Por fin llegó el nuevo Volvo EX30 a México, el SUV más pequeño de la compañía que nació como un vehículo 100% eléctrico y que, además fue lanzado con un as bajo la manga, un gran precio.
Esta semana tuvimos oportunidad de conocerlo a detalle y manejarlo por los extraordinarios paisajes que puedes encontrar al norte del país. Para ser más específicos, partimos desde Tijuana hacia Ensenada, una ruta en la cual pudimos aprovechar sus bondades y, sobre todo, familiarizarnos con él, porque sí, déjame te digo de una vez, que no es un SUV como todos. Aquí te cuento el por qué.
Diferente de 'pies a cabeza'
Vamos directo con el diseño, una imagen que a simple vista es ya bastante familiar, puesto que supo portar con inteligencia esa herencia escandinava que por años ha sido parte de toda la gama.
Es atractivo sí, pero sin duda lo que más llama la atención está en el interior. Al abrir la puerta del conductor te encontrarás con una cabina muy ´a doc´ con lo que vemos en el exterior, es decir, un diseño limpio, minimalista y sí, sin botones.
Esto podrá sonarte algo familiar puesto que Volvo no es la única marca que ha hecho esto, sin embargo, sí la primera en llevarlo a otro nivel…empecemos: no tenemos un botón de encendido, es decir, el coche se enciende en “automático” al poner la palanca en Drive, misma que encontrarás detrás del volante. Sí, te saltas todo el ritual ya conocido de presiona el botón, mueve la palanca de velocidades, quita el freno de mano y vámonos.
Segundo, prácticamente todo se controla desde la pantalla central de 12.3 pulgadas, y aquí no hablamos solo del volumen o del aire acondicionado, sino de funciones que antes dabas por hecho el cómo se hacían, desde controlar los espejos laterales, encender las luces del vehículo, activar el limpiaparabrisas e incluso para abrir la guantera.
Cuando logras familiarizarte con todas estas funciones, la convivencia se vuelve sencilla y como cualquier otro vehículo eléctrico, carente del sonido convencional que nos ofrecen los modelos de combustión interna, pero con el torque inmediato para sacarte una sonrisa cuando pisas el acelerador.
Diversión sin novedades
El manejo en sí no sorprende y sin que suene como algo malo, es simplemente parte del resultado que ha traído consigo la gran ola de modelos eléctricos que han llegado al país en los últimos años; poco a poco comienzas a “acostumbrarte” a esas sensaciones, a conocerlos mejor, a entenderlos mejor y por supuesto, a adaptarte a su manejo.
Es un SUV con buena respuesta al volante y tres versiones disponibles que van desde la de entrada que cuenta con una batería de 51 kWh ion-litio fosfato, con autonomía de 344 km hasta la más equipada -que fue la que probamos- que ofrece una batería más grande con 69 kWh y hasta 476 km por carga.
Aunque analizar el comportamiento de un modelo eléctrico en tan solo un día es prácticamente imposible, sí pudimos notar que el tema de la autonomía es bastante bueno, esto basándonos en un manejo en el cual en ningún momento se buscó cuidar los kilómetros recorridos, por el contrario, buscando un manejo más dinámico y divertido.
¿El origen define a un vehículo?
La pregunta del millón. A mi parecer la respuesta es un rotundo no, pero lo que si es una realidad es que queda un camino muy largo por recorrer y hacerle ver -con hechos- a los mexicanos que los productos de origen chino ahora son diferentes, con sus excepciones, pero está claro que cada vez hay mejores vehículos y propuestas que no tienen nada que ver con lo que conocimos hace muchos años con los modelos FAW. Volvo EX30 proviene de China y sin dudarlo sigo creyendo que es un producto que vale la pena.