Los autos eléctricos hoy en día se han convertido en prácticamente gadgets con ruedas, además de que son silenciosos, eficientes, cero emisiones y con aceleraciones que antes eran propias de los autos deportivos, sin embargo, hay un factor que está llamando la atención en cuanto a la seguridad se refiere: su mayor peso en comparación con un auto convencional.
Ingenieros de las instalaciones de seguridad vial, de la Universidad de Nebraska, realizaron una prueba de impacto de una camioneta 100% eléctrica contra un guardarraíl, muy comunes en las carreteras, para observar su comportamiento.
El resultado arrojó que la pick up, de casi 4 toneladas de peso, atravesó la barandilla de metal y apenas disminuyó la velocidad hasta chocar contra una barrera de concreto a unos metros de distancia, al otro lado del camino.
El principal culpable de esto es el peso extra de los vehículos eléctricos proviene de sus grandes baterías, necesarias para lograr una autonomía de aproximadamente 480 kilómetros por recarga. Por sí solas, las baterías pueden pesar casi tanto como un automóvil pequeño de combustión interna. En la actualidad, los vehículos eléctricos suelen pesar entre un 20% y un 50% más que los vehículos de gasolina y tienen centros de gravedad más bajos.
Tras la pruebas, el equipo de investigación está planteando determinar cómo diseñar barreras en las carreteras que minimicen los efectos de los choques, tanto para vehículos más ligeros a gasolina como para vehículos eléctricos más pesados.