Los hot rod y en general los autos modificados a partir de coches de la primera mitad del siglo pasado han crecido con un gran número de seguidores y una cultura que se lleva hasta el limite por tener una de las creaciones más interesantes del momento. En Chrysler entendieron eso perfectamente y durante algún tiempo vendieron un hot rod de la era moderna, el Plymouth Prowler, quédate para que recuerdes con nosotros a este peculiar deportivo.
Chrysler siempre se ha mantenido como uno de los tres grupos automotrices más importantes de Estados Unidos, durante su historia han entregado vehículos que le han dado un nuevo rumbo a la carrera de la industria automotriz. Sin embargo, durante los 90 tuvieron un impulso por dejar que sus diseñadores dieran rienda suelta a la imaginación y atacaran un nicho de mercado muy específico, el de los coches retro, pero aún más preciso, el de los hot rod.
En 1990 un hombre que ahora es alabado en el mundo de la personalización de autos estadounidenses clásicos estaba por terminar su carrera en el Art Center College of Design en Pasadena California, tal hombres es nada más y nada menos que Douglas Foose, mejor conocido como Chip Foose. Al grupo de Foose se les propuso un proyecto para poder graduarse, el de crear un diseño para Chrysler que tuviera por ejes el crear un hot rod moderno.
Foose aceptó el reto y preparó todo un trabajo a nivel tesis que incluía un diseño en particular llamado "Hemisfear", uno de los dibujos de este concepto sería la inspiración para que el equipo de Thomas Gale diera paso a la llegada del Plymouth Prowler. Para 1993 Chrysler presentó el concepto del Prowler, mismo que fue bien recibido e impulso Chrysler a llevarlo a producción.
Fue hasta 1997 cuando este vehículo llego a las calles de la mano de una de las marcas ya desaparecidas de Chrysler, Plymouth. Lo que más llamó la atención del auto fue el hecho de llevar llantas al descubierto, además de un frente tan afilado y una parte trasera tan ancha. Este vehículo siempre fue un convertible, a pesar de que el diseño de Chip Foose sobre el que se inspiraron fuera un Coupé.
El Prowler no era un auto tan grande, de largo medía apenas 4,199 mm, de ancho 1,943 mm y de alto 1,293 mm, su peso era de apenas 1,270 kilogramos. Algo interesante con él era que la cajuela era muy pequeña, por lo que decidieron crear una especie de mini remolque que tenía la misma forma que la parte trasera del Prowler, incluso llevaba rines del mismo diseño, aunque de un tamaño mucho más pequeño.
El interior mantenía algunos detalles retro y un acabado en el mismo color de la carrocería, podía llevar asientos en piel, cristales eléctricos, aire acondicionado, radio con reproductor de CD y cassette, entrada sin llave y dos bolsas de aire por ejemplo.
De 1997 a 1998 se vendió con un motor V6 aspirado de 3.5 litros 214 hp que se conectaba a una transmisión automática de cuatro cambios montada en la parte trasera del auto y que también enviaba el par al eje trasero. Con ese conjunto podía hacer el 0 a 100 km/h en 7.2 segundos y estaba limitado electrónicamente a 180 km/h.
De 1999 a 2002 cuando terminó su producción le dieron un nuevo motor con bloque de aluminio, mismo que podía producir 253 hp, con él y la misma transmisión, sus cifras mejoraron a** 5.9 segundos** para el 0 a 100 km/h y 190 km/h como velocidad punta.
Justo en el año 2000 Chrysler tuvo que dejar atrás a la marca Plymouth, por ello los últimos modelos del Prowler, se vendieron como Chrysler Prowler. En total durante sus años en producción, se armaron un total de 11,702 autos.
El Prowler desapareció debido a una baja en ventas, pues su nicho era muy especializado. Sin embargo, fue suficiente para hacer feliz a miles de consumidores amantes de tal estilo de vehículos. Cabe mencionar que un Chrysler Prowler fue colocado dentro de una cápsula del tiempo en Oklahoma, Estados Unidos, dicha cápsula está programada para abrirse en el 2048.