Hasta hace no muchos años, pensar en un coche chico era sólo pensar en algo que te moviera de A a B sin mayor pretensión. Algunos autos urbanos se atrevieron a romper la barrera de lo low-cost con una propuesta llena de personalidad; otros incluso se autodenominaron "nano SUV". No, el Suzuki Ignis está lejos de ser un SUV, y eso no tiene nada de malo. Su modelo 2021 estrena novedades en México y ya lo tuvimos a prueba.
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No es ninguna sorpresa que el mundo quiera sentirse al volante de un SUV y que las marcas lo usen de excusa para que hasta sus modelos más pequeños lo parezcan. Lo hemos visto con Renault Kwid Outsider, con Chevrolet Spark Activ y, desde luego, con Suzuki Ignis. Su facelift lo deja con un estilo todavía más campero.
El urbano japonés estrena fascia y recibe una pieza plástica en contraste imitando el protector de bajos de un todoterreno; el parachoques trasero también la incorpora esta pieza junto con salidas de aire simuladas. Eso, y la nueva parrilla al estilo Jimny, resumen todas las novedades del facelift. Incluso los rines oscuros de 16" son iguales a los anteriores.
A decir verdad, no le hacía falta demasiado cambio. El Ignis me parece uno de los urbanos con más personalidad. Independientemente de los accesorios que puede llevar, el diseño en sí mismo es bastante peculiar. Los faros van enmarcados por la parrilla al estilo de un antifaz, mientras la silueta imita a la del Cervo, uno de los modelos más emblemáticos de Suzuki en los años 70, diseñado por el mismísimo Giorgetto Giugiaro. De ahí también hereda estas "branquias" del poste C.
Una cabina bien resuelta para un urbano extrovertido
Tienes que ser muy observador para darte cuenta del cambio en la distribución de tonos en la cabina que llega al modelo 2021. Los Ignis anteriores llevaban plástico blanco en la zona baja del tablero y en el pánel de las puertas; ahora Suzuki apuesta por el negro como color dominante en casi cada rincón, con sólo una barra contrastante al centro.
Más allá de eso no encontrarás diferencias. Todo sigue tal y como lo recordamos. En la consola central y en la agarradera de las puertas hay una pieza de acabado brillante, que según la pintura de la carrocería, puede ser en color titanio o en naranja. Yo soy más de naranja, pero este tono oscuro tampoco le sienta mal.
El diseño interior deja todo a la mano e incluso busca una forma creativa de presentarnos algunos clusters, como la pantalla de 7” que parece sobrepuesta o los controles del climatizador, que van en un cilindro con botones que recuerdan a los interruptores de un avión.
En general, el interior convence. Todas las piezas son rígidas y es cierto que pasado un rato, quizá nos invada una sensación de demasiado plástico, pero pensado como un auto urbano, el Ignis tiene una de las cabinas con mejor percepción de calidad y, nuevamente, con mucha personalidad.
Ahora hablemos de espacio. Por fuera se ve pequeño, y lo es, mide sólo 3.7 metros de largo, pero adentro se siente más amplio de lo que esperarías. Pasajeros altos irán algo justos en espacio para piernas, pero hay buen lugar para cabeza gracias a lo alto de la carrocería. Tres personas viajarán apretadas en la banca trasera —en otros países de hecho sólo está homologado para cuatro pasajeros. La cajuela no es tan larga, pero sí es bastante profunda. Suzuki habla de 271 litros de capacidad.
El equipamiento apunta alto, la seguridad se queda en lo básico
El equipamiento es lo que mejor ayuda a justificar su precio por encima de la mayoría de los autos urbanos a la venta en México. El Suzuki Ignis GLX es muy completo en el área de confort: tenemos faros de LED de encendido automático, infotenimiento compatible con Android Auto y Apple CarPlay, control de velocidad crucero, sistema de navegación, cámara de reversa y climatizador automático. Quizá sólo se echa de menos llave inteligente y seguros automáticos; son eléctricos, pero no se cierran con la velocidad ni se abren al apagar el auto o tirar de la manija.
Hasta aquí el Ignis ha sonado como un ganador en el terreno de los autos urbanos, y hasta cierto punto lo es, pero su gran vacío llega al hablar de seguridad. Sí, es cierto, se fabrica en Japón y la plataforma Heartect cumple con los más altos estándares de protección a pasajeros en caso de accidente, pero a México llega sólo con dos airbags y frenos ABS, cuando sus competidores ya apuestan por otro par de bolsas y control electrónico de estabilidad, que puede marcar la diferencia entre mantener la trayectoria o perder el control en una maniobra de emergencia.
Suzuki no está ofreciendo menos de lo que exige el gobierno mexicano como mínimo, pero siendo el Ignis uno de los urbanos más costosos, cuesta trabajo entender por qué se queda con lo básico al hablar de seguridad.
Al volante es ágil y cómodo
Aunque el Ignis adopta la misma plataforma Heartect que el Swift, su puesta a punto busca una conducción más cómoda, orientada a que la ciudad no te saque de quicio. La dirección es extremadamente suave y transmite sólo lo necesario a las manos del conductor, sin ese tacto impreciso habitual en este tipo de vehículos. Su radio de giro, por cierto, es buenísimo. Da mucha vuelta y eso facilita estacionarlo.
La calidad de marcha, en general, sí se nota superior a la mayoría de los urbanos. La suspensión es blanda y absorbe correctamente los baches. Lanchea un poco, lo habitual en este tipo de vehículos, pero nada que llegue a incomodar.
Su hábitat natural es la ciudad, y ahí se mueve como pez en el agua, pero también puede escaparse a carretera. Hay que ser pacientes, porque con 82 hp no es precisamente rápido y hay que mantener hundido el pie en el acelerador para mantener buenos ritmos. La altura respecto al piso y la suavidad de su pisada hacen que tienda a inclinarse, nada para espantarse porque su ligereza ayuda a mantener la trayectoria. Simplemente no hay que excederse, sobre todo porque no hay un control electrónico de estabilidad que nos saque del apuro.
La respuesta del motor es más que suficiente. De hecho, despega con más energía de lo que esperarías. Utiliza un motor atmosférico de 1.2 litros de 82 hp y 83 lb-pie. No son números para ganar carreras, pero al primer roce del acelerador se siente más vivo de lo que imaginaba, en buena medida porque es superligero.
El Ignis pesa sólo 895 kg, lo que ayuda su agilidad y al rendimiento de combustible. Promedié 15.4 km/l, que suenan extraordinarios y sí, es un consumo muy bueno, aunque sospecho que la computadora de viaje es entusiasta. El tanque se llena con 32 litros.
La transmisión automática es CVT. No llega a ser odiosa como las típicas cajas CVT, aunque tampoco hace mucho por disimular este efecto de estancarse en algún punto del tacómetro, simplemente hace todo lo posible por ahorrar combustible. La buena noticia es que no tiene saltos extraños y suele ser precisa al elegir el rango de revoluciones según lo que comuniquemos con el pie derecho. También hay opción a caja manual.
Un hatchback para quien no quiere un urbano austero
La gama 2021 del Suzuki Ignis queda compuesto por las mismas versiones que antes: GL y GLX. Sus precios irán desde $219,990 a $279,990. Sí, espanta ver un auto así de pequeño con esta etiqueta, pero los autos se han encarecido en la última temporada. Si buscas un urbano low cost que te lleve de aquí a allá y nada más, estás viendo el modelo equivocado. Si buscas equipamiento y personalidad, el Ignis es la opción adecuada, pero tiene su precio.
Al final, ubicado en el segmento A, su tope de gama aún alcanza a respetar de algún modo la frontera respecto a los subcompactos de categoría B, a los que iguala en precio, pero no lo alcanzan en equipamiento. Me parece una opción interesante y podría recomendarlo con los ojos cerrados, pero no puedo ignorar su vacíos en seguridad. Suzuki desaprovechó esta actualización para meter más bolsas de aire y asistencias. El Ignis queda como una opción muy relevante, pero no como el referente que fácilmente podría ser.
8.3
A favor
- El rendimiento de combustible es muy bueno.
- La calidad de marcha está por encima de la mayoría de los urbanos.
- Mucha personalidad en diseño exterior e interior.
En contra
- No lleva control electrónico de estabilidad y sólo tiene dos airbags.
- Los seguros son eléctricos, pero no automáticos.
- El volante tiene ajuste de altura, pero no de profundidad.
Suzuki Ignis GLX CVT
$279,990
- Motor: 4 cilindros de 1.2 litros
- Potencia máxima: 82 hp @ 6,000 rpm
- Par máximo: 83 lb-pie @ 4,200 rpm
- Transmisión: Automática CVT
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / Tambor
- Peso: 895 kg
- Velocidad máxima': 170 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h': 12.2 s
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Barra de torsión
- Longitud: 3,700 mm
- Cajuela: 271 litros
- Consumo en ciudad: 15.4 km/l
- Consumo en carretera': 22.4 km/l
- Consumo combinado': 20.9 km/l
- Capacidad del tanque: 32 litros
- Fabricado en: Japón
' Cifras anunciadas por el fabricante