
Lo que prometía ser una revolución en la industria automotriz se ha convertido en un dolor de cabeza para Tesla. La Cybertruck, la pickup eléctrica de la compañía, enfrenta dificultades para venderse, con unas 2,400 unidades acumuladas en inventario y un valor inmovilizado superior a los 200 millones de dólares.
Los datos llegan desde TeslaInfo, quienes tienen monitoreado el inventario de la marca. Tesla tiene unos 6,500 autos en stock tan solo en Estados Unidos, de los que las Cybertruck sin venderse representan casi 37%.
Antes de su lanzamiento, Tesla aseguraba tener más de un millón de pedidos anticipados, pero la realidad ha sido muy distinta. Aunque esperaba una producción de 125,000 unidades anuales, en 2024 solo se habrían logrado vender cerca de 40,000 camionetas, y prácticamente todas han sido llamadas a revisión en un punto u otro. Este bajo desempeño comercial ha llevado a la compañía a reducir la fabricación para evitar una acumulación incluso mayor de inventario.
Uno de los factores principales del fracaso ha sido la poca fiabilidad en la camioneta. En poco más de un año, la Cybertruck ha recibido ocho llamadas a revisión por defectos de fabricación, incluyendo problemas con acabados y componentes esenciales. Además, la versión ‘barata’ del modelo nunca se concretó, lo que terminó por desalentar a potenciales compradores, analiza Electrek.
La situación ha escalado al punto de que Tesla ha dejado de aceptar estos vehículos como parte del pago para adquirir otros modelos de la marca. Propietarios que quieren deshacerse de sus camionetas defectuosas quieren devolverlas, pero la empresa se niega a aceptarlas y los obliga a recurrir a la Ley Limón (Lemon Law) en Estados Unidos, un proceso legal complejo que varía según el estado.
Mientras las demanda caen, los precios también se desploman. En el mercado de segunda mano, la Cybertruck ha perdido hasta 55% de su valor en un año. Algunos analistas creen que Tesla podría ofrecer descuentos para deshacerse del inventario, pero el futuro del modelo sigue siendo incierto. Lo que alguna vez Musk prometió como un ícono de innovación, ahora está más cerca de pasar a la historia como el mayor fracaso automotriz de las últimas dos décadas.