La escena del tuning explotó como una olla a presión a principios del nuevo siglo. Los antes tan amados autos de motores gigantescos eran reemplazados por autos asiáticos más pequeños ligeros y eficientes, que claramente tenían la capacidad de ser modificados fácilmente. También hubo algunos deportivos con motores más grandes que podían ser mejorados en muchos aspectos, uno de ellos fue el mítico Nissan 350Z.
Llegó desde Japón y por si sólo era un auto divertido y hasta cierto punto rápido, pero cuando los tuners le pusieron las manos encima, se volvió uno de los coches más populares para ser modificado. Hoy recordaremos que lo hacía tan especial.
De regreso a las raíces del 240Z
Nissan (Datsun) y otras marcas niponas, en sus inicios se caracterizaron por fabricar autos pequeños y eficientes que poco a poco se ganaron un lugar en las cocheras de muchos países, desde los que estaban en desarrollo, hasta gigantes que se vieron afectados en su momento por alguna crisis petrolera. Dichos coches sólo se veían como eso, una opción que ayudaba ahorrar, pero carecía de la emoción de los autos más potentes.
Poco a poco Nissan comenzó a sorprender con algunos modelos que ofrecían la confianza y un buen consumo, pero agregaban un manejo divertido e incluso hasta deportivo. Entre esos precursores estuvo el Datsun 240Z, un coupé de dos plazas que llevaba el buen manejo a un auto japonés, confiable y accesible, sobre todo accesible. Esas cartas lo hicieron acreedor a convertirse en un clásico instantáneo, y a dar vida a una de las familias automotrices más queridas por los entusiastas. Tras el éxito del 240Z llegaron más modelos, más tecnológicos, capaces y caros, algunos ya perdiendo la esencia del deportivo accesible que el 240Z había instaurado.
Cuatro generaciones tras la aparición del 240Z llegó un reboot a dicha familia. En 2001, en el Auto Show de Tokio, se presentaba un nuevo inicio, bajo el nombre de 350Z, un coche de quinta generación que apuntaba a usar la fórmula del 240Z en el mundo contemporáneo.
Deportivo, ligero, capaz, divertido y alcanzable
El Nissan 350Z se presentó al mundo en 2001, entró a producción y comenzó a venderse en 2002 como modelo 2003 y terminó su ciclo en 2008 con algunos modelos vendiéndose aún en 2009 junto a su reemplazo, el 370Z.
El 350Z llegó haciendo homenaje al fundador de la familia, bajo el cofre llevaba un motor V6 aspirado de 3.5 litros y 24 válvulas que entregaba 287 hp y 274 lb-pie de torque. Para algunos era un retroceso después de tener modelos biturbo como el 300ZX, sin embargo, este ofrecía un equilibrio casi perfecto entre costo y desempeño. El motor del 350Z era el VQ35DE, un motor que no era único para este modelo, de hecho lo compartía con el Altima, Maxima, Quest (minivan) y el Infiniti G35; aunque claro, con varias modificaciones para darle una sensación más deportiva. A dicho motor se acoplaba una transmisión manual de seis cambios o una automática de cinco que llevaba el poder al eje trasero para impulsar sus 1,462 kg.
La plataforma, a diferencia de algunos de sus antecesores no era única para este coche, también se compartía con el Infiniti G35, aunque claro, con varias mejoras para hacerlo más rígido y mejorar sus capacidades de manejo, cosa que sirvió muy bien, pues el 350Z es conocido por ser muy controlable bajo toda situación. De igual forma, ayudó la distribución de peso, pues los ejes se empujaron lo más que se pudo hacia los extremos y el centro del motor, se montó tras el eje delantero.
Llevaba una suspensión frontal McPherson independiente y una trasera multilink, lo que favorecía el buen manejo en curvas, para detenerse usaba frenos de disco en las cuatro ruedas, sin embargo, en las versiones más completas llevaba frenos de mayor poder firmados por Brembo.
Con el paso del tiempo fue ganando un par de mejoras hasta llegar a los 300 hp, tener suspensión más rígida y distintas nuevas opciones para el comfort y seguridad.
En cuanto a ediciones especiales, podemos decir que estuvo plagado de ellas, siendo de las más destacables la NISMO de 2005, S-Tune; que celebraba el éxito de la marca en el campeonato Super GT de Japón. Estas ediciones especiales se caracterizaban por llevar motores ligeramente más potentes, pero sobre todo por hacer el manejo del auto más preciso, al modificar la suspensión, dotarlos de mejores llantas y eliminar peso.
Como auto de carreras, también tuvo una larga participación en distintas categorías, aunque de cierta forma comenzó a tomar mucha relevancia en las competencias de Drift, donde se unió a otros autos japoneses ya conocidos en tal rama.
En cuanto a diseño, el 350Z tenía muchos trazos afilados, algo característico eran sus calaveras muy largas, lucía bajo de altura y bastante ancho, cosa que aumentaba su percepción de auto deportivo. Al interior se caracterizaba por tener muchos contrastes de tonalidades claras y oscuras, además de poder elegir asientos en colores claros.
Mundo del tunning
En cuanto al mundo del tunning, que estalló unos años antes de que apareciera el 350Z. Fue un auto muy codiciado para ser modificado, el mercado de piezas aftermarket era gigantesco, todo gracias a las facilidades que su motor y otros componentes otorgaban a quienes buscaban tener un auto diferente. Dentro de la cultura pop de la época, fue parte medular de películas como Rápido y Furioso, especialmente en la entrega "Reto Tokyo" y en el mundo de los videojuegos.
A título personal, le tengo mucho cariño a este auto por haber sido protagonista en el videojuego Need For Speed: Underground 2, uno de los juegos en los que más tiempo pasé cuando aún estaba en primaria. El 350Z era una de las mejores opciones para personalizar, desde entonces ha sido uno de mis favoritos en le mundo real.
El Nissan 350Z fue revolución y nostalgia a la vez. Vino a cambiar el paradigma de nuevo para Nissan, trayendo un producto relativamente accesible para las capacidades que tenía y con la base tradicional que el 240Z había instaurado. Estuvo en producción y venta por poco más de seis años, tiempo que le bastó para ser recordado y amado por miles de afortunados propietarios y aquellos que soñaban con tener uno. Parte de poder contener su precio respecto a lo que ofrecía, fue el hecho de usar más piezas compartidas con otros autos de la marca. Su popularidad aseguró que en 2009 llegara su sucesor el 370Z que mejoraba en todo aspecto y que también tuvo una cantidad gigantesca de ediciones especiales. Este auto ya va por su décimo aniversario, aunque pronto es posible que veamos a la séptima generación de los Nissan Z.
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