Los sedanes más pequeños del mercado son urbanos a los que les creció una cajuela para cumplir con necesidades de transporte familiar a bajo costo. En un país fanático de los sedanes, como México, vale la pena analizar dos de las opciones más relevantes en su versión de entrada: Ford Figo Impulse ($220,900) y Mitsubishi Mirage G4 ($212,400). ¿Cuál conviene más y por qué?
Contrastes entre calidad y equipamiento
Cuando hablamos de autos urbanos, no podemos pensar en acabados muy ostentosos. El enfoque de bajo costos se refleja en plásticos rígidos y superficies económicas en ambos modelos, sin embargo, Figo ofrece una mejor impresión de calidad gracias a su selección de materiales, el tacto de las perillas y la integración del sistema de sonido —en Mirage G4 parece un radio instalado fuera de la fábrica.
Si nos centramos en equipamiento puro y duro, el Mitsubishi Mirage G4 lleva la delantera, aunque por poco. Suma los cristales delanteros eléctricos y controles de audio al volante que no están disponibles en Figo. Ambos modelos llevan aire acondicionado y espejos y seguros eléctricos. Por $5,000 extra, Figo puede sumar rines de aluminio y cristales delanteros eléctricos.
Tanto Figo, como Mirage G4 miden 4.24 metros de largo y provienen de hatchbacks. El espacio interior de ambos modelos es apenas suficiente, sobre todo en la banca trasera, donde el espacio para piernas puede llegar a incomodar a pasajeros muy altos. La diferencia real radica en el espacio de cajuela: 445 litros en Figo vs. 356 litros en Mirage G4.
Ford Figo lleva la delantera en seguridad
Una de las principales ventajas de Ford Figo respecto a Mitsubishi Mirage G4 —y prácticamente cualquier otro sedán del segmento A— es la seguridad. Todas las versiones cuentan con cuatro bolsas de aire y control electrónico de estabilidad, excepto la más equipada, que suma otro par de airbags.
El Mitsubishi Mirage ofrece únicamente dos bolsas de aire y carece de control electrónico de estabilidad en su versión base con transmisión manual —la base CVT sí lo lleva. No se puede comparar el comportamiento de su estructura en caso de choque porque no han sido evaluados bajo un mismo protocolo.
Figo es más potente, Mirage G4 gasta menos
Ambos modelos llevan un motor de tres cilindros, pero sus características son muy distintas. El Mitsubishi Mirage G4 lleva uno de 1.2 litros, capaz de generar 76 hp y 74 lb-pie, asociado a una transmisión manual de cinco velocidades o un cambio automático CVT. La marca reporta un rendimiento combinado de 23.2 km/l.
En el caso de Ford encontraremos un bloque de 1.5 litros que desarrolla 121 hp y 109 lb-pie. Es alrededor de 75 kg más pesado que Mirage G4, pero la diferencia en potencia y par lo vuelven considerablemente más ágil. Puede ir con transmisión manual de cinco velocidades o automática de seis cambios —más refinada que la CVT de Mirage G4. La marca habla de un rendimiento de 21.1 km/l.
Hablando de costos, ¿cuál conviene más?
Siendo autos tan enfocados al ahorro, los costos de propiedad son importantes. En términos de mantenimiento por 3 años, Mirage G4 es ligeramente más barato con un total de $10,967 por seis servicios; en Ford se paga $12,610 por Figo. Ahora bien, al hablar de seguros, el cotizador arrojó una cuota anual de $10,539 para Figo y de $11,376 para Mirage G4.
Si sumamos seguro y mantenimiento, el costo es similar entre Mitsubishi y Ford. La diferencia en favor de la firma japonesa llega al hablar de garantías, y es que el Figo tiene garantía de 3 años y/o 60,000 kilómetros, mientras que en Mirage G4 es por 7 años sin límite de kilometraje.
Figo es un sedán más completo
Ford Figo Impulse es entre $8,000 y $9,000 más barato que Mirage G4 en cada versión (manual o automática), con una delantera importante en materia de seguridad, acabados, manejo y respuesta del motor. A nuestro gusto, es un sedán más completo y equilibrado. Mitsubishi Mirage G4 GLX conviene por rendimiento de combustible a largo plazo, costo de mantenimiento y garantía.
Los topes de gama de ambos modelos rondan $260,000. En ese rango de precios, un KIA Rio Sedán o un Mazda 2 Sedán pueden ser mucho más interesantes. En un rango en torno a $220,000 (manual) o $240,000 (automático), una alternativa puede ser el Toyota Yaris Sedán, que aún con sus años en el mercado y la austeridad de sus acabados, se mantiene relevante por manejo, seguridad y espacio interior.