La generación actual del Swift sacudió su categoría al momento de su lanzamiento en 2017, convirtiéndose en uno de los hatchbacks subcompactos más interesantes a la venta en México. Hoy, transcurridos 5 años, su categoría continúa evolucionando, ¿el Suzuki Swift 2022 tiene lo necesario para seguir siendo un modelo que vale la pena? Lo tuvimos a prueba.
A lo largo de sus distintas generaciones, el Suzuki Swift nunca ha recibido facelifts profundos. El modelo actual no es la excepción. Casi sin darnos cuenta, el Swift recibió una ligerísima actualización, que se resume en una parrilla de acabado tipo panal y nuevo diseño de rines de 16”. Lo demás permanece tal y como se estaba hace casi 5 años.
A bordo sucede lo mismo. El Suzuki Swift 2022 conserva una cabina sencilla, compuesta por materiales —y ensambles— hasta cierto punto modestos, con piezas rígidas en cada rincón y una propuesta más encaminada hacia la funcionalidad, que a la vanidad. No hay un infotenimiento con gráficos dignos de un smartphone ni pantalla a color en el cuadro de instrumentos, pero desde su modestia es uno de los modelos con la relación valor/precio más interesante.
La versión Boosterjet que probamos lleva faros de LED de encendido automático, llave inteligente, equipo eléctrico, paletas de cambio al volante, control de velocidad crucero, infotenimiento compatible con Android Auto y Apple CarPlay, control electrónico de estabilidad y seis bolsas de aire. Quizá lo único que llega a extrañarse son seguros automáticos —son eléctricos, pero no se cierran con la velocidad.
Su propuesta de equipamiento es completa, pero tampoco representa un plus frente a sus competidores. Donde sí saca la delantera es al hablar de manejo. Lo ligero de su construcción y la puesta a punto del chasis lo convierten en el hatchback más divertido de conducir en su categoría. Se apoya correctamente en curvas, transmite mucha sensación de control y se mueve con agilidad, gracias a una dirección rápida y una suspensión ligeramente más firme de lo habitual en la categoría. Quizá su amortiguación provoque que algunos baches se sientan más de lo debido, pero a cambio transmite cierto sabor deportivo —sin serlo plenamente, claro.
La gracia del Suzuki Swift Boosterjet es esa: participa en una categoría donde, en teoría, no está obligado a transmitir sensaciones de manejo entusiastas y, sin embargo, lo consigue, tanto por la puesta a punto del chasis, como por su motor turbo de 1.0 litro, capaz de generar 110 hp y 118 lb-pie. Va asociado a una transmisión automática de seis velocidades, con la que conseguimos un consumo de 13.4 km/l en ciudad, sin intención de ir ahorrando; siendo cuidadosos con el acelerador, el consumo podría llegar incluso a 15 km/l.
¿Vale la pena el Suzuki Swift 2022?
Entonces, ante un Ibiza renovado, un Mazda2 que no cede y un Río que aún busca su lugar en la categoría, ¿el Suzuki Swift Boosterjet sigue siendo una opción relevante? Sí. Por 359,990 pesos —344,990 pesos con caja manual— el Swift es uno de los hatchbacks más interesantes desde el punto de vista del manejo y del equipamiento, aunque sus interiores comiencen a sentirse sencillos a lado del refinamiento de un SEAT Ibiza o de un Mazda2.