El nuevo vehículo es un Mercedes-Benz ML, último modelo, blindado. La recepción de esta unidad se da en medio de un recordatorio de humildad que, citando, el Papa Francisco decía hace unos días: “Me duele ver a los curas y monjas que van con un auto último modelo (...) hay que ser coherentes con la pobreza”.
Car And Driver también nos recuerda que la relación entre la Iglesia Católica y Mercedes-Benz data desde hace 80 años, moviendo a Papas como Pío XI, en un Nürburg 460 Pullman Saloon; luego, Juan XXIII utilizó otro par: Pullman Landaulet 600 y 300 SEL. Pablo VI, repitió con el Pullman Landaulet 600; Juan Pablo II era transportado en una Clase G, mientras que Benedicto XVI anduvo a bordo de una ML 2002.
No sabemos si estos vehículos han sido al gusto de los Papas, sobre todo ante la imagen que quieren mostrar ante los feligreses. Ellos te dirán que no, pero lo cierto es que las reglas (no escritas) en el Vaticano exigen carrozas seguras y, ya entrados en gastos, de lujo.
Vía | Car And Driver