La posición en la que viajas dentro del auto puede ser determinante al momento de sufrir un accidente. Goodyear y el Real Automóvil Club de España realizaron una prueba de choque con maniquíes representando varios malos hábitos por parte de los pasajeros. Los resultados son, cuando menos, escalofriantes.
En el vehículo se acomodaron tres dummies en una situación que no es difícil de encontrar en las calles: el del conductor viajaba cercano al volante y con el cinturón de seguridad holgado; el copiloto iba con los pies sobre el tablero y el respaldo acostado; el pasajero trasero viajaba sin cinturón y sujetando a un bebé.
La prueba se realizó a tan solo 56 km/h. El pasajero trasero sin cinturón impacta en el respaldo del conductor, generándole una carga por encima de dos toneladas —el equivalente al peso de una camioneta grande. Además, aplasta al bebé con una fuerza de 3.5 toneladas. Por la magnitud del impacto, ese mismo pasajero golpea en el techo y termina aplastando nuevamente al bebé.
En lo que respecta al copiloto, viajar con los pies sobre el tablero genera una compresión del tórax dos veces por encima de lo que el cuerpo humano puede soportar al momento de la colisión. La cabeza golpea contra las piernas, que a su vez chocan contra el parabrisas y lo rompen.
Viajar con objetos sueltos —personas, mochilas o teléfonos— también puede ser muy peligroso. En una colisión a 60 km/h, los objetos que salen volando en la cabina incrementan 56 veces su peso. Dicho de otro modo, un celular termina impactando con un peso de 10 kg; una mochila de 6 kg, a 336 kg.