Probamos el Toyota RAV4 2016: Descubrimos que el que arriesga no gana

Cuando escuchamos el nombre de Toyota lo primero que nos viene a la mente son autos duraderos, confiables y de un diseño sobrio. Toyota entró en un momento de renovación desde hace un par de años, dándole un enfoque diferente a sus autos uno por uno, hace dos años fue el turno de su SUV más famoso, el Toyota RAV4, mismo que hemos probado en esta actualización y que nos ha dejado diferentes sensaciones y opiniones.

A principios de año Toyota anunciaba que desaparecería su marca enfocada a un mercado joven, Scion, ya que ella misma estaba en proceso de modificar su gama para satisfacer a un target adulto y uno más joven con los mismos productos. El Toyota RAV4 se ha unido a esa lista aterrizando la propuesta de manera satisfactoria con unos cuantos cambios que corresponden a la última mitad de esta generación. ¿Te quedas a conocerlo con nosotros?

El detalle es lo que cuenta, y en los autos también

Todo tiende al cambio y a la evolución, afortunadamente, Toyota ha tomado un rumbo diferente y está agregando, lo que en opinión de varios, le faltaba a la marca. Y es precisamente una propuesta de diseño más arriesgada, probablemente una de las más arriesgadas del segmento, justo por detrás de la nueva KIA Sportage.

Al frente dejamos de lado las formas con tendencia a ser redondas y amigables para dar paso a algo más angular, con mayor carácter y algunas combinaciones de colores que avivan sus formas. Dependiendo de la versión encontraremos algunas diferencias, en nuestro caso, pudimos probar la versión SE AWD, por lo que encontramos faros LED con iluminación diurna también en LED, faros de niebla y la parte inferior de la fascia en color plata. En esta actualización, la parrilla se cubre con una franja de color negro, solida y la fascia tiene un rediseño más agresivo.

En los costados las cosas mantienen un carácter relajado y como es de esperarse en este segmento, incluye un borde en plástico negro que rodea todo el contorno de la carrocería.

En la parte trasera también encontramos grupos ópticos en LED, en versiones inferiores siguen teniendo la iluminación tradicional. De igual forma destacan algunas líneas más angulares. Las luces de reversa se encuentran en la parte inferior de la fascia —antes estaban junto a las luces de alto y direccionales—, no lucen mal, sin embargo, hay que tener más cuidado al estacionarse, pues su localización las hace más vulnerables a recibir daños.

En general el RAV4 luce más actual gracias a toques pequeños pero justos, bien acertado hacer ese cambio en el diseño de faros y añadir la franja solida en color negro que une ambas ópticas, tanto el frente como en la parte trasera.

La propuesta de diseño también invade el interior

Abrimos la puerta y las cosas no han cambiado desde que llegó esta generación, cosa que está bien, pues ese interior sigue viéndose actual con varios puntos que atraen automáticamente la mirada. Especialmente, lo que más llama la atención es la consola central que incluye una pantalla táctil de 7" con GPS, radio HD, bluetooth, entrada auxiliar, información general del vehículo, y configuraciones del mismo. La interfaz responde rápido y es clara, aunque el GPS puede ser confuso de inicio y a veces no toma las rutas más adecuadas, mismo problema que vivimos con el Prius hace unas semanas.

Fuera de ello cumple bien su trabajo, en el apartado de sonido también lo hace sin complicaciones, pues cuenta con 6 bocinas para disfrutar de tus melodías.

Un poco más abajo tenemos el aire acondicionado de doble zona, accionado por dos perillas y un par de botones, finalmente, el botón de encendido. Ya en la parte más baja nos podemos encontrar los accionadores de la calefacción del asiento de conductor y acompañante, entradas auxiliar, USB, botones para modo de manejo ECO y SPORT y la toma de corriente de 12W. Siguiendo esa misma línea tenemos la palanca de la caja de cambios y un freno de mano tradicional, más atrás el reposabrazos con dos niveles y buen espacio.

En el volante, que por cierto está forrado en piel, tenemos controles de audio, teléfono y de la pantalla que forma parte del cuadro de instrumentos, misma que muestra información sobre nuestro consumo, multimedia, GPS, y desempeño de la suspensión y tracción integral.

El interior es bastante cómodo y nos inunda con tecnología, aunque cabe destacar que hay algunos plásticos que por su precio y versión, desentonan. Por ejemplo, los usados en el volante se ven y se sienten de una calidad diferente a la del resto del volante. El tablero vaya que es atractivo, sin embargo, la parte superior del mismo, comparado a algunos rivales como el Mazda CX-5 o Kia Sportage, incluso Honda CR-V, usa un plástico duro que también hace contraste con los otros materiales suaves. Cabe aclarar que es un material duradero, aunque a la vista puede que no te convenza del todo.

En el apartado de espacio interior, tanto adelante como atrás viajarás muy cómodo, en ningún momento te quedarás corto en espacio de piernas, cabeza o lateral, claro si viajas con otras tres o cuatro, incluyéndote. El asiento del conductor cuenta con ajuste eléctrico, los demás son manuales, pero incluso la banca trasera puede reclinarse en 60/40 para viajes más placenteros.

La cajuela, con apertura y cierre automático, dispone de 547 litros capacidad en su estado normal, si abatimos los asientos traseros se pueden obtener 1087 litros de capacidad. Nada mal, cuenta con cobertura retráctil y una red que nos puede ayudar a cuidar algún equipaje frágil, aunque, eso sí, esta red colocada vibra bastante, si no la necesitas, puedes dejarla guardada.

¿Y qué tal se mueve con tracción AWD?

La parte más atractiva del RAV4 es sin duda el manejo, lo primero que noté al ponerlo en movimiento fue la precisión de su dirección, que buen trabajo hizo Toyota en este apartado, se siente natural a velocidades altas y bajas. Por otro lado, la suspensión es un poco dura, pues refuerza un manejo más dinámico, aún así, puedes disfrutar del camino sin sentir el castigo total de la superficie, algo típico de estos SUV.

Su motor es un 4 cilindros de aspiración atmosférica de 2.5 litros con 176 hp y 172 lb-pie de torque que se acopla a una transmisión automática de 6 velocidades, que en esta versión también podemos controlar con paletas detrás del volante.

La respuesta es bastante buena, pues si mides la presión del pedal del acelerador puedes obtener un avance suave que solo accionará el eje delantero, una vez que le exijas más entrará en acción el eje trasero —este solo es de apoyo, el delantero tendrá siempre tracción—, tanto para ofrecerte potencia, como mejor tracción y estabilidad, conforme la situación lo demande. Esto también forma parte de la actualización que recibe este modelo.

El modo ECO, claramente adormece la respuesta del motor y nos ayuda a ahorrar gasolina, mientras tanto el Sport, mantiene más arriba las revoluciones y si usamos la transmisión en modo manual, podemos obtener sensaciones agradables de su manejo. En ningún momento se trata de algo deportivo, pero sí, de algo más dinámico, gracias al torque y a su tracción All Wheel Drive, siempre nos otorgará una sensación de empuje adecuada, tanto para rebases en carretera como para incorporaciones a vías rápidas en ciudad. Las asistencias siempre están alerta y funcionan bien, aunque el ABS a veces entra en acción con situaciones que no lo requieren del todo.

Seguridad de nivel Toyota

Bien, el RAV4 cuenta con una buen abanico de sistemas activos y pasivos de seguridad, para empezar, cuenta con bolsas de aire frontales, laterales, de rodilla para conductor y de cortina para primera y segunda fila de asientos.

Sistema LATCH e ISO FIX para sillas de bebé, control de tracción estabilidad, frenos ABS con distribución electrónica de frenado, asistente de ascenso o descenso en pendientes y cámara de reversa. Además de estructuras reforzadas para mejor absorción de fuerza de impacto, aislando la misma de la cabina en la mayor medida posible. Todas estas asistencias están disponibles desde la versión de acceso hasta la tope de gama.

Entonces, ¿Sí o no para el RAV4?

El Toyota RAV4 es un SUV compacto muy completo que hace lo necesario para mantenerse vigente y atraer a un nuevo mercado. En el interior la comodidad domina a pesar de tener un par de detalles de los que ya hablamos.

Su equipamiento es bastante bueno, aunque para su precio y segmento nos hubiera gustado ver un techo panorámico, salidas de aire acondicionado para asientos traseros, freno de mano electrónico y retrovisor elctrocrómico. La seguridad es una de las mejores de la categoría, probablemente, la mejor, por lo que es un SUV que querrías para que tu familia viaje segura.

En cuanto a desempeño debo decir que es bastante agradable, especialmente la dirección, puede que no sea tan dinámico como un Mazda CX-5, pero se mantiene cerca de él y por su carácter más familiar se entiende. Aunque debes tener en cuenta que sus consumos no son los más bajos del mercado.

Así que ahí lo tienes, el RAV4 deberá ser tuyo si buscas seguridad, equipamiento de muy buen nivel, un manejo en punto entre dinamismo y comodidad, y no te molestan mucho algunos detalles de ergonomía y consumos.

Si buscas algo más enfocado en la comodidad el Honda CR-V es la opción, si buscas algo que enfatice el manejo el Mazda CX-5 y KIA Sportage deben estar en tu lista.

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