medida para presionar a ciertos países para quitar sanciones que les han impuesto tras el conflicto con Ucrania.
Ante esta situación muchas industrias han tomado medidas y han decidido comprar por adelantado mucho de este material, desde empresas cerveceras para tener envases ante una posible escasez, hasta la industria automotriz. Tal cual cita TWS, Volkswagen ya está comprando más parabrisas de los que normalmente adquieren para tener un stock listo para no detener su producción y venta de autos por la falta de un componente tan sencillo, pero a la vez tan esencial.
El problema no solo afectaría directamente a Volkswagen, si no que a todas las marcas que producen autos en Europa, incluidas Mercedes-Benz, Audi, BMW, Ford, SEAT, Porsche, MINI, Volvo, FIAT, Ferrari, Lamborghini, Peugeot, Citröen, entre muchas otras; también el consumidor saldría afectado con ajustes de precios del producto o bien esperas aún más largas para recibir su auto.
