Japón busca reducir lo más rápido posible su cantidad de emisiones de carbono, buscando que para 2050 puedan tener una nación completamente neutra en emisiones contaminantes y para conseguirlo uno de los puntos clave sería la prohibición de autos con motor de combustión interna para el año 2030.
Al parecer la Unión Europea no es la única interesada en eliminar cuanto antes la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, y es que recientemente en Japón se lanzó una propuesta de cero emisiones para el año 2050, misma que podría aprobarse antes de que termine el año y que prohibiría la comercialización de vehículos con motor impulsado por gasolina para el año 2030.
De acuerdo con información publicada por Reuters, esta propuesta nace tras las declaraciones hechas el año pasado por Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, quien pidió a todos los países miembros reducir su emisión de contaminantes en un 45% hacia el año 2030.
De igual manera, esta propuesta en el gobierno japonés no solo busca reducir las emisiones contaminantes del archipiélago asiático, sino también reducir la dependencia de su país del petróleo, sustancia de la cual importan el 100% del suministro al ser un territorio netamente consumidor, pues no hay que olvidar que fue la falta de “oro negro” en su región la que orilló al imperio japonés a buscar extenderse hacia el territorio de China, Corea y Tailandia durante la Segunda Guerra Mundial.
Katsunobu Kato, portavoz del gobierno de Japón, declaró que el Ministerio de Industria busca perfilar un plan de trabajo para finales de este año con el cual podrán reducir sus emisiones de carbono, contemplando la prohibición de los autos de motor de combustión interna para el inicio de la siguiente década en vehículos de tipo turismo.
Esto daría un fuerte golpe a los fabricantes de la región quienes actualmente basan gran parte de su oferta en los modelos a gasolina, dejando una mínima participación a los vehículos diésel y cubriendo el 30% restante del mercado con modelos electrificados, ya sean híbridos tradicionales o enchufables o autos puramente eléctricos.
No podemos olvidar que, a pesar de tener una oferta a gasolina tan grande aún, fueron justamente los fabricantes japoneses quienes empezaron con la fabricación de modelos electrificados durante la década pasada, ya sea con modelos eléctricos como el Nissan LEAF, el primer auto eléctrico producido en masa y el más vendido en el mundo, o con híbridos como el Toyota Prius o el Honda Insight, sin olvidarnos de sus llamativos modelos de celda de hidrógeno como el Toyota Mirai, que muy pronto estrenará su segunda generación.
Por su parte, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, ya había anticipado desde octubre pasado el plan para descarbonizar Japón para el año 2050, y si bien en aquel momento no entró en detalles sobre cómo se llevaría a cabo esta tarea titánica, ahora parece que este nuevo anuncio se inserta directamente dentro de esos planes de energías sustentables.
La premura con la que se busca llevar a cabo estos planes se entiende mejor si miramos el informe previo de Boston Consulting Group, donde se estima que para el año 2030 en el país del sol naciente el 55% del mercado automotriz estará constituido por autos eléctricos, por lo que este nuevo plan únicamente aceleraría el proceso.
Esto nos lleva claramente a que los fabricantes nipones más importantes del mundo, Toyota, Nissan, Subaru, Mitsubishi, Suzuki y Honda, tendrían que impulsar de manera fuerte las tecnologías limpias de movilidad, sobre todo si el ascenso de Biden en el gobierno estadounidense sigue este mismo camino de cero emisiones (algo muy probable) pues la presencia de estos fabricantes en el territorio norteamericano es muy importante.
Por ahora no podemos hacer más que sentarnos y ver cómo evolucionan y se movilizan los fabricantes ante estas nuevas regulaciones medioambientales, pues si damos una mirada al pasado es importante la evolución que se ha tenido en los últimos 10 años en temas de electrificación, pues por poner un ejemplo en el año 2010 solo había 60 puntos de recarga públicos en todo Japón, mientras que hoy hay más de 5,000 por todo el país.
Como sea de lo que estamos seguros es que esta transición ya no se puede detener e inevitablemente los vehículos con motores de combustión interna terminarán desapareciendo del mapa, incluyendo los modelos híbridos, dando lugar a la llegada de los autos eléctricos convencionales, o a los aún más llamativos modelos de celda de hidrógeno, que por ahora parecen ser la opción menos evolucionada pero más ecológica que tenemos para revertir el cambio climático.
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