Nigel Pinder, un entusiasta británico, dio vida al Pinderwagen, un Golf CL de 1990 al que le dio el carácter de un misil tierra-tierra, capaz de detener el cronómetro en muy respetables 7:23 minutos por vuelta en el Nürburgring, una hazaña que nos adelanta del gran trabajo, a nivel mecánico, que este fanático del Golf hizo en este coche, el cual fue capturado por la lente de Speedhunters.
Para poner en contexto este logro, el Pinderwagen dejó en el camino a coches de la talla del Honda Civic Type R 2023, que registró un tiempo de 7:44.88 cuando enfrentó el circuito alemán, así como al Renault Mégane RS Trophy-R (7:45.39), Honda Civic Type R 2018 (7:43.80), Volkswagen Golf GTI Clubsport S (7:47.19) y al Honda Civic Type R 2016 (7:50.63), por citar algunos ejemplos.
La idea de Pinder de crear esta interesante máquina no fue por casualidad, ya que una desilusión que tuvo en su primera vez rodando en el infierno verde en 2006 con un coche japonés así como el deseo de marcar un mejor tiempo que el de su hijo en el mismo trazado, fueron sus dos grandes motivaciones.
Quizá una de las modificaciones más grandes que tuvo que hacer fue en el motor de cuatro cilindros de 2.0 y 16 válvulas, que equipaba la variante GTI de aquella época, el cual ahora es capaz de generar 505 hp.
De acuerdo con Pinder, “el Golf II es un coche fiable que atrae por su naturaleza indulgente, su simplicidad mecánica y su reputación de manejo básico. Esta plataforma bien diseñada, como punto de partida, me ha permitido entender y desarrollar el coche. He aprendido mucho en el camino. No soy mecánico, todo lo que hago ha sido de forma autodidacta”.