Audi Q3 1.4 TFSI, al volante de un SUV que evoluciona a imagen y semejanza del Q8
Poco más de 8 años después de su primera aparición en México, el Audi Q3 estrena generación. En este segundo episodio, el SUV alemán apuesta por un incremento en dimensiones —había que darle su lugar al Q2— y una alta dosis de sabor premium, todo envuelto en un diseño más atlético que nunca.
Si sigues de cerca las novedades de Audi, sabrás que el nuevo Q3 se estrenó a nivel mundial en julio de 2018. Llega a México hasta ahora por todo lo que ha implicado para Audi el nuevo ciclo WLTP, que no le permite fabricar ni una sola unidad hasta no tener listos los papeles de homologación locales. ¿Valió la pena la espera? Salimos de ruta para averiguarlo.
Un diseño a lo Q8
El Audi Q3 2020 no tiene intención de ocultar la influencia de su hermano mayor, el Q8, en su diseño. Cada línea responde al nuevo estilo de la marca, cuya regla #1 es dibujar trazos afilados por doquier. No importa dónde mires, sea la parrilla Single Frame, el dibujo de los LED, las líneas de carácter en la cintura, la silueta de las calaveras o la forma del difusor, los vas a encontrar.
El diseño contribuye a que el nuevo Q3 se note mucho más grande y robusto que el anterior, aunque no es precisamente sólo un efecto estético. Esta segunda generación aumenta 77 mm su distancia entre ejes y 97 mm del largo total, llegando a 4,485 mm. Ahora también es ligeramente más ancho con el fin de incrementar el espacio interior y el volumen de carga, que es de 530 litros en su configuración normal.
Los Q3 que condujimos vestían el paquete deportivo S-Line, que se refleja en tomas de aire más grandes en la fascia, un diseño especial de difusor, rines de 18" con brazos en V y, para la cabina, volante deportivo achatado en la perte inferior, pedales de aluminio y tapicería de asientos en combinación Alcántara y piel.
Una cabina tecnológica y personalizable
El diseño de la cabina le da continuidad a los ángulos del exterior, sobre todo en las líneas alrededor de la pantalla y en los paneles de las puertas. Toda la zona de controles al centro del tablero está orientada 10º hacia el conductor para facilitar su manipulación, y sí, en el día a día resulta bastante ergonómico.
Como buen Audi de nueva generación, el Q3 no escatima en pantallas. Todas las versiones incluyen un sistema de infotenimiento con display de 8.8" y cuadro de instrumentos digital. Ojo, porque no es el Audi Virtual Cockpit de pantallas personalizables y funciones extendidas; el que va de serie lleva los "relojes digitales" fijos y sólo muestra información de la computadora de viaje o del sistema de sonido en medio.
La selección de materiales es muy acertada, con plásticos gomosos en la mayoría del tablero —sólo la zona de la guantera es rígida— y en los paneles de las puertas. Hay algunas decoraciones que simulan aluminio cepillado y otros insertos de acabado negro brillante, pero lo más interesante es la gamuza que recorre el tablero de orilla a orilla; incrementa la percepción de calidad y aumenta el grado de personalización al poderse solicitar en distintos colores.
Ahora damos el salto a la parte trasera. La segunda fila ahora se nota mucho más amable para pasajeros altos, con mejor lugar para piernas y cabeza; no es nuestra referencia en cuanto a habitabilidad, pero sí mejora de manera importante respecto a la generación pasada. Hay salidas traseras de aire acondicionado, pero curiosamente no puertos USB de carga.
La gama 2020 del Audi Q3 llega a México con tres niveles de equipamiento: Dynamic, Select y S-Line. De serie se incluye freno de estacionamiento eléctrico, sensor de reversa, faros de LED, climatizador automático bizona, sensor de luz y de lluvia, iluminación ambiental, rines de 17" y tapicería en cuero.
La versión Select se perfila como una de las más lujosas de la gama, con casi todo el equipamiento del S-Line. Desde este nivel intermedio ya cuenta con techo panorámico, espejo retrovisor electrocromático, intermitentes dinámicas, sensores de proximidad delanteros, cámara de reversa y portón trasero eléctrico. El S-Line, además del paquete deportivo, añade sonido Bang & Olufsen 3D de 16 bocinas y asientos delanteros eléctricos.
Desde el punto de vista del confort es muy completo, sin embargo, Audi reserva el mejor equipo de conectividad y tecnología de seguridad para el plano de lo opcional. El Q3 incluye paquetes de navegación con información de tráfico en tiempo real, cargador inalámbrico para teléfonos, pantalla de 10.1", freno autónomo de emergencia, monitor de punto ciego, entre otros.
La conducción es la mayor virtud del Audi Q3
Abrochamos cinturón de seguridad, oprimimos botón de encendido y arrancamos esta ruta que nos llevaría de Guadalajara a la Riviera de Nayarit a través de autopista y carretera de curvas. El Audi Q3 S-Line va sobre la conocida plataforma MQB de Grupo Volkswagen, y en México hay dos opciones de motor.
El propulsor de acceso a la gama es el popular 1.4 TFSI de 150 hp y 184 lb-pie, asociado a una transmisión S-Tronic de 6 velocidades; llega a 100 km/h en 9.3 segundos y rinde 14.1 km/l en ciclo combinado, según Audi. El motor más potente es un 2.0 TFSI ajustado a 180 hp y 236 lb-pie para cumplir con normas de emisiones; va con tracción Quattro, caja S-Tronic de siete cambios y llega a 100 km/h en 7.8 segundos.
El Audi Q3 que probamos llevaba el 1.4 TFSI, que es bien conocido por su buena respuesta al rango correcto de revoluciones, pero también por un marcado retraso en la entrada del turbo. La transmisión S-Tronic mitiga el efecto en la medida de lo posible, pero en arranques e incluso al pasar topes, el turbolag se hace notar.
En carretera, a buen ritmo, el motor le queda a la medida. No es explosivo, pero sí desarrolla la cantidad suficiente de poder para rebasar con seguridad y rozar los límites de velocidad sin ir forzando las revoluciones. Eso, al final, se traduce en un mejor rendimiento de combustible.
El motor en realidad no es su mejor carta de presentación, lo es la puesta a punto del chasís, comenzando por la dirección. De serie se incluye dirección progresiva, que en ciudad o al estacionarse se vuelve más suave para incrementar el confort, pero conforme aumenta la velocidad, se va tornando más rígida y hay que mover menos el volante para que el auto gire. Muy preciso.
Sobresale el aplomo con el que se mueve, sea en rectas a altas velocidad o en zona de curvas rápidas. Hay poco body-roll gracias a una suspensión muy bien lograda, que se inclina más al manejo deportivo que a la comodidad. No llega a sentirse dura, pero el asfalto maltratado no es su mejor escenario.
Como buen coche contemporáneo, el Audi Q3 2020 incluye un selector de modos de manejo que ajusta la respuesta del acelerador, el comportamiento de la transmisión y el tacto de la dirección; en caso de configurarse con suspensión adaptativa, también cambiará la rigidez de la amortiguación. El conductor puede elegir entre programas Off Road, Individual, Comfort, Auto, Efficiency y Dynamic.
Un SUV premium que no juega solo
El Audi Q3 participa en una categoría que año con año se va tornando más complicada. Su segunda generación compite contra un BMW X1 con una gama de motores más amplia, un Volvo XC40 muy competitivo en cuanto a asistencias de conducción y un Mercedes-Benz GLA próximo a lanzarse, muy bien dotado en materia de tecnología.
Con el Q3, Audi apuesta por el estilo, la personalización y la versatilidad. Su rango de precios va de $584,900 a $729,900 antes de cualquier equipo opcional. Se coloca, en teoría, un escalón arriba del Q2, sin embargo, la brecha de precios tampoco varía mucho; el SUV más pequeño de Audi oscila en un rango de $464,900 a $669,900. La decisión se resume a una simple cuestión de gustos.
Fotografía | Mao Carrera para Audi de México