CUPRA tiene poco más de dos años creando titulares por todos lados, desde el anuncio de su independencia, hasta la presentación del nuevo León. Simplemente no paran de emocionar a los fans de la marca y hace dos años también vivieron una presentación que muchos esperaban con ansias, pues se trataba de la variante más deportiva del Ibiza, un CUPRA Ibiza que inyectaría todo ese ADN nuevo de CUPRA como independiente, pero que al final del día no se concretó. Hoy analizaremos la posible razón de su cancelación.
Recordemos al CUPRA Ibiza
En febrero de 2018, CUPRA presentó los primeros datos de sus futuros productos, pero centró la atención el CUPRA Ateca que ya conocimos e incluso pudimos manejar. A pesar de ello, durante esa presentación tuvieron dos modelos que también llamaron mucho la atención, un CUPRA Ibiza y un CUPRA Arona, del Arona quedó muy claro que sólo fue un ejercicio de diseño, aunque en el caso del Ibiza, de inmediato surgieron una cantidad enorme de rumores, pues el SEAT Ibiza CUPRA ya había existido y ante vehículos como el Fiesta ST, Polo GTI y 208 GTI, haría sentido verlo llegar a las calles.
El CUPRA Ibiza tomaba como base al producto de SEAT, tal cual pasó con Ateca, sin embargo, recibía ese toque de la tribu de CUPRA, con una imagen más agresiva, detalles en color cobre, rines grandes vaya todo lo necesario para ir en sintonía con la nueva marca, y vaya que le quedaron bien.
De inmediato se comenzó a hablar de como usaría una mecánica similar a la del Polo GTI con un motor nuevo de 2.0 litros y 200 hp, diferencial electrónico autoblocante, suspensión más rígida e incluso con capacidad de modificar su suavidad, dirección más precisa, frenos más poderosos, interiores con insertos en alcantara, piel, luz ambiental, volante deportivo, selector de modos de manejo, vaya lo necesario para que quién anduviera en uno sintiera que de verdad manejaba un deportivo.
Negocios son negocios y la razón debe dominar
Más de un año después, ya en el último trimestre de 2019, se hizo oficial la cancelación de un producto que como vimos en febrero de 2018 parecía más que listo para comenzar a producirse y no cambiar en casi nada para el modelo final.
La razón que daba el entonces CEO de SEAT, Luca de Meo, era que el CUPRA Ibiza pertenecía a un segmento en el cada vez hay menos ventas y que sobrevive nada más en mercados muy específicos, por lo que la inversión en producirlo podría no dejar el retorno esperado. Algo que definitivamente dolió para los fanáticos de de CUPRA, SEAT y de los pocket rocket; pero que definitivamente tenía mucha razón.
En su lugar esa rama española de Grupo Volkswagen se enfocaría en preparar otros modelos como el futuro CUPRA León o Formentor que ya conocemos; también harían lo propio para desarrollar eléctricos. A grandes rasgos esa fue la causa oficial, pero pueden haber otros factores.
Comencemos con el hecho de que la misma CUPRA ha dicho que no son una marca generalista, tampoco una premium, de hecho, ellos mismos se han colocado en el centro de esos dos segmentos, ofreciendo una experiencia más completa que la que ofrecían los SEAT CUPRA, pero sin caer en terrenos tan altos como los de Audi Sport, por ejemplo.
Si tuviéramos un CUPRA Ibiza, su costo sería algo más alto que el que tendría un Ibiza CUPRA desarrollado por SEAT como sucedió antes. Probablemente así habría menos variaciones este modelo de enfoque deportivo, tal vez una o dos versiones y no como el esquema de CUPRA que al menos con León tiene uno a gasolina, otro híbrido enchufable y que más adelante seguro tendrá uno que lleve las cosas a otro nivel, el ya rumorado CUPRA León R.
Al hacer esto el precio podría colocarse peligrosamente cerca del territorio de su otro primo alemán, el Audi A1 en algunas de sus versiones más interesantes. De igual forma, el CUPRA Ibiza usaría una mecánica similar a la del Polo GTI actual y teniendo eso en cuenta la transformación sería muy fácil, pues comparten plataforma y muchos otros componentes como ya vimos entre CUPRA León y Golf GTI. Aunque como ya mencionaba, con toques en otras áreas para tratar de distanciarlo del Polo.
El punto al final del día es que desarrollar el CUPRA Ibiza no es imposible, pero por cuestiones de como se posiciona la marca, y el aumento de precio que probablemente hubiera llegado a tener, más el hecho de que coexistiría con un Polo GTI, con cifras similares de desempeño, pero más accesible por no llevar tantos detalles extra de la identidad de una marca nueva, probablemente hubiera tenido dificultades para llegar a clientes más allá del círculo de los fanáticos de la marca española. Negocios son negocios y al final del día eso dicta muchas veces lo que veremos o no.
El CUPRA Ibiza podrá no existir, pero eso no significa que más adelante no podamos tener una nueva sorpresa por parte de la marca, tal vez con un producto eléctrico o híbrido enchufable, con una identidad más propia de CUPRA, tal vez.