
Los autos eléctricos tienen un archienemigo: la rapidez con la que se vuelven obsoletos. Pero Volvo y Polestar tienen un plan para contrarrestarlo, al actualizar gratis el hardware de algunos vehículos ya vendidos para igualarlos con las especificaciones de sus modelos más recientes.
La velocidad con la que avanza la tecnología termina por dejar obsoletos a los coches eléctricos apenas meses después de haber salido de la agencia. Y en el caso de los EVs chinos, esto ocurre solo semanas después, con la subsecuente molestia de sus compradores.
Volvo y Polestar han decidido abordar este problema con actualizaciones que van más allá del software, incorporando mejoras en componentes físicos esenciales para el desempeño del vehículo. Mientras la mayoría de las marcas limitan las actualizaciones a sistemas digitales, Volvo y Polestar reemplazarán el "cerebro" de algunos modelos con una versión más potente.
En el caso del Volvo EX90, la compañía está cambiando sus procesadores por los Nvidia Drive AGX Orin, los mismos que incorporará el próximo Volvo ES90, recién presentado a inicios de marzo. Gracias a esta actualización, los EX90 vendidos previamente contarán con la misma capacidad tecnológica que las unidades recién fabricadas. Polestar aplicará la misma estrategia en su modelo Polestar 3, que comparte plataforma con el EX90.
Cambiar el procesador en la visita al servicio
Las mejoras serán completamente gratuitas y se realizarán en los servicios oficiales de Volvo y Polestar. Los clientes solo deberán llevar su vehículo a revisión, donde se instalará el nuevo hardware. Si bien no es un procedimiento tan rápido como una actualización de software, garantiza que los autos estén a la altura a nivel tecnológico por más tiempo.
Este enfoque también responde a la creciente preocupación de los consumidores sobre la rápida depreciación de los autos eléctricos. En China, por ejemplo, la velocidad con la que los modelos quedan desactualizados ha generado miles de quejas, especialmente contra fabricantes como BYD.
Según Volvo, esta estrategia forma parte de su visión de mejora continua para asegurar que los autos que ya están en circulación no queden rezagados frente a las nuevas generaciones. Pero esta decisión podría definir un precedente en la industria, a la que ojalá se sumen otras marcas para ofrecer soluciones similares para sus clientes.
Imágenes | Volvo y Polestar