Hace tiempo que Volkswagen, Mazda, Ford y muchas otras marcas tiraron la toalla con sus sedanes medianos. Passat, Fusion, Malibu y compañía pasaron a mejor vida para abrir paso a un amplio abanico de SUV. Chirey nada a contracorriente. Con el Arrizo 8, la firma china quiere demostrar que aún hay lugar para sedanes de esta talla en México. ¿Cuál es su jugada? Vendértelo casi a precio de Jetta.
A simple vista, el Arrizo 8 se ve grande. Hay muchos detalles de "coche caro" alrededor de este vehículo, como las enormes calaveras con iluminación de LED continua, las cuatro salidas de escape —simuladas— o las múltiples piezas decorativas del frente: los faros se dividen por una barra que simula aluminio cepillado y la parrilla lleva un acabado negro brillante. También hay rines de aluminio de 18" y pinzas de freno naranjas.
La experiencia al interior es muy similar a cualquier SUV de Chirey. Los chinos han identificado puntos clave para conseguir que sus autos se sientan costosos, como el uso de piel sintética al por mayor —el Arrizo 8 la lleva en tablero, consola central, puertas y asientos—, una variada combinación de texturas y, como protagonistas, un par de pantallas de 10.25". A la vista convence, aunque durante el camino se escuchaban ligeros ruidos de ensambles.
Un sedán mediano que compite con compactos
Aunque el Arrizo 8 se anuncia con bombo y platillo como un sedán mediano, Chirey no pretende llevarlo al mismo terreno que un Nissan Altima o un Honda Accord. Con un precio de 569,900 pesos, este auto se plantea como rival de Volkswagen Jetta, Honda Civic, Toyota Corolla y Nissan Sentra. Chirey quiere desviar la atención de las versiones tope de gama de esos modelos, hacia su sedán, con el argumento de ser un vehículo más grande, más vistoso y de categoría superior, sin que "dar el salto" represente una pérdida de equipamiento.
La única versión disponible en México —por ahora— viene a tope de tecnología y confort. Entre lo destacado de su equipamiento se encuentra una cámara de visión de 360º con render 3D, A/C automático de dos zonas con purificador de aire y aromaterapia, asientos delanteros de ajuste eléctrico y con función de ventilación, techo panorámico, iluminación ambiental, 10 bolsas de aire, freno autónomo de emergencia, control crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, monitor de punto ciego, entre otros.
Al volante queda claro que el Arrizo 8 está mucho más cerca de un compacto, que de un sedán mediano. Su andar es muy suave, sin provocar sensación de rebote o de lancheo, pero tampoco con el aplomo que esperarías de un auto con cuatro salidas de escape —repito, simuladas— y con cierto margen de mejora en cuanto a insonorización. En maniobras de emergencia se comporta correctamente, aunque la dirección no es muy comunicativa. Al final, siendo un auto hasta cierto punto anestesiado, tiene como ventaja una conducción muy cómoda y relajada.
Para moverse utiliza un motor turbo de 1.6 litros de 183 hp y 202 lb-pie, con transmisión automática de doble embrague de siete cambios. No es ni más ni menos de la potencia que necesita. Con cuatro personas a bordo, era capaz de realizar correctamente maniobras de rebase. Hay cierto turbolag al arrancar, pero una vez que agarra ritmo, es fácil mantener buena velocidad en autopista. Más adelante vendrá una versión con alrededor de 250 hp.
Más que un sedán mediano, es un "compactote"
El Chirey Arrizo 8 juega en el limbo entre ser un sedán mediano y un compacto. El diseño, el espacio y su enfoque hacia la comodidad nos hablan de un auto que quiere medirse con un Altima o un Camry, pero la potencia, el manejo y el precio lo dejan mucho más cerca de un Jetta o un Sentra.
Al final, por 569,900 pesos, el Chirey Arrizo 8 se convierte en una opción tentadora por su equilibrio entre tecnología, espacio, precio y, lo que han sabido trabajar los chinos: la impresión de estar ante un auto más costoso de lo que en realidad es.