Luego de una Feliz Navidad, la Ciudad de México y sus alrededores amanecieron con inversión térmica y mala calidad de aire, producida, entre muchas otras cosas por: la contaminación que no cede, porque todo mundo utilizamos el coche en estas fechas y por que pese a todas las advertencias y multas, en muchas ciudades de México aún se estila encender fuegos pirotécnicos.
No importa que las autoridades nos repitan cada año que es malo encender fuegos pirotécnicos, que los protectores de animales nos digan que son malos y lastiman los oídos de perros y gatos.
No importa que varias veces por año exploten por aquí y por allá polvorines donde se fabrican los famosos “cuetes”. Nada de eso importa, las personas lo siguen haciendo, simplemente porque consideran que es “una tradición que no debe perderse”.
Más allá de la pólvora que respiramos todos y del daño que nos provoca al oído, hay algunos riesgos que debemos considerar y que pueden afectar nuestro auto.
Los “cuetes” o juegos pirotécnicos despiden rastros ígneos que en la mayoría de las veces se apagan hasta que caen al piso. Esas pequeñas partículas pueden causar ligeros daños en la pintura del auto.
Una luz de bengala o un juego pirotécnico que no se haya extinguido puede representar un severo riesgo si cae debajo del auto, ahí donde existen rastros de aceite o peor aún, de gasolina.
Si vas a asistir a una zona donde haya muchos juegos pirotécnicos, deja bien cerradas las ventanillas, un rastro ígneo podría penetrar al interior y quemar las vestiduras de auto o provocar un incendio de mayores proporciones.
El caucho de los neumáticos también puede hacer una no muy buena combinación con los rastros aún encendidos de los fuegos pirotécnicos.
Un juego pirotécnico de esos que parecen haber sido fabricados para dejar sordo a medio México, podría emitir ondas sonoras que bien podrían estrellar el/los cristales de tu vehículo si truena muy cerca de él.
Los fuegos pirotécnicos no son cosa de juego, pueden representar un riesgo para la salud de nuestra familia, nuestras mascotas y para la integridad física de nuestro auto, así que lo mejor es evitarlos a toda costa.
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