Whatever that means, dice Audi para presentarnos al Q3 Sportback. Los SUV coupé son exactamente eso: un término forjado con conceptos que se contradicen, pero que de algún modo lograron mezclarse para crear "lo que sea que signifique" esta nueva categoría. La fórmula ha sido tan exitosa, que mientras hatchbacks de tres puertas y coupés genuinos se despiden de un mercado que ya no los busca, los SUV coupé se vuelven el pan de cada día.
Salimos de ruta para conocer a detalle al Audi Q3 Sportback, tan solo unos meses después de haberle puesto las manos encima al Q3 "a secas". Esta vez, en lugar de ponernos al mando de una versión con motor 1.4 TFSI, probamos la opción más potente de la gama, un 2.0 TFSI de 180 hp.
Bastaron unos cuantos segundos de tenerlo frente a mí, para darme cuenta que el Q3 Sportback tiene una personalidad muy distinta a la del Q3, a pesar de ser prácticamente el mismo modelo. Son detalles los que consiguen esa apariencia más agresiva: la parrilla de acabado tipo panal en lugar de una de barras verticales, una línea de cintura más baja y, desde luego, un poste C inclinado para formar un medallón de estilo coupé y un pequeño remate en la tapa de la cajuela.
Las medidas también cambian ligeramente. El Audi Q3 Sportback es 16 mm más largo, 13 mm más corto y 49 mm más bajo que un Q3. Estas diferencias restan algo de espacio para cabeza en la banca trasera, donde pasajeros altos irán más justos. El Q3 Sportback conserva la segunda fila corrediza para optimizar espacio para pasajeros o volumen de carga, según sea necesario. Audi reporta los mismos 530 litros de capacidad de cajuela que el Q3.
Un SUV que sobresale al volante
El Audi Q3 Sportback 40 TFSI que probamos llega a México con el motor 2.0 TFSI de 180 hp y 236 lb-pie, asociado a una transmisión automática de doble embrague de siete cambios y a un sistema de tracción integral Quattro. Es la opción más potente de la gama, y aunque no se siente más explosivo que el 1.4 TFSI que probamos hace algunos meses, sí se conduce mejor.
La explicación es sencilla: tenemos más poder, pero también 150 kg extra debido al peso adicional del sistema de tracción integral. Con este motor se recorta 1.5 segundos el tiempo de aceleración a 100 km/h respecto al 1.4 TFSI, aunque la ventaja principal no se encuentra en la respuesta del motor, sino en el comportamiento dinámico. Con tracción Quattro, el Q3 Sportback brilla por una conducción más neutral, que permite un paso por curva más rápido y menor inclinación de la carrocería. A ello se suman frenos de buen tacto y una dirección en el punto entre precisión y ligereza.
Nuestra ruta fue de Ciudad de México a Tepoztlán. Llegando al emblemático pueblo mágico morelense encontramos calles de adoquín e incluso tramos de terracería —si has ido, sabes a lo que me refiero. La suspensión se siente firme y los rines de 19" se hacen notar, pero nunca llega a incomodar ni a dar la impresión de una amortiguación seca. Todas las versiones que llegan a México incluyen de serie la suspensión confort, incluso bajo la especificación S-Line que probamos. El balance entre dinamismo y comodidad es bueno; a mi parecer, no hace falta una suspensión deportiva más rígida, al menos no con este motor.
La posición de manejo es lo suficientemente alta como para sentirse en un SUV, aunque no vamos sentados tan elevados como en uno normal. En el puesto de mando es fácil encontrar la posición correcta, pero la visibilidad no siempre es la óptima comparado con un SUV normal debido a lo inclinado del medallón.
Como suele ser habitual en los modelos más accesibles de Audi, las asistencias de conducción se ofrecen de manera opcional. Que el monitor de punto ciego y quizá el freno autónomo de emergencia se ofrecieran como equipamiento de serie hubiera elevado el valor tecnológico del Q3 Sportback. Opcionalmente también está disponible control de velocidad crucero adaptativo y asistente de mantenimiento de carril.
El Audi Q3 Sportback llega a México en dos niveles de equipamiento
La gama del Audi Q3 Sportback en México es más reducida que la del Q3. Tenemos sólo dos niveles de equipamiento, cada uno con motor distinto. La más accesible, Select, lleva el 1.4 TFSI de 150 hp y tracción delantera; la S-Line, como la que probamos, lleva la ya mencionada configuración de motor 2.0 TFSI y tracción Quattro.
Desde el Q3 Sportback Select se incluyen varios elementos importantes, como faros de LED, sensor de luz y de lluvia, cuadro de instrumentos digital, infotenimiento con pantalla de 8.8", asiento del conductor con ajuste eléctrico, llave inteligente, espejo retrovisor electrocromático, tapicería en piel, intermitentes dinámicas y techo panorámico.
La versión S-Line añade accesorios exteriores deportivos, una pulgada extra de rines (de 19", con opción a unos de 20"), cámara de reversa, sonido Bang & Olufsen 3D, portón trasero eléctrico e iluminación ambiental en varios colores. Para ambas versiones está disponible un paquete opcional que integra servicios Audi Connect, pantalla de 10.1" y Audi Virtual Cockpit Plus.
La personalización forma parte importante de la estrategia de este modelo. Además de los 12 colores de carrocería y las infinitas opciones de la paleta de colores Audi Exclusive, el Q3 Sportback puede llevar hasta 9 diseños de rines y detalles en Alcántara plata, gris, marrón o naranja en zonas del tablero y del panel de las puertas.
Los acabados incluidos de serie dejan muy buena impresión. Todos los ensambles se sienten sólidos, los botones y perillas son de buen tacto y la mayoría de las piezas se sienten acolchadas; únicamente hay plásticos rígidos en zonas bajas de puertas y consola central. La combinación de texturas y colores es atractiva, incluso sin la opción de Alcántara. Hace notar su enfoque premium.
Una propuesta totalmente orientada al estilo
Los SUV de estilo coupé se han vuelto comunes en modelos de gama alta, pero la corriente apenas llega a los premium más pequeños. Mientras el Q3 se planta ante XC40, X1, GLA y QX30, el Audi Q3 Sportback sólo tiene un rival directo: el BMW X2, cuya silueta no arriesga tanto como la de sus hermanos mayores ni llega a diferenciarse demasiado contra un SUV tradicional como sí lo hace el Q3 Sportback.
La propuesta de Audi se inclina totalmente hacia el estilo, equilibrando equipamiento y tecnología, pero aún con varios elementos en el plano de lo opcional. Quizá su concepto no sea fácil de digerir por los más puristas, pero el mercado recibe este tipo de modelos cada vez más con los brazos abiertos: un SUV diferente, atlético y premium.
Fotografía | Audi de México