A mí siempre me ha costado trabajo decir adiós. A los lugares, a la gente, a la última cucharada del postre y a los coches. Despedir a la séptima generación del Volkswagen Golf GTI no es tan sencillo al saber que podría ser la última en México, y por eso le pedí una última vuelta a Volkswagen para… ¿decirle adiós?
Si lo miras fríamente, está claro que el Volkswagen Golf GTI ya terminó su ciclo de vida. Su diseño ya no encaja con el ADN de Jetta o de Taos, y mucho menos con el de ID.4; el interior no lleva un cuadro de instrumentos digital ni interfaz VW Play. Es más, ni freno de estacionamiento eléctrico.
Pero más allá de lo visible, el Golf GTI sigue vigente en lo que más importa: el manejo. Este auto llegó a mis manos después de haber probado a su sucesor, y aunque confieso que la propuesta tecnológica del GTI 8 me pareció espectacular, el modelo anterior sigue siendo tremendamente divertido y se despide antes de poder considerar que ha caducado.
OK, sí, en términos de tecnología y diseño ya ha sido rebasado por el resto de la gama —y de sus rivales—, pero su fecha de caducidad se siente prematura desde el volante. Sigue siendo un auto sumamente equilibrado, con tacto lo suficientemente preciso y rápido para considerarlo divertido, pero a la vez dócil y cómodo para disfrutarlo en el día a día. Su encanto está ahí: es un hot-hatch que se disfruta en la calle a 50 km/h, no sólo en pista.
Buenos días. ☀️ pic.twitter.com/yuuPBZPaWm
— Gerardo García (@Gerard_GC) October 31, 2021
Me resulta curioso hablar —y probar— un auto que ya no está a la venta. Las unidades de la edición especial Oettinger de despedida ya se vendieron, y el último Golf GTI fabricado en México se subastará dentro de unos días. Rara vez me toca conducir un auto del que no hay precio… porque ya no se fabrica. Antes de que este GTI se jubilara, pedí probarlo.
Al final, lo que sucede en torno al Volkswagen Golf GTI es resultado de una trayectoria donde el cariño juega un papel crucial. Al momento de su salida del mercado, el precio lo dejaba al mismo nivel de un CUPRA León; un auto que sin duda da más por tu dinero: más tecnología, más potencia y más capacidades. Pero el Golf GTI tiene ese je ne seis quoi que, pensándolo un poquito mejor, sí sé qué es: un auto con historia, que ha coleccionado fanáticos y que puede permitirse cobrar por la nostalgia.
Día de Muertos, o cómo el Golf GTI dice adiós en noviembre
Los días que probé el Golf GTI coincidieron con la celebración de Día de Muertos, y el hecho de que ya no esté a la venta me pareció una coincidencia muy curiosa, sobre todo por el lazo que une a este modelo con la cultura mexicana. Y aun más curioso que la subasta del último Golf fabricado en Puebla y la prueba de manejo de la octava generación sean en este mes, en el que se lleva a cabo una de las celebraciones más icónicas de México.
En cada rincón del país, el 2 de noviembre se celebra Día de Muertos. Hay regiones donde los festivales y exposiciones se vuelven más icónicos. Una de ellas es Michoacán. En Tlalpujahua, por ejemplo, se realizan recorridos de Catrinas y Catrines, y el pueblo participa con la realización de distintas ofrendas.
Tlalpujahua también es conocido por su trayectoria minera y, sobre todo, por ser un importante productor de esferas navideñas. La celebración de Día de Muertos se conecta con Navidad a través de la venta de esferas en una feria que inicia el 9 de octubre y termina hasta el 19 de diciembre. A ello se suma una gran experiencia gastronómica, producción de fruta en conserva, cabeza de res cocida en horno de piedra y pan de pucha tradicional.