No es novedad saber que los automóviles modernos están repletos de cámaras y sensores de alta tecnología para dar soporte a muchos de los sistemas de nuestro coche, ya sea en el apartado de seguridad o para el comodidad. Sin embargo, toda esta tecnología los convierte en un objetivo potencial para los jackers y sus ciberataques, a tal grado que esta amenaza fue tomada muy en serio por las Naciones Unidas y la Unión Europea, quienes ya introdujeron reglas estrictas sobre ciberseguridad en los automóviles.
Ahora, todos los vehículos nuevos que se comercialicen en la Unión Europea, a partir del próximo 7 de julio de 2024, tienen que cumplir con las normativas ONU R155 y R156, que ya están en vigor para la homologación de nuevos modelos desde julio del año pasado. La norma R155 exige un sistema de gestión por las marcas automotrices, mientras que la R156 busca garantizar que las actualizaciones de software del vehículo estén más seguras contra las amenazas de ciberseguridad.
Este cambio obligó a varios fabricantes de automóviles a descontinuar modelos más antiguos de sus líneas en el Viejo Continente debido a que sus plataformas no cumplirán con las nuevas leyes de ciberseguridad en esta región y consideraron que el costo de actualizar sus componentes electrónicos era demasiado alto. Entre las víctimas de las nuevas normas de ciberseguridad se encuentra el VW Up!, la VW Transporter 6.1, el Porsche Macan equipado con motor de combustión interna y el Porsche 718 Boxster/Cayman.
Según se informa, la lista crecerá con más modelos, los cuales se eliminarán de marcas como Audi, Renault y Smart. Sin embargo, otros fabricantes de automóviles como Mercedes-Benz afirman que están perfectamente listos y preparados para recibir las nuevas regulaciones, pues aseguran que no afectarán a su portafolio de productos.
De acuerdo con el reciente estudio titulado “Ciberseguridad automotriz”, realizado por el Centro Alemán de Gestión Automotriz (CAM) y la empresa de software estadounidense Cisco Systems, las amenazas a la ciberseguridad son “inminentes” y los automóviles modernos son vulnerables a los ciberataques.