Tal y como se esperaba, los países de la Unión Europea dieron el sí a los aranceles definitivos a los coches eléctricos chinos que se importan a Europa desde el gigante asiático. Son similares a los provisionales que se aplican desde julio, con una tasa máxima del 45.3%.
La propuesta ha tenido el suficiente apoyo de los estados miembros, a excepción entre otros de Alemania, la mayor potencia económica europea y principal productor automotriz, mientras que España se abstuvo.
Con 10 votos a favor, cinco en contra y 12 abstenciones, los aranceles a los coches cero emisiones llegados desde China recibieron luz verde. La Comisión Europea detalló que la propuesta "ha obtenido el apoyo necesario de los Estados miembros de la UE".
Para que no procediera, debía votar en contra una mayoría cualificada de 15 países, que representan el 65% de la población de la UE. De acuerdo con Reuters, Francia, Grecia, Italia y Polonia, que representan el 39% de la misma, votaron sí a estas tasas de importación. El porcentaje necesario para bloquear la medida se elevó para evitar que cayera.
Aunque con matices, desde el gobierno comunitario detallan que "paralelamente, la UE y China siguen trabajando arduamente para explorar una solución alternativa", es decir, que seguirá negociando con China para evitar la temida querra comercial que el propio gobierno chino ha amenazado con comenzar si se imponían finalmente estas tasas.
Derivado del escenario anterior, Oliver Zipse, CEO del Grupo BMW, dejó clara su postura sobre la votación de la Unión Europea respecto a los aranceles hacia los vehículos chinos, pues aseguró que “esta votación amenaza con un conflicto comercial más amplio con China”, luego de que el gobierno chino prometiera represalias por la imposición de estos aranceles.
“La votación es una señal fatal para la industria automotriz europea. Lo que se necesita ahora es un acuerdo rápido entre la Comisión Europea y China para evitar un conflicto comercial del que nadie se beneficia. El hecho de que Alemania haya votado en contra de los aranceles es una señal importante y aumenta las posibilidades de un acuerdo negociado”, afirmó Zipse.
Por otra parte, directivos de diferentes compañías europeas también se han posicionado al respecto. Uno de ellos ha sido el CEO del Grupo Volkswagen, Oliver Blume, quien afirmó lo siguiente: “Mantenemos nuestra posición de que los aranceles planeados son un enfoque equivocado y no mejorarán la competitividad automovilística europea”. También apuesta por que la Unión Europea y China continúen “las negociaciones de forma constructiva para encontrar una solución política”.