Manejamos el Suzuki Swift 2025 en México: mejora en todo… a costa del motor turbo

Ha llegado una nueva era para el modelo estrella de Suzuki. El Suzuki Swift 2025 trae su cuarta generación a México, y aunque a simple vista no parece haber una transformación profunda, este pequeño hatchback da pasos importantes en el campo de la seguridad y la eficiencia. Sacrifica el motor turbo, pero democratiza la tecnología mild-hybrid. ¿Vale la pena? Salimos a probarlo.

Ante ojos poco observadores, el nuevo Swift fácilmente podría pasar como el anterior. Las líneas maestras son prácticamente las mismas: faros afilados, calaveras en forma de rombo, una parrilla de buen tamaño y un parachoques trasero alto. Se ve muy parecido al anterior y, sin embargo, casi todas las piezas exteriores son nuevas. Ahora todas las versiones llevan faros de LED y rines de aluminio de 16” —bitono en la versión más equipada—. Hay seis colores de carrocería a elegir: Azul Metal, Gris Acero, Plata Sílice, Blanco Pop y Rojo Vanadio.

La evolución se vuelve más evidente al interior, con un diseño más fresco y mayores mezclas de tonos y texturas. La calidad percibida es correcta, aunque sí se extrañan piezas más suaves —todo es plástico rígido y brilloso— y, sobre todo, mejores ensambles. En general son sólidos, pero aun con las unidades nuevas que probamos, ya había algunos “grillitos” en algunas zonas de la cabina.

En realidad, Swift nunca ha apostado por ser el hatchback con los interiores más refinados de su categoría. Este auto lo juega todo al valor/precio, y en ese sentido, todo lo que incluye el equipamiento es muy interesante. Desde la versión más accesible, llamada GLS y con precio de 319,990 pesos, el Suzuki Swift 2025 incluye pantalla de 9” compatible con Android Auto y Apple CarPlay, llave inteligente, faros de LED, cámara de reversa y, lo más importante, un alto nivel de seguridad: frenos ABS, ESC, seis airbags y varias asistencias de conducción, entre las que se incluyen freno autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril y monitor de punto ciego. Es el hatchback más seguro que puedes conseguir por ese precio.

El tope de gama, el Swift GLX, en realidad añade poco. Suma salidas de A/C para la segunda fila —ocultas bajo los asientos delanteros—, espejos con luces direccionales y plegables eléctricamente, aire acondicionado automático y paletas de cambio en el volante (sólo con transmisión CVT).

¿El espacio? Como siempre en Swift, limitado. Hay sutiles mejoras en el espacio para piernas y en el volumen de la cajuela, pero en términos generales, es un hatchback totalmente orientado al uso en ciudad. Prioriza caber en cualquier hueco de estacionamiento, a costa de algo de espacio para pasajeros. No es un hatchback pensado para la familia, sino para uso ocasional de los asientos traseros.

Ahora toda la gama es mild-hybrid

Otro de los cambios más importantes —si no es que el más importante— del Suzuki Swift 2025 se encuentra bajo el cofre. Ya no existe la versión Boosterjet con motor turbo. Ahora toda la gama opta por tecnología mild-hybrid, que combina un nuevo motor de 1.2 litros de tres cilindros —el anterior era del mismo tamaño, pero con cuatro cilindros— y un pequeño generador de 12 voltios. El propulsor a gasolina genera 81 hp y 81 lb-pie, mientras el generador aporta hasta 3 hp y 44 lb-pie en momentos cruciales como arranques o rebases con acelerador a fondo.

No es rápido ni busca serlo. A baja velocidad puede sentirse el sutil “punch” del generador eléctrico, pero en términos generales, es un auto totalmente pensado para la ciudad. Con un peso por debajo de una tonelada, sus 81 hp son suficientes para moverse con soltura, aunque hay que calcular bien las distancias al realizar incorporaciones a vías rápidas. En carretera es fácil mantener buenos ritmos, pero llegar a ellos requiere tiempo.

Al final, Suzuki sabe que la mayoría de sus clientes llevan sus Swift en ciudad, donde la prioridad no es el tiempo de aceleración, sino el rendimiento de combustible. No pudimos comprobar el consumo porque la mayoría de la prueba fue en autopista, bajo condiciones atípicas, pero en ciudad deberá entregar alrededor de 15 km/l.

En cuanto a manejo, Swift siempre ha sido un hatchback ágil. Su bajo peso se traduce en movimientos de carrocería muy controlados. La suspensión es suave, pero no blanda, lo que da cierta chispa a su conducción; la dirección, por su parte, responde con rapidez. Independientemente de la respuesta del motor, el chasís le permite escabullirse con facilidad en maniobras rápidas.

La clave está en el precio

¿Vamos a extrañar el motor turbo? Muchísimo. Una de las gracias del modelo anterior era justamente esa, pero entiendo la jugada de Suzuki. Aquí lo están apostando todo por la eficiencia y la tecnología, ante un cliente que quizá no busca tanto la chispa en el manejo, sino un buen aliado para la ciudad. Entendido así, el Swift 2025 es un acierto total. Lo siento por los entusiastas. Me incluyo.

Con precios que van de 319,990 a 374,990 pesos, el Suzuki Swift 2025 da en el blanco como hatchback urbano: es cómodo, cabe en cualquier lugar, gasta poco y tiene todas las asistencias de seguridad para evitar accidentes ante cualquier distracción. No llega al nivel de refinamiento de un SEAT Ibiza o de un Mazda2, pero los rebasa en eficiencia y relación precio/equipamiento. Además tiene un as bajo la manga: con la tecnología mild-hybrid puede obtener placas verdes —aunque ojo, no aspira al holograma de exento; lleva el 00—. En estricta teoría, no es inmune al programa Hoy No Circula durante contingencias ambientales, pero con las placas verdes, ningún oficial se interesará en mirar tu holograma.

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