En medio de devastadores incendios que han dejado 27 víctimas mortales y unas 12,000 hectáreas arrasadas por el fuego, desde Los Ángeles, EE. UU. surgen historias de momentos inspiradores y de unión comunitaria. Por ejemplo, la de un par de mexicoamericanos, amantes de los lowriders, que usaron mangueras de jardín para proteger los autos y viviendas de sus vecinos.
Joseph Collins, propietario de Double Pump Hydraulics, escribió un mensaje en Instagram para agradecer a sus vecinos, Pepe Trujillo y su hijo, Jorge, por salvar su negocio, vivienda y las de cinco vecinos más. De forma voluntaria, los hombres subieron al techo del establecimiento y al de las casas de otros residentes para mojarlos con mangueras comunes y protegerlos de las llamas que rodeaban su vecindario ubicado en Altadena, uno de los más afectados por los incendios en el condado de Los Ángeles, en California.
“Andamos haciendo lo que podemos”, se escucha a Pepe Trujillo decir en un video que compartió en su perfil de Instagram, donde critica el poco involucramiento de los vecinos para intentar proteger sus propiedades ante el fuego inminente.
Mientras tanto, se le observa, junto a su hijo Jorge y otro voluntario, David, regar con una manguera de jardín la fachada de una casa en llamas, el techo de un negocio y las carrocerías de al menos cinco coches clásicos.
“Estaba tratando de evitar que las brasas y el resto del fuego se propagaran a la casa del colega Double D. Y felicitaciones a todos los colegas y a la comunidad lowrider por unirse y ayudar”, compartió David desde su cuenta en la red social.
Pese a los esfuerzos de los voluntarios, Collins reportó que sí tuvo afectaciones en su negocio, que permanece cerrado a la espera de reparaciones en su estructura. Sin embargo, los autos se salvaron. El único daño visible en su carrocería y capota convertible se lo llevó un Chevy Bel Air de 1960’s.
La comunidad de lowriders se une
Los lowriders, un elemento de la cultura chicana en Estados Unidos, tienen especial relevancia en las ciudades de California y en otras con gran presencia mexicoamericana en ese país. En torno a los autos clásicos modificados hay una comunidad de aficionados que lucen sus vehículos con suspensiones, motores y estéticas personalizadas.
Además de las propiedades y autos que los Trujillo ayudaron a salvar de las llamas, los residentes de Altadena han tenido una participación activa como voluntarios estas semanas. Mientras Pepe Trujillo llevó comida a animales extraviados y lastimados, Jorge Trujillo, de 37 años, lideró una especie de centro de acopio y comunitario improvisado en una gasolinera, según relató el New York Times.
Lo que estos y otros voluntarios tuvieron en común es que pertenecen a la comunidad de lowriders de esta zona de Los Ángeles, y trabajan en talleres que los personalizan o son dueños de estos autos.
Aunque las autoridades no contabilizan coches individuales como parte de las estadísticas de la devastación por los incendios de Eaton y Palisades, están incluidos en los conteos de estructuras quemadas, de las que van casi 15,000. Ambos incendios siguen activos, mientras las autoridades continúan sus esfuerzos para sofocarlos en su totalidad.