La contaminación en México provoca unas 48 mil muertes por año debido a enfermedades relacionadas con los daños ambientales, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.
El smog y la calidad del aire impactan directamente en la salud de los habitantes de las ciudades, pero en México, más del 90% de habitantes vive en zonas donde no hay guías de calidad del aire, lo que potencialmente puede dejarlos a merced de la contaminación sin tener manera de saberlo.
Esta información fue parte de una conferencia de la directora de proyectos de calidad del aire de la Sedema, Patricia Camacho, durante un seminario sobre seguridad y calidad de combustibles celebrado la semana pasada en la capital del país.
“Eso quiere decir que si no tuviéramos ciertos niveles de riesgo de contaminación, esas muertes no se hubieran dado”, dijo la funcionaria.
Aunque las principales ciudades mexicanas tienen guías que miden con estándares internacionales los niveles de contaminantes que representan riesgos para la salud, la mayoría de los sitios al interior del país no monitorean estas medidas.
Es un tema relacionado al aumento de contingencias ambientales en la Ciudad de México, donde se culpa al mantenimiento laxo de los carros del Estado de México que circulan diariamente en la CDMX.
El impacto de la gasolina en la calidad del aire
Las emisiones contaminantes de los vehículos son parte muy importante de la calidad del aire de las ciudades, y si la gasolina no es pura, las emisiones son aún más perjudiciales. Según información de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), hasta 30% de las gasolinas a la venta en el país están adulteradas, y el organismo recibe unas 10 denuncias al día de daños causados por estos malos combustibles.
Las condiciones de los vehículos de motor están relacionadas con las emisiones que emiten a la atmósfera, razón por la que existe la verificación vehicular. Pero el monitoreo de la calidad de la gasolina también forma parte de la reducción de contaminantes. Es la razón por la que se eliminó el plomo de la gasolina, y por similares razones la fórmula de la gasolina ha cambiado con el paso del tiempo para eliminar otros compuestos químicos que terminan en emisiones tóxicas.