Hablar de un auto sin involucrar su manejo es como ver una película muda con los ojos cerrados. Ya te hemos contado lo sorprendidos que quedamos al apreciar la calidad de fabricación del Volkswagen Vento, también te hablamos de su equipamiento, de su espacio interior y de su estética, pero hemos dejado lo más importante para la segunda parte de la prueba: su conducción.
Sobre el papel, el Volkswagen Vento nos recibe con los siguientes argumentos: motor de 1.6 litros a gasolina, transmisión automática de 6 velocidades con modo manual, suspensión delantera Mc. Pherson, suspensión trasera semi-independiente, frenos delanteros de disco y traseros de tambor; la internacionalmente aclamada plataforma del actual Volkswagen Polo. ¿Cómo se lleva todo esto a la práctica?
Comportamiento en ciudad
A pesar de haber sido concebido para andar en escenarios urbanos, el Volkswagen Vento se libra de uno de los pecados más comunes de este tipo de autos: una suspensión demasiado blanda. La del Vento se percibe ligeramente más firme que la de otros sedanes subcompactos, pero jamás llega a resultar incómoda; tiene la suavidad suficiente para filtrar con destreza los defectos de las numerosas calles y avenidas del país.
En el pesado tránsito urbano, el motor de 1.6 litros a gasolina que desarrolla 105 caballos de fuerza resultó suficiente, como cualquier otro auto lo sería en las congestiones viales de la ciudad a hora pico. Aquí lo interesante es el funcionamiento de la transmisión automática de 6 velocidades. Los cambios son realizados con tanta suavidad que a veces es necesario mirar la pantalla para saber que ya no vamos en primera, en segunda o en tercera velocidad. Además, la caja busca mantener el ritmo entre las 1,000 y 2,000 revoluciones para maximizar el consumo de combustible. En ciudad la computadora de viaje marcaba unos razonables 9.5 km/l.
¿Qué tal va en carretera?
Es momento de sacar al Volkswagen Vento de su área de confort. En carretera, las reacciones son bastante predecibles, y aunque se trata de un sedán creado a partir de un auto sin cajuela (proviene del Volkswagen Polo), el chasis permite llevarlo a gran velocidad sin muestras de nerviosismo. Eso sí, pese a que la suspensión es más firme que la media del segmento, una leve inclinación de la carrocería al tomar las curvas a gran velocidad nos recordará que no estamos conduciendo un deportivo.
A la hora de exprimirle toda la potencia al motor, entendimos por qué en Europa los motores a diesel son mucho más apreciados que los bloques a gasolina. El tetracilíndrico de 1.6 litros de nuestro modelo de pruebas cumple cabalmente su labor en vías rápidas urbanas, y en carretera no lo hace mal, pero agradeceríamos una aceleración más contundente. Las 112 libras-pie de torque parecen no ser suficientes en rebases, donde habrá que llegar al fondo del acelerador, colocar la caja en modo S (Sport) y llevar el tacómetro a casi un ángulo recto para encontrar la respuesta deseada. Una vez alcanzándola, es fácil mantener el ritmo y lograr buenos consumos de combustible. Sin ser tan condescendientes con el acelerador, conseguimos un rendimiento de 16.5 km/l en carretera.
Antes de recriminar la respuesta del motor del Vento, hay que hacer un par de comentarios: Nuestra unidad de pruebas tenía muy pocos kilómetros encima, por lo que el motor aún no estaba "100% despierto"; además, la altura de la Ciudad de México tiende a castigar los motores atmosféricos. Aquí es donde agradecemos que la firma alemana haya decidido comercializar en nuestro país el Volkswagen Vento TDI (con motor a diésel); es la mejor solución a este problema.
Seguridad
En temas de seguridad, el Volkswagen Vento no ofrece nada más que lo normal. El sistema de frenos está compuesto por discos en el eje delantero y tambores en la parte trasera; el conjunto es efectivo gracias a la presencia del ABS y detiene con contundencia en frenadas de emergencia, pero el pedal mantiene un tacto esponjoso y recorridos relativamente largos. Cuestión de acostumbrarse.
Un tema que ha causado controversia es su nivel de protección en caso de choque. LatinNCAP nos ha dejado claro que de poco sirve incluir bolsas de aire si la estructura del vehículo es débil. Ésta es una constante en vehículos desarrollados para mercados emergentes, y el hecho de que el Vento provenga de la India podría ponerlo en riesgo. Si bien el Vento no ha sido sometido a ninguna prueba de choque, el Polo hindú (que corresponde a la generación anterior) consiguió 4 estrellas de 5 posibles en su crash test, lo que supone buenos niveles de protección en el Volkswagen Vento, ya que proviene de la más reciente generación del Polo, con mayores avances en materia de seguridad.
A favor
- Excelente puesta a punto de la suspensión
- Sensación de calidad
- Volumen de la cajuela
- Funcionamiento de la transmisión en ciudad
En contra
- Tacto esponjoso del freno
- Motor justo en potencia
- No hay controles de audio al volante
Valoración general
El Volkswagen Vento llegó para quedarse. Con apenas unos meses a la venta ya se ha colado a la lista de los más vendidos del país. Eventualmente reemplazará al Jetta Clásico (MkIV) y hará frente a uno de los nuevos favoritos del segmento: el Nissan Versa. Su estética, aunque discreta, luce actual al puro estilo de Volkswagen. El interior alberga una de sus cartas más fuertes, por cuestiones de calidad y refinamiento lo colocamos un piso arriba del Nissan Versa; los acabados califican como sobresalientes, la cajuela ofrece gran capacidad y el equipamiento tiene todo lo que se necesita en el día a día. Volkswagen acertó en querer hacer del Vento un "mini-Jetta" y no un "súper-Gol Sedán". El comportamiento del chasis nos dejó muy buen sabor de boca. El aislamiento acústico es bueno, el calibrado de la suspensión se encuentra en su punto y el motor, aunque justo en potencia, es ahorrativo gracias al funcionamiento de la transmisión automática de 6 velocidades que, sin ser lo último en tecnología, trabaja de manera eficaz, suave y silenciosa. Por si ofrecer esta sensación de calidad difícil de encontrar en el segmento fuera poca cosa, el Volkswagen Vento esconde un as bajo la manga: la opción de un motor a diésel. Más torque y mayor eficiencia son las virtudes de esta alternativa relativamente nueva en el sector automotriz (particular) en México. Tres versiones, 3 transmisiones y 2 motores componen la oferta del Volkswagen Vento en México. Sólo el tiempo dirá si este ejemplar hindú es capaz de ganarse la confianza del consumidor mexicano que aún tiene un Jetta, al menos en la cabeza.Diseño interior: 8.5
Calidad: 8
Habitabilidad: 8
Maletero: 9
Motor: 7
Seguridad: 6
Comportamiento: 8
Comodidad: 9
Precio: 7.5 Total: 7.85 puntos
Ficha técnica
- Cilindrada: 1,598 cm³
- Motor: 4 cilindros (105 Hp)
- Par máximo: 153 Nm @ 3750 RPM
- Peso en vacío: 1,111 kg
- Velocidad máxima: No disponible
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 10.7 seg
- Transmisión: Automática de 6 velocidades con modo manual
- Tracción: Delantera
- Consumo urbano: 9.5 km/l
- Consumo extraurbano: 16.5 km/l
- Consumo mixto: 13 km/l
- Combustible: Gasolina
- Capacidad del depósito: 55 litros
- Capacidad del maletero: 454 litros
Precios del Volkswagen Vento
Versión probada (sin extras): Highline Tiptronic - $230,450
- Volkswagen Vento Style - $186,200
- Volkswagen Vento Style Tiptronic - $205,960
- Volkswagen Vento Style TDI - $212,570
- Volkswagen Vento Active - $194,230
- Volkswagen Vento Active Tiptronic - $213,990
- Volkswagen Vento Active TDI - $222,800
- Volkswagen Vento Highline - $209,290
- Volkswagen Vento Highline Tiptronic - $230,450
- Volkswagen Vento Highline TDI - $237,060
El coche para esta prueba ha sido prestado por Volkswagen. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
En Motorpasión México | Volkswagen Vento, prueba (parte 1) Fotografía | Gerardo García | Mariana Valtierra | Manuel Ruíz