Volkswagen es consciente de que su motor de 5 cilindros no es precisamente una oda a la eficiencia; a decir verdad, tampoco es un motor muy nuevo, pero gracias a pequeñas modificaciones para ajustar consumos han conseguido mantenerlo a flote hasta nuestros días.
La competencia en el segmento de los compactos no perdona errores, mucho menos en el apartado mecánico. Día a día, las marcas luchan por producir modelos con un consumo de combustible reducido, apoyándose en nuevas tecnologías e, incluso, en mecánicas híbridas. El Jetta de sexta generación nació con cierto rezago en este aspecto, dejando disponibles motores anticuados y poco eficientes; por todo lo anterior, Volkswagen decidió que ha llegado el momento de decir adiós al 5 en línea de 2.5 litros, para dar la bienvenida a un más eficiente 1.8 TSI.
El Volkswagen Jetta, en Estados Unidos, se vende en tres acabados: S, SE y SEL. El primero, por ser la versión de entrada, no contará con el 1.8 TSI, en cambio, conservará el veterano y no tan elogiado motor de 2.0 litros de 115 caballos de fuerza (exacto, el mismo del Clásico). Los acabados SE y SEL ya podrán llevar el 4 cilindros en línea de 1.8 litros TSI capaz de desarrollar 170 caballos de fuerza y 184 libras-pie de torque, siendo su principal virtud el consumo de combustible: 11 km/l en ciudad y 15.3 en carretera.
La actualización del motor no fue la única buena noticia para el Jetta. A partir del modelo 2014, el compacto alemán recibirá un sistema de dirección de asistencia eléctrica, dejando atrás el sistema hidráulico con el que contaba; asimismo, TODAS las versiones (hasta la del 2.0 de 115 hp) llevarán, por fin, suspensión trasera Multilink.
El Volkswagen Passat y el Beetle siguen la misma fórmula y dejan atrás el 2.5 litros para hacerle un hueco al 1.8 TSI; en el caso del Beetle, las versión Turbo cambia su nombre a R-Line, por aquello de aumentar la sensación de exclusividad en la gama.
Todavía no se sabe si Volkswagen aplicará los mismos cambios para el modelo que se comercializa en nuestro país. Sería una pena que un modelo que siempre ha sido bien recibido en México y que además es fabricado aquí, fuera privado de elementos que el paso de los años ha hecho obligatorio en modelos de otras marcas, como la suspensión trasera multibrazo, dirección con asistencia eléctrica o control de estabilidad... pero, mientras la gente lo siga comprando tal y como es, la marca no se ve obligada a modificarlo.